Capítulo 37: El fin de los tiempos. {Capítulo final}

10.2K 619 97
                                    

37:


Una puerta se abrió y se cerró. Esperaba oír pasos, pero el único sonido provenía del tictac de un reloj: una latido rítmico y constante a través del silencio. 

El sonido comenzó a desvanecerse, disminuyendo poco a poco. Me preguntaba si lo oiría detenerse por completo. De repente, sentí miedo de ese instante, insegura de lo que vendría después. 

Un sonido mucho más vibrante eclipsó el reloj. Era un sonido relajante, etéreo, una danza melódica en el aire. 

«Una melodía — pensé — entonces así era como se escuchaba morir.»

Contuve el aliento y esperé, esperé. Y entonces el reloj empezó a dar marcha atrás. En lugar de hacerse más lento, el tictac se volvió más firme. Un espiral de líquido se formo dentro de mí, en remolinos cada vez más profundos. Me sentí arrastrada hasta el presente. Me deslicé por el interior de mí misma, hasta desembarcar en un lugar oscuro y cálido. 





"Y solo por amor muere la última estrella, sí a elegido libremente su final."







(...)








Dos dedos deslizarse por mi mejilla me hicieron darme cuenta que aún estaba viva. Estaba totalmente confundida. ¿No había muerto ya? Estaba segura que tenía a Harry a mi lado y de seguro permanecía recostada sobre una camilla en el hospital. Era de día, se sentía el canto de los pájaros fuera del lugar. Mi respiración era tranquila y con Harry a mi lado estaba completamente segura. ¿Qué mierda había pasado? ¿Estaba muerta? 

"¿Estas despierta?" Preguntó con voz aterciopelada.

No tenía fuerzas para abrir los ojos y menos, para responder. Permanecí quieta, sin mover un músculo sobre la camilla. Sentí un suspiro de parte de Harry y luego su cabeza se apoyó sobre mi plano abdomen, las caricias no cesaron.

"No puedes dormir por más de catorce horas." sollozó. Me sentí mal. Dijeron que estarías bien, por favor, no me contradigas eso." siguió hablando. "Quiero que te levantes de aquí, que me pelees, que luego nos reconciliemos." Sentí como ya no se apoyaba allí. Me sentí observada. "Despierta, Sparks."

¿Dijeron que estaría bien? ¿Como mierda voy a estar bien si me disparé en el pecho? 

"Lena, June esta bien, Travis esta bien." Habló, haciendo que me pusiera totalmente alerta. "Creo que necesitabas saberlo, June esta en casa, Travis le borró la memoria, todos creímos que sería mejor que no recordara nada de esto. Max a salido huyendo después de que tú te dispararas, es un cobarde." Suspiró. 

Luego de pronunciar eso, se quedó completamente callado. Pude sentir como se ponía de pie y abría una puerta para luego cerrarla. No estaba segura de a donde iba, pero no podía dejarme sola. Podría abrir los ojos, pero, mis parpados pesaban más de lo pude imaginarme. 
Segundos después, la puerta volvió a abrirse y tras unos pasos, se cerró. Recé por que fuera Harry y así fue, se sentó nuevamente a mi lado y tomó una de mis manos.

"Si de verdad me estas escuchando y no puedes responder, abre los ojos." Apretó mi mano con fuerza. "Levanta una ceja." Casi ordenó. "¿Puedes hacer algo? Me siento estúpido bambie." 

Sonreí mentalmente al escucharlo llamarme 'bambie'. Era Harry, el mismo Harry de siempre. 

Y no era estúpido, pero no podía alzar una ceja y menos hablarle. Tal vez podía presionar su mano, pero hubiera sido inútil. Si no podía alzar una ceja, menos iba a poder apretar la mano de Harry.

"Vamos, Lena. Quiero que vayamos a casa, juntos." siguió hablando. "Necesito que te enojes conmigo y me sermonees como lo haces, te necesito bambie, te necesito tanto." Sentí como su voz se quebraba. "Tienes que estar bien, joder, de verdad tienes que estarlo." 

Sonaba triste, arrepentido, muy mal para lo que él solía ser. Quería avisarle que podía escucharlo, que estaba escuchando las cosas que él decía, que íbamos a cumplir todo aquello. 

Nuevamente apoyó su cabeza sobre mi abdomen. 

" Extraño tu voz." Prosiguió con su sermón melancólico.

¿Por qué no se podía poner de pie y plantarme un beso en los labios? Sentía su mirada sobre mí, y eso me ponía nerviosa. Mi respiración siguió su curso normal y luego sentí como Harry quitaba la vista de mí para besar nuestras manos entrelazadas.

"Eres lo más importante que tengo." Pronunció con dificultad. "Y sería muy lindo que puedas escucharme. Debo confesarte muchas cosas." Admitió y trago saliva. "Bambie, tengo que decirte tantas cosas, empezando por lo estúpida que fuiste al dispararte por mí. ¿Sabes? Yo no lo valgo preciosa." Sentí como su mano acariciaba delicadamente mi rostro. "No sé porque te has fijado en esta mierda que soy yo." 

Si hubiera podido abofetearlo por decir semejante estupidez, lo hubiera hecho.

"Nunca te expliqué realmente que era en lo que estaba metido. Al principio sólo quería cumplir con la maldición y salir de esta de una vez por todas. Pero después... Me hiciste sentir cosas que nunca antes había experimentado, y tenía miedo de perderte. Lamento no decirte que June era mi última victima..." Se lamentó. "Lamento haber sido un estúpido mentiroso contigo bambie." 

No lo iba a contradecir, que no me dijera lo de June no había sido su mejor acción. Pero después de todo lo ocurrido, creo que ese punto era el de menos importancia. 

"Y también creo que mereces saber toda la verdad..." Hizo una pausa. "Aquí vamos pequeña." 

Sentí como apretaba más nuestras manos entrelazadas y besó la mía. Una fría lágrima recorrió el dorso de mi mano y sentí como todo mi mundo se venía abajo. Nunca lo había visto llorar, sufrir o preocuparse tanto por alguien. Estaba segura que también lloraba porque su pasado era lo que más le aterraba de sí mismo. Harry vivía tratando de esconderse de su pasado. 

"Toda esta mierda empezó hace siglos atrás, yo era un tipo importante junto con Max y Travis, éramos los famosos entre el pueblo. Y había personas malas ¿sabías? Todas esas historias sobre brujas son ciertas, en parte. Había personas que hacían pactos con Satanás y así hacían hechizos y embrujos. Mi familia era una de las familias protectoras más importantes. Nos dedicábamos a ponerle fin a cualquier persona que utilizara la magia negra." Tragó duro. "Pero después de tantos años de práctica, algo salió mal." Hizo una pausa. "Supongo que me metí con la persona equivocada." 

Se quedó en silencio por unos segundos y tras suspirar tres veces y soplar su nariz hacía adentro, volvió a hablar.

"Maté a la estúpida sobrina de una señora vudu, y ella me metió en esta maldición. Matar cuatro personas, una a una no importando si son familiares, amigos..." Su mano tembló levemento sobre la mía. "Maté a mi hermana Lena, a la hermana de Max. ¡Joder! ¿Qué clase de monstruo mata a su propia hermana." Alzó la voz. "Sin poder envejecer, condenado a ver por siglos como las personas que amas mueren y tu no puedes hacer nada al respecto, mas que quedarte una y otra vez solo, repitiendo el ciclo una y otra vez." Su respiración se agudizó. 

Sentía que en cualquier momento desfallecía allí mismo. ¿Dónde había quedado ese frío Harry? Se había esfumado y me encantaba saber que yo había contribuido con eso. 

"Pero entonces llegaste tú, Lena Sparks, y me viste follarme a una tía justo frente a tu casa. El destino es listo ¿cierto?" Casi lo pude ver sonreír. "Y me enoje tanto, una niña chismosa viendo por su ventana. Así que fui hasta tú casa, y te saqué un susto..." Hizo una pausa. "Pero lo cierto es, que desde el principio, llamaste jodidamente mi atención, un chica algo morena y sobre todo guapa no puede pasar desapercibida, y menos Lena Sparks." Rió. "Pero ví tú anillo que marcaba la cruz roja, y comprendí que tú eras la siguiente. Y creí que iba a ser ten fácil, era tu vecino, tan sólo escabullirme en tu casa una noche, y matarte... No sería tan difícil ¿cierto? Pero logré comprender porque decían que la última víctima era la más difícil..." 

No importaba nada, ya no me sentía mal. Quería moverme, abrazarlo, decirle que lo amaba tanto que no dejaría que él me dejara ir. Necesitaba besarlo y asegurarle que estaba bien, que no había por qué sufrir.

"Así que te seguí de cerca, necesitaba estar contigo para asegurarme que tú eras la última. Te seguí a tu colegio y te metí otro susto, te seguía al estacionamiento y te hablaba, te invitaba a salir pensando que lo hacía para estudiarte y salir de la maldición." Rió. "Fui un tonto, tenía miedo de aceptar lo que sentía, lo que sentía por ti..." Respiró. "Pero la verdad era que ansiaba el minuto en el que volvería a verte, en el que nos volveríamos a pelear, en donde vería de nuevo tu hermosa sonrisa y como arrugabas tu nariz cuando te llamaba 'bambie.' Rió dulcemente.

"¿Entonces me amaba?" me pregunté a mi misma. Sonreí internamente.

"Aún recuerdo la vez que hurgaste en mi casa." Rió. "Sabía que estabas dentro, pero quería ver hasta donde podías llegar. Eras la primera chica que no tenía miedo de poner un piso en mi casa, y encima espiar.." Suspiró. "Supongo que esos pequeños detalles hicieron que quedara colado por ti." 

"Pero debes comprender que no podía saber que sentía, si nunca había sido amado por nadie" Continuó. "Todo se complico aquella vez en el restaurante cuando borré tu memoria y lo recordaste. El miedo me invadió por completo, nunca me había sucedido algo así. ¿Cómo mierda era que habías recordado aquello? No quería cometer ningún error, porque si lo hacía: adiós libertad." Suspiró mientras rozaba mi mano tranquilamente. "Así que comenzé a investigar. Después de dias de estar investigando noche tras noche, encontré algo. Tú eras el detonante en la maldición. Un detalle que nunca había considerado. Otra manera de salir de la maldición. Si la cuarta estrella moría por amor, la maldición se rompía, pero ¿quién realmente moriría por mi?" Escuché como psaba una mano por su cabello. 

¿Cuántas veces más podía hablar de ese modo tan erróneo?

"Ahora que te veo allí, tan vulnerable, tan indefensa que podría hacerte lo que sea y no puedes decir nada." Lo sentí soltar una risita. "No sería nada que nunca te haya hecho." Rió. "Sé que me comporto como un verdadero idiota, pero no soy así, no me propongo ser así, no creo que pueda hacerte más daño del que te he hecho y si la vida me puso en tú camino, tiene que ser por alguna razón. Algo bueno tiene que haber en mí. Porque ¿qué tan malo puedo ser si una chica como tu se fijó en mí?" 

Un aleteó se instalo en mi interior. Oh Harry... ¿Por qué no podía decir que me amaba? Quería escucharlo pronunciar dos simples palabras "Te amo" y seria feliz de por vida.

"Y después conocí a tu hermana June, y ahí lo comprendí todo. No era a ti a la que debía matar, sino a June. Contigo sentía aquello porque estabas vinculada a la víctima familiarmente. ¿Pero como mierda iba a matar a tu hermana? Definitivamente no iba a hacerlo, no tendría oportunidad contigo si lo hacía." Rió. "Porque finalmente decidí que era mil veces mejor quedarme bajo la maldición y a tu lado, que fuera de esta y sin ti." 

Algo se rompió en mi interior. ¿Dónde había quedado el Harry seguro y frió de siempre? 

"Prefería verte crecer y ser feliz mientras podía, aunque yo no lo hiciera. Prefería estar a tu lado aunque tu fueras mayor y yo aún fuera joven, prefería estar a tu lado no importando qué. Supongo que era una cosa por otra, elegí al amor a pesar de que lo había rechazado infinidad de veces antes. Elegí al amor, y al elegirlo, te elegí a ti." Respiró. "Te elegí a ti Lena Sparks." 

Oh dios mío. Oh dios mío. 

¿Cómo le hacía saber que podía escucharlo pero no reaccionar de alguna manera? Me sentí mal por eso. Debía respirar más fuerte o algo para avisarle que lo escuchaba. Debía mover la mano, la ceja, apretar los ojos con fuerza, algo debía hacer.

No me había detenido a pensar en cómo estaría físicamente. Debía estar pálida y con mi brazo moretoneado por la aguja del suero. De seguro mi cabello era un completo desastre y mis labios estaban resecos y partidos. Capaz eso no era lo peor. No tenía que pensar solo en eso, Harry no me había dicho nada de mi apariencia, al parecer, no le molestaba estar con un monstruo postrado en una camilla.

Se quedó callado por más de veinte minutos y luego me soltó la mano para retirarse. El sólo echo de pensar que él no estaba a mi lado, que no podía escuchar su voz, me atormentó. Sentí la cadena del baño ser tirada y mi respiración volvió a la normalidad. No podía seguir postrada en esa cama, debía hacer algo más que respirar. Se sentó de nuevo a mi lado y esta vez, apoyó la cabeza sobre la camilla. Buscó mi mano y la tomó nuevamente.

"Cada día estoy más convencido de que has llegado a mi vida para hacerme feliz." De seguro había sonreído. "Recuerdo cuando te llevé a jugar billar conmigo. Te veías tan bien tratando de comprender como se jugaba." Rió. "También recuerdo como te escabulliste de la escuela conmigo para esquiar, apestas esquiando, por cierto." Quería darle un puñetazo en la cara por eso, me reí internamente recordando el momento.

Esos recuerdos se habían aferrado a mi corazón, sin siquiera saberlo. Harry había llegado a mi vida, y, a pesar de todo, seguía aquí, a mi lado. 

"También recuerdo cuando estabas ansiosa por respuestas en la escuela, y yo te llevé por la carretera pero chocamos. Casi muero del susto al creer que de verdad habías muerto. Dios, si tan sólo hubiera sabido que no podías morir a menos que..." Se interrumpió. "En este momento tampoco estaría espantado si no hubiera sido porque tu misma te disparaste ese tiro." Suspiró y acarició mi brazo delicadamente.

"¿Sabes? Esos momentos, por más insignificantes que parezcan, no los cambiaría por nada del mundo." Hizo silencio un momento. Sentí como sus labios rozaban delicadamente mi oreja. 

"Te amo Lena Sparks." Susurró. "Te amo como nunca he amado a alguién en mi vida." 

Pero antes de poder procesarlo... 

... la espesa negrura me consumió de nuevo por completo. 









Curse || editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora