Karmel me ha regalado una bufanda cerrada de lana gris. Dijo que ese color me queda, que combina con mis ojos calipsos. No sabía que tenía los ojos calipsos, solo sé que para el frío que empezó a acontecer está ideal.
La universidad tuvo una fuga de gas en uno de los campus más grandes, por lo que hicieron una evacuación que llegó hasta la tele. El perímetro de mi facultad estaba encintado en su totalidad, y suspendieron las clases de la tarde.
Terminaría con la pequeña que estaba atendiendo y simplemente me iría a casa.
—¿Ha sacado sangre? —me preguntó la rubiecilla sentada en la camilla.
—Ajam —asentí—, mutuamente con un compañero.
—¿Cómo?
—Él me sacó a mí y yo le saqué a él.
—Aaah... ¿Ha visto un muerto?
—Síp. Muchas veces a los enfermeros nos llevan a la morgue —dije—. Quédate quietecita —le pedí y comencé a amarrar el improvisado cabestrillo en su bracito. La niña se había lastimado ayer jugando en el pasamanos, llegó a la enfermería llorando por el dolor, tenía el yeso muy mal puesto, pero después de acomodárselo y consolarla un rato pude tranquilizarla.
—¿Y cómo es?
—Entre nos... —dije con tono de misterio, ella se emocionó y abrió los ojos con expectación—, asombroso —susurré y sonrió ampliamente.
—Genial —dijo—. ¿Qué ha sido lo más loco que ha visto?
—Mmm... —pensé, mientras me esforzaba en que la tela quedara bien, y analizaba si realmente contarle ya que podría ser demasiado fuerte para su sensibilidad, pero me había estado preguntando sobre sangre y viseras hace rato así que no me preocupé tanto—. Una vez llegó al consultorio un hombre desmayado, se había cortado dos dedos. Nunca olvidaré como gritaba su hija, los dos estaban muy ensangrentados.
—Asombroso —dijo mientras le brillaban los ojos. Sonreí y terminé por anudar la tela—. ¿Y qué hizo?
—¿Yo? —pregunté y ella asintió enérgica—. Pues nada —suspiré haciendo una mueca y encogiéndome de hombros.
—¿Nada? —dijo decepcionada.
—No podía. Por más que quisiera nunca dejarían a un enfermo en práctica interferir —expliqué y ella asintió.
—¿Y si a algún niño le pasa algo parecido al caballero?
—En ese caso, si no puedo ayudar más de mis conocimientos y experiencia debo derivarlo inmediatamente a la clínica. Ya tuve problemas una vez por querer hacerme el héroe —dije, ofreciéndole la mano para que se bajara de la camilla.
—¡Oh, gracias! —dijo maravillada mirando los resultados de mi trabajo—, seré el centro de atención al menos por una semana —dijo y me reí—. ¿Me firmaría el yeso? —me pidió y yo asentí. Agarré un marcador azul del escritorio y me puse de cuclillas.
—Mmm, ¿cómo le ponemos?
—Mmm —me imitó y sonreí enternecido—. Del mejor enfermero, para Sami —dijo y sonreí. Autografié su yeso y le agregué una carita feliz.
La pequeña Samanta se fue y comencé a arreglar mis cosas. Le mandé un mensaje a Noni diciéndole que nos juntáramos en la salida y nos fuéramos a casa juntos. Joni se quedaría en su práctica hasta tarde y Karmel lo pasaría a buscar después de hacer entregas.
El Pelirronanja se ha pasado una semana entera demasiado distante, aún más de lo usual. Noni siempre es muy inexpresivo, y siempre confundo esa pasividad en su rostro con tristeza o amargura, pero ahora sí podía dar por seguro su decaimiento. Ha pasado muchísimo tiempo preparando las plantas que venderá, como si solo existiese esa única actividad. Yo no lo veo durante la tarde, pero por lo que me ha contado Karmel, al llegar del colegio ha estado prácticamente yendo a encerrar al huerto. La noche del día en el que ese rugbista le estaba discutiendo y yo interferí, hablé del tema con Karmel a solas en la cocina, ella me dijo que Noni le había contado, y aunque me agradeció muchísimo y quiso escuchar mi versión de lo que yo había presenciado, en un momento sentí que estaba evitando darme algún tipo de explicación. Pero no insistí.
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Sigue el camino de las hormigas
Teen FictionWest estudia enfermería y trabaja, pero a un costo que es preferible abstenerse de explicar. Es buena persona, pero su apariencia similar a la de un reo no es de mucha ayuda. La persona que más amaba murió. Y no sabe del paradero de su hermana hace...