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Había quedado con Levi de que tendríamos una reunión privada en la sala de juntas de la constructora. Al menos sería en un lugar donde prácticamente hay más gente.
El fin de semana lo pasé junto a Porco, también le había mencionado que tendría la reunión con Levi en la noche del lunes para que no se preocupara en caso de no contestarle las llamadas, él lo entendió perfectamente y me dijo que si necesitaba que fuera por mí al terminar aquella reunión, podía llamarlo.
Divino.
Todo ese día estuve algo ansiosa, no tenía mal presentimiento pero no podía evitar sentirme preocupada hasta tal punto de llamarle a Mikasa y explicarle la situación. Ella me dijo que todo estaría bien, confiaba en mí y sabría cómo sobrellevar la situación, de todas formas estaría al pendiente de la reunión por cualquier cosa.
6:38 pm
Iba ocho minutos atrasada de la hora que habíamos quedado y todo porque estuve dando vueltas por la oficina, aunque podía verme fuerte y segura por fuera, por dentro era un manojo de nervios.
Al salir del ascensor, me acerqué a paso lento hacia la puerta de la sala de juntas. Toqué ligeramente la puerta con algo de timidez y escuché la voz de Levi permitiéndome pasar.
—Buenas noches, señor Ackerman —saludé sentándome en una de las sillas frente a la amplia mesa.
—Buenas noches, Charisse —dijo sin siquiera voltear a verme, estaba parado junto a la ventana mirando hacia afuera.
—Disculpe la tardanza... —Me interrumpió.
—Supongo que aún es difícil para ti.
Arqueé una ceja.
—¿Qué cosa se supone que es difícil?
—Nada, olvídalo —se acercó a una de las sillas y se sentó quedando frente a mí—. Bien, ¿dónde estudiaste?
Y así transcurrió el tiempo, las preguntas fueron meramente laborales, escolares y sobre mi experiencia en el ámbito, nunca hizo alguna pregunta personal y eso de cierta manera me tranquilizaba y se lo agradecía.
