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Era sábado por la tarde, Mike y Nanaba nos habían invitado a una reunión en su casa así que Porco y yo nos estábamos preparando para ello, un pantalón de tiro alto y un crop top fue lo que elegí.
—Me gusta combinar ropa contigo —dijo arreglándose el cabello. Mi camisa y la de él eran del mismo color.
—¿Ah sí? Compraré croptops para ti también entonces.
—No le veo el problema, luciré increíble.
Negué riendo y terminé de maquillarme, pocos minutos después ya estábamos ambos listos. Salimos del departamento y bajamos a la recepción para salir del edificio y entrar al auto de Porco.
El camino fue silencioso, pero me sentía completamente nerviosa. No había visto a Levi después de aquella charla en su oficina cuando acepté darle la oportunidad pues él tenía bastante trabajo y había salido de la ciudad por un par de días, aunque nos manteníamos en contacto por celular. Pero era muy distinto mandarle mensajes que verlo en persona.
—¿Estás bien? —Me preguntó Porco sacándome de mis pensamientos.
—Sí, es sólo que estoy un poco ansiosa.
—¿Por qué lo estarías?
Me encogí de hombros.
—No lo sé.
Llegamos a la casa de los anfitriones, ya habían varios autos estacionados en la acera y eso significaba que Porco y yo volvíamos a llegar tarde a una reunión.
Al bajar del auto, noté el auto de Levi estacionado delante del coche de Mikasa, no pude evitar sentirme nerviosa otra vez aunque Porco me tomara de la mano.
Nos detuvimos en la puerta de entrada y tocamos, pocos instantes después una de las mujeres de servicio nos atendió. Cruzamos el jardín y entramos a la casa.
—Los invitados están en el patio trasero —dijo la mujer—. Acompáñenme.
La seguimos por detrás y llegamos a donde estaban todos reunidos.
