ʿ𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟒𝟗ʾ

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Los días de trabajo como asistente del gerente de Relaciones Internacionales eran como lo esperaba, muy pesados

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Los días de trabajo como asistente del gerente de Relaciones Internacionales eran como lo esperaba, muy pesados. Siempre había muchísimos pendientes qué hacer, pero me gustaba hacerlo. No salía del piso número nueve, siempre estaba acompañando al licenciado Nickolas en sus deberes.

Era un hombre bastante callado, trabajador, dedicado y sobre todo estricto pero demasiado desorganizado.

Básicamente los primeros días me dediqué a ayudarle a acomodar todo el desorden que había en la oficina. Mientras él estaba ocupado con su computador, yo acomodaba cada documento para dejar libre el otro escritorio que claramente también le era útil.

—Todos estos documentos voy a mandarlos a archivo, aunque no son recientes pueden ser útiles por eso pediré que los pongan en un lugar apartado —dije tomando en mis manos aproximadamente siete carpetas de documentos.

Ignoró lo que dije pues estaba con su computador trabajando, en cambio, aún con su mirada en la pantalla cambió el tema.

—¿Ya llegó la lista de las personas que asistirán al congreso?

—Si, licenciado. Llegó esta mañana, la lista de los que se inscribieron llegará dos días antes de que inicien las conferencias.

—Bien, entonces hay que enviar esas tarjetas de invitación lo más pronto posible.

—Claro que sí, señor. Mañana mismo comienzan a entregarse.

El pelinegro asintió mirándome por unos instantes y luego regresó su vista hacia el computador, no volvió a decir palabra alguna pues ambos teníamos trabajo qué hacer.

Después de la hora de comida se nos solicitó a ambos en la sala de juntas después de la reunión que tendrían algunos empresarios y directores de casas constructoras con el presidente de la Asociación.

Tomé mi bloc de notas, mi tableta electrónica y salí junto a mi jefe hacía el ascensor donde él no había dejado para nada su celular, pues estaba con un asunto importante del congreso que se haría en un par de semanas. Mientras él estaba concentrado en su celular yo iba al pendiente del elevador así que al darme cuenta de que las puertas se abrirían pronto en el piso al que nos dirigíamos, llamé la atención de mi jefe, él simplemente levantó su vista por unos instantes hasta que salimos de aquel cubículo y caminamos hasta la sala de juntas.

𝐓𝐎𝐃𝐎 𝐂𝐀𝐌𝐁𝐈𝐎́  ━━𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora