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Besaba mi cuello lentamente provocándome mil y un sentimientos por lo que cerré los ojos ante sus caricias. Mi piel se erizó al instante y pequeñas corrientes eléctricas cruzaban por todo mi cuerpo.
Mi tía tenía razón, Levi era de esos hombres irresistibles, y después de haber estado evitando que esto sucediera otra vez, había vuelto a caer en el mismo lugar.
Pronto, sus besos se detuvieron así que abrí mis ojos. Levi se había alejado un poco de mí para quitarme la chaqueta de mezclilla y después la blusa dejándome sin nada además del sostén, con sutileza acarició mis hombros y procedió a besarlos apegándose a mí. Rápidamente sentí su creciente bulto haciendo presión en mi piel provocando que mi libido aumentara drásticamente.
Mientras él estaba tan concentrado en besar mi piel, yo bajé mi mano derecha hasta llegar a su parte íntima y comenzar a acariciarla por encima de la ropa sacándole unos cuántos suspiros calientes que chocaban contra mi piel desnuda.
Pronto, aquellos suspiros se convirtieron en jadeos que me pedían a gritos que fuera más allá de unas simples caricias.
Sin pedirle permiso me hinqué frente a él y desabroché su pantalón para después bajarlo junto a su ropa interior dejando su miembro al aire y justo frente a mí.
