Ramé // Reborn x Tu

Capítulo 7 "Invitación"

Desperté más temprano de lo habitual para ser un sábado. Usualmente despertaba cerca del mediodía. Los días viernes eran los días más agotadores de la semana y aquellos donde llegaba más tarde a casa, lo que provocaba que los días sábados solo quisiese estar en la cama.

Comencé mi día ordenando un poco mi cuarto para posteriormente darme una ducha y vestirme cómodamente. Me quede mirando un rato en el espejo del baño que colgaba en la puerta de esta, cepille mi cabello mientras pensaba que debía comprar algún producto que mantuviese las ondas que se formaban en mis puntas en calma y no en aquella constante rebeldía.

Ya lista, salí hacia la cocina dispuesta a prepararme el desayuno, no tenía mucha hambre así que solo me preparé un café con leche y saqué algunas galletas de chocolate de uno de los estantes.

Cuando me senté en la pequeña mesa del departamento y comencé a tomar mi desayuno, mi mente no pude evitar recordar lo pasado anoche. Mis mejillas volvieron a ser poseídas por aquel color carmesí simplemente de la vergüenza que aún sentida. ¿Qué haría cuando Reborn saliese de su cuarto? Sin duda la mejor opción que veía en este momento era simplemente actuar como si nada hubiese pasado. No podía seguir demostrándole lo nerviosa que me ponía o las cosas se podrían tornar incómodas.

Pero la real pregunta que atormentaba mi mente era si lo pasado anoche me había gustado. Durante este mes de convivencia nunca habíamos tenido una cercanía similar. Era la primera vez que nuestros actos podían ser interpretados más allá de una simple convivencia o una cercana amistad. Era la primera vez que alguien pedía permiso para poder tocarme y la primera vez que aceptaba sin ninguna duda, al contrario, deseaba que lo hiciera. Revivir el recuerdo en mi mente me llevaba a más y más cuestionamientos sobre lo que anhelaba.

¿Me había gustado? Sí...
¿Quería que se repitiese? Sí...
¿Me sentía atraída por Renato? ...
¿Quería ir más allá con él? ...
¿Renato me quería? ...Posiblemente...
¿Era alguien especial o se comportaba así con todas sus amigas?...

Todo aquello me estaba dando una ansiedad tremenda, que ni siquiera había notado que me había comido las galletas por completo y aún quería más. Me levanté y me dirigí nuevamente hasta la cocina para sacar el segundo y último paquete de aquellas deliciosas y chocolatosas galletas cuando la puerta de Reborn se abrió. El sonido de la puerta me sorprendió y le hizo voltear bruscamente, cayendo las galletas al piso. De la habitación salió el de barba ya duchado y vestido semiformal, con unos jeans negros adecuados para la camisa blanca sin corbata que llevaba.

-Buenos días- Dijo al verme.

-Buenos días- Respondí sin apartar la mirada de su andar, apreciando lo bien que se le veían las camisas.

-Es extraño que estés despierta tan temprano un sábado- Me comentó mientras entraba a la cocina y prendía la cafetera- Siempre soy yo el que despierta primero- Cuando dirigió su mirada hasta mí, se percató del paquete de galletas en el suelo, se agachó a recogerlo y me lo extendió.

-Gracias- Pronuncié, mientras tomaba el paquete pude sentir el tacto de sus cálidas manos, lo cual provocó una sonrisa en mi rostro- No pude evitar despertarme temprano hoy- Respondí mientras me acercaba nuevamente a la mesa- Es que estoy muy emocionada por acompañarlo a hacer la compra señor- Dije con burla- Qué no he podido dormir incluso...

-Pues claro que estás emocionado, si iras de compras con el mismísimo Dios- Rodé los ojos antes su comentario, siempre me pareció gracioso el ego desmedido que tenía- Que no hagas eso...

Me gustaba que las cosas fluyeran de esta manera, como si nada hubiese pasado anoche. Cuando su café estuvo listo, Reborn se sentó junto a mí dispuesto a desayunar antes de salir.