Desperté cerca de las once de la mañana. Me senté en la cama mientras bostezaba y me percataba de que me encontraba sola en la habitación. Me levanté y me dirigí al cuarto de baño para asearme antes de levantarme.
Cuando salí del cuarto de baño, Thor me esperaba en la puerta.
-¿Que pasa pequeño? ¿Papá no te ha dado comida aún? - Le pregunte mientras me agachaba para tomarlo entre mis brazos, ya no llevaba aquel pequeño suéter porque la calidez de la casa lo hacía sofocarse.
Llamar a Renato como el padre de Thor me convertía en su madre, lo cual nos hacia una familia algo disfuncional pero divertida. Aunque debía admitir que llamar papá a Renato me producía cierta sensación en el estómago que aún era incapaz de representar con palabras.
Ya lista, baje las escaleras de aquella acogedora casa con Thor entre mis brazos dispuesta a alimentarlo.
-Buenos días, Samantha- Escuche a la madre de Renato mientras bajaba las escaleras.
-Buenos días, señora Inés ¿Cómo ha dormido? - Pregunte tratando de ser lo más correcta posible. Desde que conocí a la familia Vítale, todos se había comportado muy amables conmigo. Desde la matriarca hasta la pequeña chiquilla Clara, la cual me invitaba a jugar con sus muñecas mientras intentaba hablar español conmigo; la niña habla como tres idiomas y pensar que yo a su edad hablaba un muy mal español.
-Bien querida, espero que tú también, aunque lo dudo por esa vieja cama- Junto a Renato estábamos compartiendo su vieja cama en su antiguo dormitorio el cual estaba decorado con posters de antiguas películas junto a un par de estanterías con viejos vinilos y algunos libros en diversos idiomas.
-No tiene de que preocuparse, al despertar Renato no estaba ¿Sabe dónde fue? - Pregunte mientras me acercaba a uno de los estantes y le servía en un platillo la comida a Thor para luego ir a sentarme junto a ella en la pequeña mesa de la cocina dispuesta a servirme un té simple.
-Salió con Camile al mercado, no debe tardar- Contesto mientras me extendía un trozo de pie de manzana del supermercado.
Unos pasos interrumpieron nuestra platica. El padre de Renato, Giuseppe, entraba por la puerta que daba con la cochera mientras se limpiaba las manos con un trapo; por lo que recordaba estaba arreglando la bicicleta de Clara.
-Buenos días- Dijo acercándose a la mesa y regalando un suave beso en la mejilla a Inés.
Transcurrido los días en Italia había aprendido ciertas cosas de la familia Vítale. La señora Inés es francesa y el señor Giuseppe es italiano, ambos se conocieron en un viaje a Berna. Se enamoraron, se casaron y comenzaron a vivir juntos en Italia, donde habían tenido a Reborn y posteriormente a Camile. Por cosas de trabajo se mudaron a Estados Unidos unos años para luego volver a Italia cuando Reb tenía unos 16 años, años complicados al parecer por lo que él y su padre comenzaron a tener varias discusiones. Giuseppe, por lo que dice Camile, era bastante estricto y exigente con Renato castigándolo a menudo en su despacho obligado a leer algún libro del cual su padre le hacía preguntas para asegurarse de que había entendido lo leído.
Camile quedo embarazada cuando tenía 17 años y le contó entre lágrimas a su hermano que, en ese entonces, su pareja no se haría cargo del bebe, un acto inaceptable para el Renato de 22 años.
Esa noche Reborn la paso en un calabozo de la policía local luego de golpear al tío que había dañado a su hermana, sin embargo, la familia no colocó cargos en su contra, ya que apoyaban a Camile en esta complicada situación, además que ser hijo de un ex capitán de ejercito le daba cierto beneficio. Pensar en Renato golpeando a la ex pareja de Camile me hacía pensar en la noche que golpeo a Santo Domingo, sin duda sabía lo que hacían sus puños.
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Ramé // Reborn x Tu
Fanfiction"Ramé, algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo" Cuando Samantha se mudó a España, esperaba que su vida cambiara para mejor, terminar la universidad y convertirse en una periodista reconocida; pero la vida le daría un giro de 360 grados al ser...