Ramé // Reborn x Tu

Capítulo 31 "Bofetada"

Estaba utilizando un traje negro acompañado de una camisa blanca. ¿Quién cojones trae un traje a un centro de esquiar? Ni siquiera Renato había traído uno.

-¿Qué paso? ¿Mi belleza te ha dejado sin palabras? - Preguntó altanero, sin embargo, no dejaría que me pasara a llevar tan fácilmente.

-No, es que el olor de tu asqueroso perfume me ha provocado náuseas y estoy tratando de no vomitar en tus zapatos. Aunque de seguro quedarían mejor con aquella decoración- Respondí sin aparatar mi vista de la suya.

Su sonrisa se borro al instante y frunció el entrecejo. Yo le di una sonrisa sarcástica antes de voltearme y tratar de caminar hasta Mara que se estaba acercando, pero Santo Domingo me detuvo sosteniendo mi muñeca.

-¿Qué cojones haces?- Pregunte con molestia.

-Tu y yo tenemos una conversación pendiente.

-No tengo nada de conversar contigo, provocaste que me despidieran- Le respondí frunciendo el ceño.

-Diste vuelta un café en mis pelotas.

-Y lo volvería hacer.

-¿Sam? ¿Está todo bien? - Preguntó Mara acercándose hasta nosotros. Antes de que pudiese responder, la mano que me sostiene la muñeca me apretó mucho mas fuerte provocando que mirara a Santo Domingo algo asustada. Acerco su cara a mi oreja dejándome inhalar su pestilente aroma a alcohol.

-Dile a tu amiga que se vaya antes de que esto se vulva mas violento- Su voz sonó tan sería que me provoco escalofríos.

-Si- Respondí tan rápido que hasta yo me impresione- Tu Adelántate, voy en un momento- Respondí nerviosa esperando que entendiera mi indirecta.

Mara me quedo mirando sorprendida, pero asintió levemente antes de marcharse a paso lento. Antes de doblar por el pasillo, volteo su vista hasta mi en el momento justo en el que era jalada por Santo Domingo dentro de un cuarto. Dios, solo espero que le avise a alguien...

Me soltó bruscamente provocando que retrocediera un par de pasos mientras trataba de alejarme de él. Nos encontrábamos en el cuarto de baño para hombres.

Santo Domingo cerro la puerta con llave y me miro amenazante.

-Me debes un disculpa- Dijo con descaro.

-¿Yo te debo una disculpa?- Pregunte incrédula tratando de mantenerme tranquila esperando que Mara llegase pronto.

-Claro, me volteaste un café encima cuando te traté como un caballero y te ofrecí grandes cosas.

-¿Un caballero? ¿Cuál cojones son tus conceptos de caballerosidad? Y quien mierda te dijo que yo quería la mierda que me ofrecías. Aunque no lo creas, no todos estamos interesados en tu asqueroso dinero y mucho menos en tu asquerosa presencia.

Su mirada se veía enfurecida y parecía que quería maldecirme en ese preciso momento, pero no me detuve.

-Me tocaste el trasero con descaro. Y luego de defenderme hiciste que me despidieran, ¡Casi quede en la calle por tu culpa! Si no hubiese sido por-

-¿Por quién?- Dijo interrumpiéndome alzando la voz- ¡¿Por aquel niñato de mierda con el que te acuestas?!- Lo mire sorprendida por su comentario- ¿Crees que no te vi? Como el gilipollas ese te besaba tratando de marcar su territorio. Es obvio que ya le abriste las piernas al muerto de hambre ese- No lo deje terminar.

No se en qué momento me acerque lo suficiente hasta él, pero libere mi rabia directamente contra su mejilla. Mi mano se estrello en su cara con tal fuerza que provoco que la volteara y la palma de mi mano ardiera.