Al entrar al departamento, el nudo de mi estomago no desapareció. Sentí la necesidad de ocultarme tras Reborn, pero no lo hice, me refugié mentalmente en la calidez de su mano entrelazada con la mía.
Comenzamos a avanzar y pude ver como faltaban algunas cosas dentro de casa, a pesar de estar ordenada, no sentía aquella calidez que la caracterizaba. Solté suavemente la mano del hombre de barba para acercarme hasta mi habitación. La puerta de esta ya no existía y desde su marco podía notar como faltaban varios de mis objetos.
-Robaron tu laptop y algunos libros- Mencionó el de barba a mi espalda, yo solo asentí- Deberías descansar, fue lo que la enfermera recomendó- Continuó.
-No quiero entrar- Conteste con mi vista aun dentro de la habitación. Sonara estúpido, pero mirar hacia la puerta de baño me provocaba nerviosismo y ansiedad.
Reborn no dijo nada, volvió a tomar mi mano y se dirigió hasta su cuarto. Una vez dentro me hizo una seña para que me recostase sobre su cama, a lo cual accedí. La habitación del castaño se veía un poco desordenada, pero seguía siendo su habitación, con sus cosas en el mismo lugar que noches atrás y con aquel, ahora leve, aroma a tabaco.
- ¿Quieres que te traiga algo de tu habitación? - Me preguntó.
-Si pudieras traerme algo de ropa, te lo agradecería- Respondí. Seguía llevando la misma ropa del día anterior, y esta poseía algunas manchas de sangre. Mi compañero asintió para luego retirarse.
Pasado unos minutos, el castaño regreso con algunas de mis prendas en sus manos, entre ellas mi pijama.
-Creí que estarías más cómoda con él- Mencionó al entregármelo- Puedes usar la ducha de mi cuarto si lo necesitas- Comentó- Pediré algo para comer- Terminó para salir de la habitación y darme mi espacio mientras me cambiaba.
Decidí darme una ducha y así relajarme un poco. El cuarto de baño de Reborn era un poco mas amplio que el mío, y mantenía aquella esencia oscura de su cuarto.
Luego de una larga y relajante ducha, me vestí con mi pijama y salí del cuarto de baño con mi cabello aun húmedo. Me senté en el lugar de la cama que siempre utilizaba, con mi espalda apoyada en el respaldo. Entre mis pertenencias, Reborn había dejado mi celular así que comencé a revisar las notificaciones que tenia junto con mis redes sociales.
Debía avisarle a Danae de lo sucedido, si se enteraba por alguien más me mataría. Abrí el chat con mi amiga y envié un detallado mensaje contándole los acontecimientos del día anterior. Ella no tardó en responder preguntando si necesitaba compañía, a lo que me negué diciendo que prefería estar sola por hoy. La verdad no quería recibir visitas.
La puerta de la habitación se abrió con lentitud mostrándome un cansado Renato que traía consigo unas bolsas con lo que supuse era el almuerzo. Ingreso a la habitación en silencio y se recostó a mi lado para entrégame uno de los empaques dentro de la bolsa.
- ¿Cómo te sientes? - Preguntó con suavidad.
-Cansada aun la verdad, creo que el medicamento es muy fuerte- Respondí mientras abría mi porción de comida china que Reborn pidió para mí.
-Comer te hará sentir mejor- Mencionó mientras acariciaba con suavidad una de mis manos.
-Tu deberías descansar también- Me voltee a ver sus ojos cansados- Tienes unas ojeras tremendas...
-No quiero dejarte sola con tu pensamientos- Contestó mientras comenzaba a comer. El comentario me provoco una leve risa.
-Te propongo algo- Continué mientras el me observaba con interés- Luego de comer, te darás una ducha, vendrás aquí nuevamente y dormiremos una siesta.
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Ramé // Reborn x Tu
Fanfiction"Ramé, algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo" Cuando Samantha se mudó a España, esperaba que su vida cambiara para mejor, terminar la universidad y convertirse en una periodista reconocida; pero la vida le daría un giro de 360 grados al ser...