Ramé // Reborn x Tu

Capítulo 35 "Reunions"

Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. 09:50 hrs.

Los aeropuertos eran algo rutinario en mi vida, estaba acostumbrado, debido a mi anterior trabajo, a realizar grandes y pequeños viajes donde debía cerrar asociaciones para la empresa y crear nuevos contratos. Las grandes cantidades de personas, las largas filas, el ruido constante y estar dos horas sentado en aquel lugar esperando mi vuelo no me era del todo desagradable. 

Sam y yo nos encontrábamos sentados en aquellas butacas de metal que se encontraban entre los pasillos del aeropuerto con el fin de esperar nuestro vuelo. Ya habíamos dejado nuestras maletas, y el pequeño Thor se encontraba dentro de su bolso de traslado, habíamos decidido llevarlo con nosotros hasta la casa de mis padres para que no pasara tan tiempo solo, sin embargo, por consejo del veterinario lo tendríamos que sedar para que no sufriera mucho estrés durante el vuelo. 

A pesar de mi hábito a las aeronaves, sus retrasos y sus inconvenientes, me encontraba especialmente nervioso. Esta  ocasión era diferente en todo sentido a mis anteriores vuelos. No visitaba la casa de mi madre hace más de 3 años, no los veía prácticamente en la misma cantidad de tiempo, solo nos comunicábamos por llamadas cada cierto tiempo. Con mi hermana las visitas eran mucho más expeditas, aun así nuestro último encuentro había sido yo yendo a visitarla hace ya más de un año. Aunque Camile ya no vivía con nuestros padres, podría asegurar que ella estaría en casa en cuanto llegara, más si había traído a Sam conmigo. 

Ahora mi embarque no me llevaría a consultar cosas del trabajo, por el contrario, llevaba a quien consideraba la persona más importante en mi actual vida a conocer a las personas mas importantes de mi anterior vida. 

Presentar  a Sam con mi familia era un paso importante para mí. Jamás había presentado a ninguna de mis anteriores parejas, jamás le comenté de alguna de ellas a mi madre, pero con Sam las cosas fueron diferentes. Llevarla al lugar donde crecí era lo más íntimo que podría mostrarle alguna vez, cada lugar de esa casa tenía una historia que contar que me dejaría al descubierto entregando de esta manera cada detalle de mi vida. 

Mientras yo divagaba en mi mente, Sam aparentaba que leía su libro de fantasía a mi lado. Sabía que no estaba haciendo tal cosa porque llevaba casi 10 minutos con el libro abierto en la misma página sin hacer ningún movimiento. Estaba nerviosa, lo noté cuando comenzó a invadirme de preguntas ¿Cómo es tu madre? ¿Cómo debo referirme a ella? ¿Debo ir vestida de alguna forma en especial? 

Sus preguntas me parecían tiernas, pero a su vez me ponían nervioso, no sabia como reaccionaria mi familia frente a ella y menos como reaccionaria Sam frente a mi familia. Entendía su inquietud, jamás le comenté nada sobre ellos; pero no lo hice tratando de ocultar algo, solo no se dieron los momentos adecuados.

-¿Estás bien?- Le pregunté mientras colocaba una de mis manos sobre su pierna. Esto sacó a Sam de su transe y desvió su vista hasta que chocara con la mía. 

-No. Estoy acojonada- Solté una leve risa por su respuesta mientras que mi brazo izquierdo la rodeaba por la cintura y la acercaba más a mí. 

-Debes estar tranquila, todo saldrá bien...

-¿Y si no les caigo bien?- Preguntó con un leve puchero.

-Les caerás de maravilla, solo debes ser tu misma, actuar como siempre y todo estará solucionado-

-Pero estoy asustada, y cuando estoy asustada hablo muy rápido y comienzo a mover mis manos exageradamente y y y comienzo a  contar cosas que nadie me pregunto o incluso a hablar conmigo misma ¿Y si parezco loca? O digo un comentario fuera de lugar y tu madre termina odiándome y-

-Ya basta- Dije colocando mis manos sobre sus hombros haciendo que me mirase directamente- Estas hablando excesivamente rápido y no estoy entendiendo bien lo que dices pero escucha Sam, te lo diré solo una vez y espero que te calmes ¿Si? - Ella movió su cabeza de arriba abajo sin apartar su vista- Me gustas- Dije simplemente.