Gate: Un nuevo Imperio En Falmart

Escape a Itálica

En la mansión de la princesa Piña había un gran alborotó, hombres mujeres y niños estaban en el interior del edificio escuchando los estruendos de la batalla, las caballero disparaban contra los soldados que Zorzal envió manteniéndolos a distancia mientras un muro de escudos de los guardias del palacio estaban impidiendo cualquier paso.

Bozes demostró ser una líder competente, habían ordenado que cavaran trincheras alrededor de la entrada y cualquier intento de invasión terminaba con los soldados caminando en lineal recta hacia una fila de mosquetes y filas que los hacían caer como moscas, los guardias del palacio que eran fieles a Piña avanzaban sobre los soldados enemigos cuando las caballero dejaban de disparar y usaban sus espadas.

Mientras se desarrollaba la batalla fue que a lo lejos la líder temporal de la Orden de Caballeros vio como se acercaba Piña con un grupo de al menos 300 guardias del palacio, los Guardias del Palacio eran la elite del ejercito por lo que eran un refuerzo significativo del que ahora seria el ejercito de la princesa.

Al llegar a la mansión Piña de inmediato se puso a dar ordenes a todos los presentes para asegurarse de resistir los ataques que lanzaría Zorzal, había miles de legionarios en Sadera y si decidían quedarse a luchar perderían al quedarse sin recursos, la única opción era ir al lugar donde eran completamente leales a ella.

Piña: cierren todo y preparen cualquier vehículo disponible, tenemos que irnos de Sadera hacia Itálica —La joven tenia una venda en el hombro y el brazo en un cabestrillo improvisado con un trozo de tela— si nos quedamos todos vamos a morir, también necesito ir por mi padre al palacio 

Bozes: perdón por contradecirla princesa, pero si usted vuelve al palacio en esa condición no creo que pueda hacer mucho, solamente Terranova pudo tomar el control del palacio y nosotras carecemos de los medios para ir por él emperador —La amiga de la princesa tenia razón en que era una tarea imposible para ellas, no tenían suficiente armamento y necesitaban recuperar sus fuerzas— 

La princesa se sentó en una silla dejando que el medico de su orden revisara la herida de su hombro, mientras todos estaban trabajando para irse Bozes escucho pasos acercarse y se sorprendió al ver a Sasha en la mansión de la princesa, no entendía como logro atravesar el campo de batalla, pero despues recordó que era el hombre que destruía murallas como si fueran de papel.

El joven de cabello rubio camino hasta la princesa y se hinco en una de las rodillas, aunque aun en esa posición era lo suficientemente alto para ver a Piña a los ojos, al ver esto todos recordaron que ellos dos estaban en una relacion, era incomodo para muchos debido a que podía mal interpretarse en que Terranova estaba manipulando a Piña.

Sasha: e venido aquí para saber del estado del emperador Molt Sol Augustus, el emperador Ezra supo que alguien atento contra su vida y por esa razón me envió para ofrecer los servicios de los mejores médicos de Terranova —La expresión seria de Sasha era seria aun al ver a la princesa en ese estado, pero no sedería a sus emociones—

Piña: mi padre se encuentra en el palacio muy enfermo, pero dudo que mi hermano acepte que lo vean los médicos de Terranova —Al ver presente a Sasha la joven tuvo una idea de que podría hacer ahora para llevarse a su padre— ¡Todos fuera!

Las personas no tardaron mucho en retirarse dejando a los los jóvenes solos, esperaron algunos segundos y Sasha se sentó en una de las sillas, Piña se acerco a su pareja y tomo su mano, la situación era complicada para ellos debido a que los resultados de su relacion podría ser problemática para los dos, a Sasha le costaría su puesto como embajador y a Piña su posición como heredera al trono.

Sasha: cuando lleguen a Itálica podrás ser atendida por nuestros médicos, me dijeron que no podemos usar nuestros trenes para llevarlos a Itálica debido a que posiblemente los usaremos para transportar tropas —Se cruzo de brazos y suspiro un poco cansado, era agobiante tener que esperar a que alguien negociara con Japón para no reanudar la guerra— lamento no poder hacer nada