Gate: Un nuevo Imperio En Falmart

Ultimátum a Japón

Las personas mas poderosas de Falmart estaban reunidas en un pequeño salón de té en el castillo de Lady formal, a la cabeza estaba Ezra, el emperador que había buscado el progreso de su imperio pero sin dañar a sus vecinos, el tenia la visión de que en algún punto podría evitar que ese mundo se destruyera como el mundo de donde venían.

A su derecha se encontraba Katerin una joven rusa de baja estatura y tierna en apariencia, pero también era la mujer mas mas despiadada de Terranova y la líder de la Policía Secreta, hacia su labor de eliminar rebeliones, espionaje y supresión de traidores con una cruel y perturbadora precisión, lo mas aterrador era que ella estaba siempre en el lugar adecuado y no sentía misericordia por los traidores.

Frente a ella estaba Siegfried, un general de ascendencia alemana que se había transformado en un ser parecido a un vampiro tras una batalla en que fue atacado por una criatura desconocida, siempre era frio y calculador, nunca actuaba sin un plan por mas pequeño que fuera, era despiadado y parecía abandonar la humanidad,  no tenia remordimiento o pena cuando pensaba en masacrar hasta su ultimo enemigo.

Despues de el se encontraba la persona mas inteligente de Terranova, Yamato, una persona tan despreocupada y descuidada que en muchas ocasiones era cuestionable como era posible que dirigiera el Ministerio de Investigación de Terranova, pero cuando algo despertaba su interés nada lo detendría, tenia tecnología que para muchos era una fantasía pero para el era solamente un aparato novedoso.

Finalmente estaba Sasha, el caballeroso embajador de Terranova y el representante directo del poder imperial a donde fuera, si bien había muchos diplomáticos el era la punta de lanza en cualquier debate diplomático, era un gigante de casi dos metros por lo que su simple presencia imponía respeto entre las personas que estaban a su alrededor.

Como simples espectadores estaban Daedalus e Ikaros, dos mujeres que se habían unido a Terranova por diferentes razones pero que eran parte clave en el futuro del imperio, si Yamato era un genio Daedalus tenia un potencial difícil de igualar y su hija Ikaros tenia un poder destructivo tal que podía borrar un continente como Falmart de la faz de la tierra.

La razón por la que estaban reunidos en una ocasión tan extraña era para discutir el destino de todo Falmart, a pesar de ser amigos todos tenían diferentes puntos de vista y por lo tanto la variedad de soluciones podía variar, desde solamente pedir a los japoneses que se retiren hasta la opción de exterminarlos por completo y cerrar el Gate.

Ezra: esa es la situación, según Daedalus si no cerramos esa brecha que unió nuestros mundos nos podremos despedir del mundo, pienso que deberíamos dar un ultimátum a los japoneses, darles la oportunidad de retirarse y despues barrer con el Gate —Lo que estaba buscando era reducir el numero de bajas que sufrirían en una guerra y complacer a dos personas que no querían ver como derramaban la sangre de los japoneses—

Siegfried: creo que también hablo por Katerin cuando  digo que es una idea horrible, si les avisamos nuestros planes solamente les daremos tiempo para reunir recursos, llamar aliados y fortalecerse, tenemos soldados y los medios para proyectar todo nuestro poder sobre Alnus, no podemos perder el tiempo —El general sabia que lo mas importante era ocultar sus intenciones, que fueran tan misteriosos para su enemigo que no pudieran ni siquiera calcular el potencial bélico de Terranova—

Yamato: creo que si es posible evitar matar a miles deberíamos intentarlo, podríamos viajar ahora mismo a Alnus y dar el ultimátum para que se retiren —A pesar de sus buenas intenciones sus compañeros lo miraron esperando que diera alguna garantía de su palabra— si falla yo mismo usare mi armamento para atacar Alnus, tengo mi tanque Musashi, mi jet de ataque universal Orochi y mis satélites de guerra general, apenas quieran atacar los diezmare yo mismo y les traeré la cabeza del general al mando en bandeja de plata