Gate: Un nuevo Imperio En Falmart

Batalla por Falmart Parte 2

Había pasado poco más de una hora desde el inició de la batalla por Falmart, la batalla era un completo caos donde los soldados de Terranova disparaban a discreción intentando repeler a sus enemigos, habían recibido varias bajas y el apollo aéreo tenía serios problemas con aquellos monstruos que habían mutado para volar debido a su agilidad para volar.

La lluvia caía en grandes cantidades inundando las calles de la ciudad capital y llenando de lodo el campo de batalla, el aire soplaba con fiereza y las criaturas seguían atacando sin parar para devorar a los soldados de Terranova y a los legionarios de Sadera.

El Imperio había recibido bajas numerosas entre civiles y legionarios que defendían la ciudad mientras la población escapaba hacía la zona alta para evacuar la ciudad, había muchos problemas debido a que los nobles y personas adineradas inundaban las calles con carretas llenas de tesoros .

La princesa Piña en esos momentos estaba peleando contra los cadáveres reanimados al lado de su orden logrando que los zombies se quedarán lejos de las personas al menos de momento, la principal razón por la que no enfrentaron a los monstruos murciélago fue porque ellos parecían más interesados en saciar sus sed de sangré con los civiles y después atacar a los soldados.

Los soldados de Terranova estaban empapados y cubiertos de sangre de los monstruos a quiénes se enfrentaban, Ezra estaba entre ellos disparando diferentes lanzas relámpago contra los enemigos pero se dio cuenta que estaba comenzando a agotarse.

Los monstruos habían iniciado a acumularse en el flanco izquierdo de su línea defensiva y algunos lograron penetrarla causando estragos entre los soldados que disparaban hacía las criaturas para matarlas.

Ezra estaba agotado y los enemigos parecían inagotables, cada vez que mataban a uno tres tomaban su lugar y seguían atacando, además de que tenía a veces que matar a sus propios soldados que volvían como zombies.

Tenían la piel gris y ojos vacíos, lo peor era que parecían más fuertes que un humano normal y solamente podían destruirlos al poner una bala en sus cerebros.

Katerin estaba en el flanco izquierdo y usaba estacas de hielo para asesinar a tantos enemigos como podía, pero se dió cuenta de que estás criaturas seguían avanzando y era difícil pelear con ellas a cortar distancia.

La batalla en los cielos era terrible debido a que ya habían caído al menos 29 aviones de diferentes modelos y los murciélagos que no morían por la caída seguían peleando contra en tierra.

Esta escena de batalla apocalíptica era vista desde la cima de una montaña por Zero que parecía conforme con sus acciones, estaba comiendo palomitas de maíz y no parecía molestarse por los civiles que morían en el campo de batalla.

Zero: parece que se divierten, aunque supongo que Siegfried y Yamato tienen problemas —Miro el bosque y dónde estaba ocurriendo una batalla encarnizada entre el general Alemán y el joven japonés contra sus monstruos—

Siegfried estaba peleando con su daga y pistola para derribar a los monstruos, con sus medios actuales no tenía oportunidad de matar a esos monstruos y las balas se estaban agotando.

El joven de cabello plateado se estaba desangrando más rápido de lo que esperaba y no había forma de que pudiera detener el sangrado, ya había suturado la herida y se puso una venda pero todavía había sangre saliendo de su herida en el hombro.

Por otra parte Yamato se encontraba en la copa de un árbol disparando hacía los monstruos murciélagos derribando a todos los que podía, el problemas surgió cuando las balas se terminaron y solamente le quedaba su katana como único medio de defensa.

Yamato: esa herida se ve muy fea —Dijo mientras cortaba la cabeza de uno de los monstruos que estaban acercándose a el—

Siegfried: su saliva debe tener algún tipo de anticoagulantes y no deja que mis heridas se curen —Miro a su alrededor notando que estaban siendo rodeando lentamente sin importar a cuántos matarán—