Adiós al Gate

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Las tropas de la tierra estaban avanzando sobre Falmart a marchas forzadas, una y otra vez enfrentaban una resistencia feroz de los lugareños que atacaban con cualquier cosa que tenían a la mano, tenían que luchar por cada colina, por los cruces de ríos y en el mismo cielo sus aviones eran derribados por aquellos anticuados cazas de Terranova.

En el norte los soldados americanos lograron avanzar sobre el territorio de Sadera avanzando mas que cualquier otro grupo de la Coalición, pero ahora tenían un gran problemas y era que carecían de los soldados suficientes para atacar el resto del territorio ya que de otra forma se arriesgarían a ser atrapados.

El invierno repentino los golpeo de forma inimaginable ya que al no estar preparados para un clima tan brutal estaban atrapados en una gran ciudad donde tendrían que esperar los suministros de invierno bajo la amenaza de un contraataque de Terranova quien estaba preparando una gran linea defensiva.

Los franceses e ingleses estaban atrapados en las montañas sin poder alcanzar los pozos petroleros del reino de Elba, con los soldados de Terranova y los demás reinos del sur atacando día y noche las rutas de abastecimiento el avance era lento transformando lo que debería ser una guerra móvil en una guerra de guerrillas.

Tras los ataque a los caminos entre las montañas causaron que tuvieran que viajar por los bosques donde las batallas eran peores ya que allí los soldados ya habían creado un laberinto mortal de trampas de madera, nidos de ametralladora y artillería oculta entre los bosques.

Allí el invierno fue todavía peor ya que eran atacados de forma constante por todos los flancos, se habían detenido en seco y debido a que su apoyo aéreo estaba muy ocupada en no ser destruido por la inmensa superioridad numérica de la fuerza aérea de Terranova.

Pero quienes estaban sufriendo mas eran los soldados chinos enviados al este para tomar la costa del continente y planear el ataque a Terranova por dos frentes, ellos recibían ataques días tras día sin descanso, sus soldados eran hostigados de una forma brutal de forma psicológica cuando los cadáveres de sus amigos caían sobre ellos desde el cielo por los bombarderos.

Siegfried se tomaba el tiempo para hacerlos retroceder, todos los días un nuevo ataque llegaba sobre sus enemigos desde alguna de las ramas del ejercito, la fuerza aérea estaba alerta a cualquier indicio de avance y apenas lo veían eran atacados por decenas de aviones de ataque a tierra.

Sus tanques fueron pintados pronto para esconderse entre la nieve y los lanza cohetes estaban atacando día y noche a los enemigos en ataques de saturación mortíferos para la infantería, pero lo peor era cuando decidía atacar en persona junto a sus versiones vampíricas de las infames SS.

Por otra parte los japoneses se habían salvado en la mayoría de batallas de recibir bajas ya que habían sido mandados al oeste solo para servir como un muro provisional en el caso de un improbable ataque de alguna tribu o ejercito de Sadera, todo debido a que en realidad no creían que los japoneses pudieran ser de utilidad.

El invierno también los sorprendió sin estar preparados ya que en realidad no tenían registros de que hubiera ese tipo de clima en la region que ya habían logrado explorar, pero ahora estaban enfrentando un clima glaciar semejante al que tendría lugar en Siberia.

Pero el lugar donde estaban preparándose todos para un contrataque efectivo era mas allá de la atmosfera del planeta donde se encontraban todos, en el espacio había cuatro satélites flotando en la orbita del planeta manteniendo vigilada la zona de conflicto en Falmart.

Eran parte del proyecto Prometeo que Yamato creo para intentar alcanzar a sus amigos en la cuestión de poder, el primero era un satélite de vigilancia tan sofisticado que lograba visualizar a la perfección cada objetivo e incluso escanear algunos equipos para saber sus estadísticas, aunque esta modalidad no era tan confiable.

Gate: Un nuevo Imperio En FalmartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora