Gate: Un nuevo Imperio En Falmart

Volumen 3: Dos mundos

En la tierra había una gran incertidumbre entre las diferentes naciones, tras la gran catástrofe que sucedió entre Japón y Terranova diferentes países de la tierra reclamaron a Japón que estaba rompiendo los acuerdos establecidos después de la segunda guerra mundial, pero para salvar a los japoneses apareció un documento titulado "La verdad de Itálica"

En dicho documentos el Imperio de Terranova decía a las naciones del mundo que el "Incidente de Italia" fue resultado de una batalla caótica y falta de coordinación, el documento estaba firmado por el General Siegfried como representante de las fuerzas armadas y el emperador Ezra como representante del estado, gracias a ese documento ningúna nación del mundo podría acusar a Japón de una posible invasión al menos de momento.

La mayor revelación de todas fue cuando en una conferencia de prensa acerca de la situación actual en la región especial se dijo que había personas de diferentes nacionalidades formando el Imperio de Terranova, admitieron la presencia de ciudadanos de orígen mexicano, japonés, rusos y alemanes.

La revelación fue una bomba mediática en todos los rincones de la tierra, había un gran alborotó y pedían más explicaciones pero el gobierno japonés no dijo nada más al carecer de esa información, había cientos de reporteros pidiendo que explicarán más acerca de la situación pero debido a un acuerdo con Terranova el gobierno no dijo nada más acerca del tema.

Pero debido a que muchas Superpotencias tenían agentes dobles y espías los servicios de inteligencia pronto descubrirían se el gobierno japonés recibiría en su territorio a varios emisarios de Terranova, entre ellos había la posibilidad de que el mismo Emperador del gran Imperio asistiera a las reuniones con el senado de Japón, aunque había algo sospechoso en toda esta historia.

Habían corrido por redes sociales y foros de internet videos de personas que parecían venidas de otro mundo peleando durante el insisten de Ginza, en los video se veía a dos personas con ropa negra peleando con soldados invasores, uno de ellos usaba armas de energía que eran capaces de cortar el hierro y durante el tiempo de las grabaciones se veía como salvaba a personas que estaban siendo atacadas y rescató a varios civiles que habían sido capturados.

El segundo hombre tenía ropa futurista, hacía aparecer y desaparecer los vehículos que utilizaba para movilizarse por ciudad y protegía a los civiles que se refugiaron en una zona comercial, lo que resultó peculiar para las personas era que ese extraño enmascarado a parecer compro una cantidad considerable de revistas y se las llevo en una gran vehículo.

En Rusia el gobierno estaba inquieto, pensaban en la posibilidad de que sus compatriotas estuvieran allí, no había informes de nada semejante que explicará porque había personas asegurando ser originarios de Rusia en el otro lado del Gate, por el momento su mejor opción era conseguir más inteligencia acerca de la situación ya que si resultaba ser cierta esa historia podrían intentar conseguir influencia sobre la Región Especial alegando que había ciudadanos de su nación.

El presidente Zyuganov sabía que el embajador que hablo con los japoneses era ruso debido a sus espías y sabía que su nombre era Sasha, no tenía muchos conocimientos acerca de los gobernantes del Imperio conocido como Terranova pero entendía que si lograba que ese Imperio simpatizas con Rusia podría tener una gran ventaja sobre las otras potencias en el mundo, entre ellas Estados Unidos.

Por otro lado estaba Alemania que se preguntaba cómo podría actuar, si era cierto que había ciudadanos alemanes en la Región Especial tendrían la oportunidad de pedir acceso al Gate, el mayor problema es que según la inteligencia Americana infiltrada en el gobierno japonés los alemanes del otro mundo se asemejaban a los ciudadanos del Imperio alemán.

Al parecer tenían presente su famoso militarismo y un general alemán de nombre Siegfried parecía tener tendencias hostiles hacía la presencia de ciudadanos del otro mundo en el continente, aún cuando se tratara de sus propios compatriotas, no por nada se le había dado el sobrenombre de "El hombre del corazón de Hierro".