VOLUNTAD

Segunda Parte: Secretos

CAPÍTULO 12: SHAWN

Lo que menos tengo es un día libre, a donde voy tengo dos escoltas ya que creen que la persona que le disparó a Sherry (la cual ya está de alta), mató a Sninkel e intentó matarnos aún sigue aquí. Miraron las cintas de las cámaras de seguridad, pero resulta que dejaron de grabar justo en ese momento, lo que nos deja que más de una persona trabaja para Seraffin y todas esas personas en las que Seraffin se encuentra incluido responden a alguién más aunque la pregunta es ¿quién?, inmediatamente pienso en Deyna como la posible candidata ¿pero por qué lo haría?, ¿qué obtendría ella?. Aparte convengamos que eso le pertenecía a ella antes de su supuesta muerte, así lo había dictaminado papá luego quedó en mi poder, aunque no tengo ni una sola hipótesis.

Bajo al lobby y veo que ponen una placa en donde hay un mural con otras placas el cual no me había percatado que existía. Camino hasta ese mural y veo que hay más de cien placas plateadas con inscripciones y personas que no conozco. Leo la que acaban de poner y tiene el nombre de Sergey Sninkel, así que era ruso pienso. Miro la placa antes de esa y leo Keira sin seguir leyendo me detengo en su nombre el cual es una gran punzada en el corazón y mi estómago se retuerce lentamente. Recuerdo las últimas palabras de ella y me genera una conmoción en mi interior que se desenvuelve en una lágrima furtiva. Solo amé a dos personas en mi vida, una se fue y Keira la cual me amó a pesar de lo que le hice pasar la mató Seraffin y ahí por un momento no me importa el parentesco que tenemos ni el parecido ni el apellido que nos une, lo quiero matar, también entiendo el odio de Deyna hacia su propia familia, ya que nuestra propia familia nos quitó lo que amabamos: a nuestra madre, y a mi aparte me arrebataron a Keira.

Una mano acaricia la parte media de mi espalda sobre mi camisa haciendo pequeños círculos.

-Si quieres despedirte, te puedo llevar-. Escucho una voz dulce y la reconozco es Jess. Al voltear a ver es ella.

Yo asiento con la cara, ella se dirige al escritorio de la recepción y toma un jarrón una de las cuatro rosas rojas que había, viene hacia mi y la pone en mi mano.

-Ven vamos-. Dice ella y salimos del lobby.

Ya fuera del edificio caminamos por el estacionamiento hasta salir del perímetro mientras que nuestros escoltas vigilan a nuestro alrededor. Veo el galpón desde donde estoy y me trae los recuerdos de unos días bastante desagradable.

Llegamos a un lugar que es una especie de mini cementerio y es muy tranquilo a pesar de lo triste que es estar aquí.

-Ahí-. Señala Jess con su dedo y veo la lápida que tiene grabado el nombre de Keira.

Me siento a una distancia prudente de la lápida pero cerca a la vez porque necesito sentirme cerca de ella por un momento. Extiendo mi brazo y dejo la rosa apoyada en la gris lápida. Al girar mi cabeza a la izquierda veo que Jess se ha quedado sentada junto a mí.

Nos mantenemos un largo rato en silencio, no se que piensa ella, pero yo proceso mis instantes con Keira, cada recuerdo hasta llegar al último. Es como abrir un cofre en mi mente e indagar uno por uno los archivos que éste contiene.

-¿La amabas de verdad?-. Pregunta Jess mientra me mira con sus ojos marrones claros que por momentos dependiendo la luz parecerían amarillos.

-Si, la amaba-. Respondo- ¿Sabes una cosa?, lo aceptes ó no, te quiero pedir tú perdón, porque les hice pasar cosas horribles que nadie merece y sabes otra cosa Keira siempre tuvo razón, nunca quise hacer todo eso pero era la única vida que conocía y me impuso mi padre, aparte el miedo que mi hermano me matara me tenía prisionero a esa vida, pero ahora que ya no soy un rehén de ese proyecto MIEDO el cual yo era una pieza más, quiero hacer algo bien, sé que lo que hice es imperdonable, pero al menos quiero pedir perdón-. Me confieso de forma inesperada y me tomo por sorpresa a mi mismo, no me creía capaz de hacerlo.

-No te puedo perdonar aún, jugaste conmigo, perdí a mi madre y no estuve cerca de ella y tú me lo mostraste por un video y a la vez te burlaste- me enumera lo que le hice y la verdad duele demasiado- pero trataré de algún día poder olvidar y tú eres parte de la palabra olvidar, lo siento Shawn-. Se disculpa mientras se pone de pie y acaricia mi hombro- Pero no puedo engañarte a tí diciendo que te perdono cuando eso no es lo que siento de verdad y mucho menos puedo engañarme a mi diciendo algo que no es genuino, lo siento-. Repite y se marcha.

Me quedo sentado y por un momento la soledad me incomoda, no tengo a nadie. Estoy realmente solo en el mundo y reconozco ese mérito, pero nunca es tarde para cambiar, nunca es tarde para seguir intentando.

-Cambiaré por tí mi amor-. Toco el césped delante de la lápida- Seré una mejor persona Keira, lo haré por nuestro eterno amor-. Digo cuando siento una felicidad que me ahoga.