Sexta Parte: Enemigo

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CAPÍTULO 33: JESS

-¡¡NOOO!!!-. Se me escapa un grito de angustia y enojo desde lo más profundo de mi interior, solo levanto mi arma, apunto y arremeto contra uno de los soldados disparando tantas veces como puedo.

Me oculto tras un árbol que hay en la plaza para que las balas no me alcancen y siento como los disparos van y vienen. Me quedo sentada en el suelo ya que no puedo seguir con ésto acabo de ver morir a tres personas, a tres compañeros, a tres amigos, acabo de ver morir a: Ram, Chaff y Felicia. Cuando pienso en Felicia solo aparece la imagen de esa tía que cuidaba a sus sobrinas y ahora no tiene a ninguna, pienso en un Ram que no tiene un familiar de sangre que pueda llorar su pérdida. Mi cabeza comienza a girar en el peor momento, ahora tengo un mareo muy desagradable. En mi mente solo veo la imagen de los soldados que dispararon sin rodeos a mis amigos y sus cuerpos cayeron sobre el pavimento de la plaza como si fuesen muñecos de trapo.

-Jess ¿Dónde estás?-. Escucho la voz de Edith llamándome con un canto terrorífico y sé que está cerca.

Sinceramente ya no me da miedo que me maten de hecho si lo hace ahora me haría un favor ya que no tengo fuerzas para apuntar un arma, el mareo hace que todo me gire y que no pueda ni tan solo levantar un brazo.

-Aquí estas-. Dice con una sonrisa mientras apunta su arma a mi cabeza- Creí que darías más batalla pero eres una debilucha-. Dice y yo solo la miro a los ojos porque no pienso bajar la mirada, sí moriré será sin demostrar miedo.

-Se equivoca señora, Jess no es la débil-. Escucho esa voz y veo como tres huecos rojos se forman en el pecho de Edith y ésta cae al suelo. Comienzo a ver que lo que eran huecos rojos aumentan progresivamente hasta tornarse manchas enormes de sangre en el pecho de Edith.

Siento que unos brazos me levantan por detrás y me apoyan contra la áspera superficie del árbol y ahí veo a Jay quien me salvó de Edith.

-Gracias-. Logro decir cuando me sorprende con un beso que me quita el aliento.

-Jess, no puedo esperar más-. Me dice mientras su respiración es acelerada- Te amo, eres lo mejor que me pasó en la vida y cabe decir que no me han pasado cosas buenas últimamente-. Agrega y logramos reírnos mientras aún escucho unos disparos que se intercambian detrás de nosotros, pero aún así le restamos importancia- No me imagino un mundo en el que no estemos juntos, no imagino la posibilidad de no estar contigo, eres todo para mi, eres mi cable a tierra y mi felicidad se llama Jess...-. Me dice acelerado y con una ternura que me derrite, solo quiero que haga la pregunta- ¿Quieres ser mi novia, hermosa?-. Pregunta cuando sus labios están a centímetros de los míos. Solo puedo asentir con una sonrisa de felicidad que obstruye las palabras, mi corazón se acelera y todo lo malo se aísla de mi alrededor y me vuelve sorprender con un beso que no me deja hablar.

Voy a responder pero escucho un grito femenino que me llama, un grito de una persona que me necesita, la cuestión es que tomo el arma de Jay ya que la mía se quedó sin municiones y salgo del lugar que me escondía y por un momento todo lo lindo se desvanece y me encuentro de pie en la plaza rodeada de niebla que no me deja ver absolutamente nada, entonces veo a Keira corriendo a metros de mi entre la niebla llamándome a los gritos y detrás de ella va a gran velocidad tratando de alcanzarla Seraffin Horstain quien lleva un arma en su mano para matarla.

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