Segunda Parte: Secretos

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CAPÍTULO 7: FEDERICO

Me dirijo hacia la torre tres con mi bebé en brazos ya que ahí es el lugar donde almorzamos todos. La torre tres es la que se encuencuentra a la izquierda de la más grande, ahí está el comedor en común, aunque a veces puedes pedir para almorzar todos juntos.

El entrenamiento de hoy en la mañana me ha dado mucha hambre para ser realista ya que fue muy duro, pero estoy contento con la puntuación obtuve un siete en el día de hoy.

Al entrar al comedor veo grupos de soldados comiendo por grupos en mesas diferentes y creo que estaré solo.

Me dirijo hacia un mostrador largo que tiene variedades de comida para que cada uno coma lo que más le guste y hay dos mujeres encargadas de la cocina que están ahí por si necesitas ayuda. Miro todas las bandejas hasta que veo patas de pollo frito y con pan rallado como si fuese una milanesa, una vez sola probé y creo que sería la segunda. Me sirvo tres patas de pollo y los acompaño con boñatos fritos. Al parecer hoy es el día de aumentar calorías en mi.

Me dirijo a otra zona de otras bandejas y tomo un envase transparente que adentro tiene flan de caramelo y luego voy a un dispensador de agua y me sirvo dos vasos de agua. Con ésto listo voy a una mesa.

Cuando empiezo a comer con tranquilidad en una de las mesas libres mi almuerzo es interrumpido por Jess y Jay.

La mano de Jay se posa en mi espalda- Compadre tenemos trabajo que hacer ésta noche-. Me informa cuidadosamente.

-¿Por qué siento que no es estrictamente un trabajo?-. Pregunto con curiosidad.

Jess sonriendo responde- Por que vamos a romper unas cuantas reglas-. No puedo evitar sonreír.

-¿Algún día no romperemos reglas?-. Pregunto riendo.

Los tres reímos ya que somos expertos en romper las reglas y eso nos sale muy bien.

-A las diez de la noche en el lobby-. Me informa Jess y ambos se marchan.

Sigo terminando mi almuerzo el cual ya me cuesta tragar y la razón es que estoy muy nervioso por lo que haremos en la noche, ya no estamos en el laboratorio ó en la ciudad donde estaremos dentro de un tiempo, ahora estamos en una base de alta seguridad donde hay personas que cubren el perímetro, soldados por todas partes y la verdad dudo que lo logremos.

Al cabo de unas horas de caminar alrededor de la valla mirando todo el lugar para saber que es lo que traman los chicos veo salir del galpón que está lejos del complejo a Deyna y se sube a un carro de esos que usan en los campo de golf y en la entrada del galpón hay dos soldados. Creo que sé a donde quieren ir.

En mi habitación veo a Olivia con un celular escribiendo mensajes seguramente a su chico.

-Hola-. La interrumpo- ¿Cómo se portó Fede?-. Digo sonriendo.

-Está plenamente dormido-. Contesta sin importancia y sigue escribiendo.

-Crees que podrías a las diez venir a cuidarlo, es que me urge hacer algo-. Comento.

- Si, claro que vendré, ¿quién será la afortunada con la qué te urge hacer algo?-. Pregunta con doble intención. No puedo evitar quedar de color rojo como un tomate- Era broma-. Aclara luego de unos instantes.

- Si todos tenemos urgencias-. Trato de que se crea el cuento que tendré algo con una chica, no sería bueno decirle lo que haremos- ¿Y tú?, ¿A quién le escribes?-. Pregunto- ¿Un amor?-. Hablo con picardía, no se porque quiero indagar en su vida, no me interesa realmente.

-No nada de eso, como sabes nadie puede usar celular aquí adentro, pero pude tomar uno de los incautados puse mi chip y le escribo a un conocido-. Comenta desinteresadamente.

Algo no me agrada de ésto, recuerdo que Deyna dijo que Seraffin respondía a alguien más y aquí no se usan celulares, pero ésta chica le escribe a alguien y ¿por qué fue a ella a quien asignaron para cuidar a mi hijo?... Claro, tener a él implica tener a todos nosotros en su poder.

-Sabes, mejor no vengas hoy, es más mi entrenamiento terminó, ya te puedes ir-. Le sugiero cuando abro la puerta.

- Pero puedo venir, en serio, no hay problema, me encanta cuidarlo-. Comenta ella un poco triste.

-Retirese-. Le pido de la forma más cortés posible. Así que ella lo hace sin más.

A las diez llega Sherry y Ram a mi habitación, Sherry es mi mejor opción para cuidar al niño.

Abro la puerta- Hola Sherry, gracias por venir-. Ella asiente- ¡Vamos Ram!-. Comento.

Nos subimos rápidamente al ascensor y al llegar al lobby veo a Jess y Jay ocultos detrás de un tirante de porlan que llega hasta el techo.

Al salir- ¡Ustedes no deben estar aquí!-. Ordena el soldado viniendo hacia nosotros.

Cuando se pone frente a nosotros Jay aparece por detrás del soldado, con su antebrazo presiona su cuello haciendo una llave y Jay con su rodilla le pega en el doblez de la pierna del soldado provocando que caiga de rodillas en el suelo. Veo que el soldado saca con su mano una picana para darle una descarga a Jay, entonces tomo la muñeca del soldado y hago que la picana de en su propio cuello. Éste cae desplomado en el suelo.

Salimos al exterior evitando cualquier foco de luz para mantenernos ocultos y nos dirigimos a la valla. Logramos cruzarla sin gran dificultad y para ser realistas los soldados son muy inútiles en su labor no vieron a cuatro chicos escaparse del perímetro.

Vamos corriendo por el pasto a la oscuridad de la noche para mantenernos ocultos.

Cuando nos ponemos ya en un momento que no nos podemos esconder habrá que improvisar frente a los soldados y al parecer Deyna está aquí, el carro de golf se encuentra a un lado del galpón.

-¿Que hacen aquí?, no están autorizados-. Pregunta el soldado, mientras camina hacia nosotros.

-Es que Deyna nos llamó-. Responde rápidamente Ram.

-Esa información es falsa-. Responde el otro soldado, cuando ya está frente a nosotros.

Es ahí que Ram toma la iniciativa de forcejear con el soldado. Por el rabillo de ojo Jay hace lo mismo un segundo después que Ram y Jess se suma junto a Jay para neutralizarlo. Ahí recuerdo que tengo la picana en mi bolsillo y le doy la descarga al soldado con el que Ram lucha, luego le lanzo la picana a Jess y ésta velozmente le da la descarga al otro.

Es ahí que le quito el revólver al soldado y veo que Jess hizo lo mismo que yo. Al entrar al galpón, veo a Deyna apuntando a Shawn y éste se ve realmente muy mal, lo han golpeado a más no poder, ha perdido su aspecto de chico perfecto, está delgado en comparación a la masa de músculos bien trabajados que él era y su cabello nunca se vio tan desaliñado, pero su risa malvada sigue intacta.

-Baja tú arma-. Le ordena Jess. Mientras la perturbante risa de Shawn se escucha de fondo.

-Te lo dije hermanita, éstos chicos te traerían demasiados problemas-. Dice entre malvadas carcajadas.

¿Hermanita?, repito esa palabra una y otra vez, ¿a qué se refiere?, Shawn y Deyna son hermanos... Ésto no es posible. Los Horstain nos persiguen.

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