VOLUNTAD

Cuarta Parte: El viaje

CAPÍTULO 24: SHAWN

Me duele la cara del puñetazo que me dio Federico a pesar de que Sherry inmediatamente atendió la herida que se me abrió en el mentón y la sanó. En este momento siento que me gane el odio de todos hasta de los que tanto le daba mi presencia ahora sé que les debo molestar. Si bien no le hice nada a esa chica, y realmente no sabía lo que mi hermano le hizo ahora siento que por su culpa todo es más difícil para mi, pero también no estoy de acuerdo con lo que mi hermano hizo, de hecho si me hubiera enterado no estaría con vida seguro, quien sabe a cuantos más abusó, pero todo el daño que ha hecho se le devolverá como a mi.

Siento como el avión aterrizo en la pista que mandé a construir a treinta kilómetros de la ciudad para mantener la ciudad lo más oculta posible. Cuando el avión se detuvo por completo y la compuerta se abre, yo me pongo de pie algo inestable acariciando mi pecho ya que duele y trago saliva para quitarme el gusto a sangre de la boca. En la pista ya están los vehículos de nieve en los cuales pueden entrar cuatro o cinco personas perfectamente lo que bastará con tres vehículos para los trece. No subimos en los transporte y yo voy junto a Alex, Chaff y Cooper, ya que no quiero ir con personas que ya me han comenzado nuevamente a mirarme con miradas que me culpan constantemente y que ya no soporto, soy consciente de lo que hice y sé que tengo que pagar, pero me haré cargo de lo que yo hice, no de lo que hizo mi hermano.

Los vehículos son bastante rápido a pesar de la nieve que cae ya que hay fuerte viento, miro a mi alrededor y se que estamos por llegar porque a la izquierda hay una especie de gigantescas piedras de hielo apiladas unas sobre otras.

-Frenen-. Ordeno- Si Seraffin tiene un informante, sabrá que ya estamos aquí-. Digo.

Chaff voltea del asiento delantero y me mira- ¿Qué sugieres entonces?-. Pregunta.

Me detengo a pensar, miro el techo y tengo una idea- Que los mejores tiradores a distancia salgan y maten a los soldados que estén fuera-. Sugiero.

Veo que Chaff asiente, toma un radio comunicador y dice- Jay, Felicia, Alexandra y Ram, necesito que usen sus rifles y maten los objetivos cerca de nuestro punto de ingreso, sé que la niebla está densa pero necesito que hagan sus mejores tiros-. Chaff suelta el botón del radio y mira a Alex- Dispara bien-. Ella asiente y se pone delante del vehículo en posición para disparar.

-Copiado-. Escucho una voz que habla por el radio la cual no distingo y luego escucho otra la cual creo suponer que es Jess.

Es ahí que desde la ventanilla puedo ver a nuestros mejores cuatro tiradores tratando de ver algo y poder dar sus mejores tiros, pero ha de ser complicado.

-¿Cuándo entrenaron a los nuevos?, a Felicia y al resto de los reclutados voluntarios-. Pregunto con curiosidad a Chaff el jefe.

El me mira por el espejo retrovisor- Entrenaron por su cuenta cuantas veces querían-. Responde.

-¿Por qué no me dejaste ir a disparar?-. Le pregunto.

-Porque eres más valioso para la misión, ordenes de Deyna-. Dice Chaff y por un momento tengo la ilusión de que mi hermana se preocupa por mi ya que me cree valioso y quiere que me protejan. Un ruido ensordecedor corta la hermosa imagen que tenía de verme abrazado a mi hermana y luego escucho otro ruido, los chicos han comenzado a disparar. Cuento unos seis disparos.

-Zona despejada-. Es la voz de Felicia la que habla por el radio.

-Copiado-. Responde Chaff- Sigamos avanzando-. Ordena.

Los vehículos se ponen en marcha hasta la ciudad y ahí a medida que nos aproximamos veo como el muro de concreto se hace cada vez más grande y más grande. Nunca tuve la posibilidad de apreciarlo de cerca pero evidentemente da escalofríos de lo grande que es, parece jamás terminar y la sola idea de entrar me tiene aterrado.

Dejamos los vehículos unos cien metros y caminamos hasta la pared por la cual tendremos que trepar para entrar por la ventilación de salida. Es ahí que caminamos en alerta muy despacio por si aparece una emboscada, pero no se ve más que los cuerpos de los soldados de Seraffin que yacen muertos sobre la blanca nieve que se tiñe de rojo. Al acercarme al muro de concreto veo aún una pequeñita mancha roja que ha persistido todo éste tiempo adherida al muro y se de quien es, la podría reconocer sin hacerle un análisis de A.D.N porque es la sangre de Yeung el chico que yo le quité la vida.

-Bienvenido a tu hogar-. Me dice Federico con sarcasmo pero trato de no prestar atención a sus palabras.

Alexandra la cual es muy ágil toma un arma que lanza cuerdas y éstas salen disparadas al aire y se pierden entre la nieve que cae de forma considerable, la verdad es que no aguanto ni un minuto más el frío que hace aquí afuera, es como si me estuviera ya congelando a pesar de la ropa.

Comienzan a subir por la cuerda de forma veloz y ágil uno tras otro hasta que es mi turno, tomo la cuerda con ambas manos y comienzo a trepar mientras apoyo mis pies en el muro para ayudarme, pero es muy complicado. El viento te mueve de un lado a otro y la nieve cae dificultando la visibilidad, en conclusión es muy difícil para todos y se nota. Creo que demoré diez minutos en llegar a la ventilación y cuando lo hago ya están casi todos adentro, solo faltan Cooper, Alexandra y Jay. Mientras esperamos en la ventilación, el viento que sale es realmente frío y sale a mucha velocidad lo que lo hace más frío, cuando giro mi cabeza veo a algunos abrazados tratando de pasarse calor y a otros que intentan conservar el calor por su cuenta, como yo. Pasan unos veinticinco minutos y ya estamos todos en el ducto arrastrándonos por dentro de él hasta llegar al otro extremo por el cual descenderemos.

Todos se frenan y la voz de Chaff se filtra por todo el ducto haciendo eco- Felicia y Sherry ustedes que están al frente a la cuenta de tres se ponen en cuclillas y abre una de ustedes la compuerta mientras que la otra le cubre la espalda, ¿Entendido?-. Escucho la orden de Chaff.

-Entendido-. Escucho la voz de Felicia con demasiada seguridad.

Chaff empieza el conteo- Uno, dos, tres-. Termina de realizar el conteo.

Al finalizar el conteo escucho como la rejilla se sale y cae, pero acto seguido una secuencia de disparos me toma por sorpresa y las balas dan en el ducto ya que los impactos de las balas hacen eco y empiezan los comentarios a surgir dentro del ducto, la desesperación de querer ayudar, los empujones, las preguntas, y la verdad es que lo de atrás no sabemos mucho que sucedió al frente ya que delante de mi tengo la cola de Chris en mi cara prácticamente.

-¿¡Qué pasó!?-. Pregunta Alex la cual está detrás de mi con un grito seco que retumba.

Pero nadie responde a no ser una exclamación que dice- ¡Nooo!!-. Con un tono de voz algo ahogado.

No me agrada para nada esa exclamación, creo que no es algo bueno.