VOLUNTAD

Tercera Parte: Familia

CAPÍTULO 13: JESS

Me levanto de la cama apenas escucho el despertador ya que a las ocho mi familia y amigos vendrán, aunque estoy realmente entusiasmada tengo miedo de que nadie venga porque es la realidad, bueno sé que mi hermano seguro viene pero mi padre el riguroso es lo que me hace dudar. Me pongo frente al espejo y por suerte ayer me hice las puntas californianas y hoy me parezco más a mi antigua yo y sé que eso será más agradable a mi familia. Voy al armario y tomo una solera amarilla que sobrepasa mis caderas,  un short de jean y una zapatilla blancas. Suelto mi cabello en vez de atarlo y éste cae hasta mis hombros y unos mechones recorren mis mejillas los cuales me molestan, pero prefiero que vean aún a la Jess que estudia cine y no la que hoy soy, una chica guerra que sabe más de diez formas de matar, aunque ellos ya están informados de todo al respecto.

Salgo de mi habitación hecha una nudo de nervios, tengo ganas de vómitar, pero la realidad es que no tengo nada que vomitar ya que no desayuné.

Camino desde el ascensor atravesando el lobby y mis piernas tiemblan más que el día que desperté amarrada a aquella habitación que era toda blanca. No entiendo porque tanto nervio si es solo mi familia.

Salgo afuera y ahí están: Jay, Fede, Sherry y ahora yo. Falta Ram, pero inmediatamente recuerdo que él perdió su familia.

Al cabo de unos instantes que fueron exactamente una hora ya que no dejaba de ver la hora en el reloj del lobby, veo llegar una fila de unos cuatro autos Mercedes Benz de color negro con vidrios fumados lo que le da aún más misterio al momento, entonces siento la mano de Jay entrelazarse a la mía, pero a su vez miro su otra mano y también toma la de Fede (la que está libre ya que su otro brazo lo tiene ocupado con su bebé), pensé que trataba de acercarse a mí y no, simplemente es una muestra de cariño y unión. Sin más rodeos tomo la mano de Sherry la cual ni siquiera se percata de lo que hice, está totalmente concentrada en seguir los autos con la mirada.

Cuando vuelvo la mirada al frente tengo a unos diez metros aproximadamente a todos los autos estacionados uno tras otro, es ahí que las puertas se abren.

Veo primero descender pies y manos de los autos, pero luego veo absolutamente a todos.

Mi padre, mi hermano han venido los dos y no puedo evitar dejar caer lágrimas de felicidad y a la vez me sonrío como de forma incontrolable. Siento que la mano de Sherry se libera y se hecha a correr hacia su familia supongo y sin más yo me libero de la mano de Jay y me hecho a correr esos diez metros como si nada, pero esos diez metros parecen diez kilómetros. Cuando ya estoy llegando recién noto que mi hermano viene corriendo hacia mi y ambos al llegar nos envolvemos en un cálido abrazo y llantos ahogados que no dan lugar a palabras. Caemos al piso envuelto en nuestros brazos como si el mundo no existiera. Al cabo de unos minutos recuerdo que mi padre ha venido también me pongo de pie frente a él y aguardo a su regaño pero lo que me llevo es la sorpresa de sentir sus brazos rodeandome y me siento a salvo y segura junto a él.

Una voz masculina me interrumpe- ¿Ya te olvidaste de mí?-. Pregunta con una voz que me es extremadamente familiar. Al abrir mis ojos no puedo creer quien está de pie, no porque no me alegra que esté, si no porque ya hasta me había olvidado- ¿Me dejarás plantado nuevamente?, tengo un abrazo para tí-. Abre sus brazos al finalizar lo que dijo. Chris el practicante de mi profe con el cual había quedado de salir antes de ésta desagradable odisea ha venido hasta aquí a verme. ¿Cómo se enteró?, debieron informarle a mi grupo donde estudiaba cine antes de ésto.

Bastante balbuceante me dirijo a él y lo abrazo, pero me sorprende con más que un abrazo, me besa los labios como si fueramos una pareja de muchos años y la realidad es que ni siquiera llegamos a la cita, así que lo aparto cortésmente y espero que Jay no halla visto lo que pasó. Busco rápidamente a Jay entre los abrazos, las personas a mi alrededor y casualmente cuando lo miro, él me está mirando bastante decepcionado. Chris metió la pata hasta el fondo.

-¿Qué haces aquí?-. Le digo muy nerviosa y bastante desconsiderada.

-Jess, no seas descortés con tú novio-. Me regaña papá.

-Pues vine a rescatar a mi doncella-. Dice el morocho de ojos verdes con su blanca sonrisa.

-Pues creo que tú, mi respetado caballero, se atrasó unos cuantos capítulos-. Digo imitando su tono de voz.

-Creo que no te alegras de verme-. Dice Chris sin más.

En que lío me metí, «Jess, sal ya mismo de éste lío»- Solo bromeo-. Digo, la peor frase que se me pudo ocurrir.

Los llevo hacia el comedor y nos sentamos en una mesa, los cuatro juntos, mi padre, Paul mi hermano y Chris.

-No saben cuanta falta me hacen-. Les digo mientras tomo la mano de papá y Paul.

- ¿Sabes todo lo que sucedió?-. Me pregunta mi hermano algo triste.

-Si, tranquilo, lo sé-. Respondo a su pregunta, sé que se refiere a lo de mamá- Me alegra verlos juntos de nuevo, a mamá le hubiera encantado verlos reconciliarse-. Digo entusiasta.

-Pues lo hicimos por tí-. Dice bastante seco mi papá.

-¿Ustedes también saben todo?-. Pregunto haciendo referencia a la misión.

Chris se mete en la conversación- Si, fue horrible lo que has vivido, pero ¿cómo puedes volver después de todo?-. Pregunta elevando su voz.

-Por Payton-. Digo algo triste- La tienen atrapada donde yo estuve-. Le especifico.

Veo lo sorprendido que está Chris- ¡Quiero ayudar!-. Lo dijo tan alto que pareció un grito.

-Que suerte-. Escucho una voz que me estremece de miedo- Quedan vacantes-. Veo en Chris la sonrisa de satisfacción y volteo a ver, ahí está parada Deyna con sus brazos cruzados sonriendo con una risa que ya he visto antes en alguien más: en Shawn.

-No irás-. Le ordeno.

-Pues si él va yo voy-. Dice Paul enfadado.

-Pues bienvenidos entonces-. Dice Deyna aún sonriendo.

-¡¡Claro que no irán!!-. Grito con demasiada bronca que todos hacen silencio- No dejaré que más familiares y amigos mueran-. Informo.

-Lamento decirte Jess- Empieza a hablar Paul- tú no puedes controlar las decisiones de nadie y tú eres mi familia y no dejaré que mueras, eres mi hermana menor, no dejaré que nada malo te pase-. Comenta Paul.

-Te guste ó no, vamos contigo-. Agrega Chris.

-Espléndido-. Dice Deyna.

La verdad no me gusta para nada porque algo me dice que esa misión es de ida y no de vuelta, y la verdad no me gusta en lo absoluto que mi hermano y Chris (a quien no se como rotular en mi vida) sean mis compañeros de misión. Cuantos más vayamos mayor será el número de bajas y la verdad no quiero enterrar a más nadie. Menos a mi hermano que tiene su familia.

Ahora mi misión se complica: Slavar a Payton, proteger a Jay y no dejar que nada le pase a mi hermano por último tratar de mantenerme con vida lo que ya es imposible. Vivo minuto a minuto al borde de la muerte.