Quinta Parte: Bienvenidos

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CAPÍTULO 30: JAY

No soy de los que se rinden, pero se cuando uno debe rendirse y creo que éste es el momento pero la sola idea de sugerirlo sacaría a Chaff de sus casillas ya que la misión ahora se tornó personal para él. El disparo de la basuca impactó contra Cooper la peor muerte que pudo tener una persona la tuvo él, prácticamente lo desintegró y creo que es eso lo que afectó a Chaff y a Alexandra es que ni siquiera pudieron darle un último adiós y lo más hipócrita de todo ésto es que ellos dicen que no hay que encariñarse con nuestros compañeros de equipo y al final hasta el que tiene mayor preparación, el que tiene mayor entereza puede ser quebrado con la pérdida de un amigo o compañero, pero por alguna razón les gusta mostrarse fuerte ante el resto, tal vez sea un requisito para la agencia de Deyna.

Caminamos por las agrietadas calles cubiertas de escombros y al levantar mi cabeza veo un edificio el cual reconozco porque me sería difícil olvidar, el edificio donde Silena murió cuando bebió agua. Pero reconozco a éste edificio porque tiene una marca en la puerta que en su momento no me llamó la atención pero ahora esa marca me logra ubicar en que zona estoy, ya hemos pasado las calles que se movieron aquella vez, donde sentimos ese olor a azufre asfixiante, donde nos ocultamos antes de seguir caminando, y ahora éste edificio donde todos nos encontramos, es decir que no debe de faltar mucho.

Miro en las grietas que están abiertas y comienzo a ver como las diminutas piedritas de escombro comienzan a moverse como si algo que aún no percibo las hiciera vibrar, me detengo un minuto y nadie se percata que me he quedado más atrás. Me recuesto en el suelo y pongo mi oreja apoyada en la calle para poder escuchar que es, comienzo a prestar más atención a lo que oigo y es ahí que logro escuchar unas vibraciones más fuertes como que si se aproximara algo pero el ruido es como que no avanza, es como que se aproxima, se detiene y se aproxima más cerca. Me pongo de pie ya que ahora no preciso estar con la oreja en el suelo para escucharlo ya que los temblores son más que evidente, es como que se estrellaran cosas contra el suelo de forma violenta.

Al mirar a los chicos que están en la siguiente intersección de calles que tengo frente a mi, veo que Jess grita algo que no logro escuchar por los ruidos, entonces veo que todos señalan atrás de mi, sin más volteo a ver. Cuando lo hago veo que a una manzana de distancia los edificios han empezado a desmoronarse de forma violenta uno a uno, en secuencia, como si algo los estuviera haciendo caer. Comienzo a correr hacia la intersección ya que los edificios están cayendo de forma veloz detrás de mi y los constantes estruendos hacen que los otros edificios que están delante de mi cuya estructura no está muy solida comiencen a desquebrajarse lentamente. Mientras corro siento como piedritas de escombro caen sobre mi y en otros momentos veo como piedras más grandes caen delante y chocan contra el suelo dividiéndose en partes más pequeñas. Voy corriendo tan rápido como puedo mis talones van golpeando mi cola pero aún no es suficiente, sin voltear a ver puedo sentir como un edificio acaba de colapsar detrás de mi y lo confirmo cuando veo diferentes tamaños de piedras salir disparadas hacia todos lados y algunas chocan contra mi cuerpo, pero eso no es lo único que lo confirma, una nube de polvo se ha desprendido en el aire y me ha abrazado, es como una nube que cubre todo a mi alrededor interfiriendo con todos mis sentidos. Mis ojos comienzan a llorar, mi garganta pica, me cuesta respirar, se me dificulta correr por las arcadas pero igual sigo corriendo como puedo.

-¡Corre Jay!!-. Escucho el grito agudo de Jess.

Un ruido a que algo se rompe cerca de mi obtiene toda mi atención mientras sigo corriendo, volteo a la izquierda de donde proviene el ruido y veo a través del polvo que aun hay en el aire una sombra de un edificio que se viene sobre mi, pero una fuerza externa me toma del brazo y me quita de la nube de polvo. Caigo al suelo sobre el cuerpo de alguien y cierro mis ojos al escuchar caer el edificio, por un momento creo que estoy aplastado por los escombros y he muerto.

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