VOLUNTAD

Séptima Parte: Juego

CAPÍTULO 36: FEDERICO

El viaje en el avión está resultando más tranquilo de lo que pensaba, por momentos escucho sollozar a Jess a causa de las perdidas de sus seres queridos, cuando comienzo a mirarla siento mucha tristeza y tengo que cambiar mi mirada a otro sitio, pero es inútil porque su llanto hace eco en todo el avión. Payton no deja de abrazarla y consolarla aunque veo que ella también quiere llorar pero se resiste en cuanto a Jay se encuentra a su lado con una mano apoyada en la espalda de Jess dándole suave caricias con mucho afecto.

Escucho lamentos de dolor y recuerdo que mi primo está recostado en el asiento del avión boca abajo ya que aún tiene la herida en la zona baja de la espalda y no se puede apoyar, convengamos que tampoco puede mover sus piernas.

Me acerco a él rápidamente- ¿Necesitas algo Gabi?-. Le pregunto con animo.

-Sentir mis piernas-. Responde algo sombrío y vuelve a cerrar sus ojos, entonces entiendo que quiere estar solo.

Sin querer molestarlo más vuelvo a mi lugar, entonces veo salir a Alex de la cabina con un arma en la mano la cual está recargando con velocidad y me preocupa, entonces sin que ella lo note apoyo mi mano en el revolver que tengo apoyado en el banco que estoy sentado por si ella piensa hacer algo disparare con velocidad en su cabeza. La verdad es que no confío en ella ahora que sé lo de Deyna que certeza tenemos que no esté en complot con Deyna, no estuvo aquí en todo el viaje.

-Bien equipo, estaremos aterrizando, el piloto me dijo que Deyna nos espera en una pista improvisada que mandó a construir de forma improvisada a unos treinta kilómetros de la base-. Nos informa.

Por un momento comienzo a sentir que ésto es una trampa y que apenas abran la compuerta de atrás del avión nos acribillarán un ejercito de soldados así que tendremos que hacer algo, entonces tengo una idea.

-Alex, creo que es Jess la que está al mando, sin Shawn y sin Chaff ella seguía en la lista, ¿qué quieres hacer cap?-. Le digo con una sonrisa a Jess.

-Bien-. Dice Alex- Te escucho, aunque creo que tomarás la misma decisión que yo-. Agrega.

Jess nos mira con una cara como diciendo “¿Creen que puedo tomar una decisión?”. Por un momento creo que nos matará, pero se pone de pie- Tomen sus armas y apenas vean a esa perra la matan-. Dice ella con rabia mientras seca sus lagrimas con la manga de la remera- ¿Entendido?-. Vuelve a preguntar. Todos asentimos.

Al cabo de una hora más comienzo a escuchar como el avión comienza a aterrizar y todos nos ponemos de pie en la entrada del avión preparando las armas para estar listos, sé que puede ser nuestra muerte pero que más da arriesgar la vida una vez más y que más da no tenemos opción si queremos ir a la base a salvar nuestras familias tendremos que matar o morir ya que Deyna nos quiere muertos y nosotros a ella.

La compuerta del avión comienza a descender entonces ahí tengo la señal y directamente apunto al frente esperando ver a Deyna con mis propios ojos para ponerle plomo en su cráneo pero la verdad lo que veo es mucho peor, veo a un grupo de personas arrodilladas en el suelo y entonces reconozco las caras, son nuestros familiares y de hecho mi madre tiene a mi hijo en brazos y a su lado está mi papá. Todos bajamos rápidamente del avión muy alterados para desatar a nuestras familias pero Deyna aparece justo a un lado del avión con una niña a la cual le está apuntando, es la hermana de Jay y la niña no deja de llorar.

-Bienvenidos, suelten sus armas ó ella muere, y por cierto, veo que se enteraron de todo-. Dice riendo- Me alegra saberlo ¿y Shawn?-. Pregunta sonriendo- Me encantaría haberlo visto ahora, pero es una lastima que no éste entre nosotros-. Agrega.

-Suéltala-. Le pide Jay- Aquí me tienes, mi vida por la de ella-. Pide éste.

-Ya de verdad para tu ego, no todo pasa por ti, ¿qué te hace pensar que tú vida patética de un bisexual indeciso me importa?-. Suspira exasperada- Tú eres el que menos me importa de todos, todo lo que hiciste fue porque tenías a Jess o Federico, no tomas decisiones por ti mismo, eres fastidioso ¿Sabes?-. Le comenta- Lo que quiero de ti es que aprendas una lección, que sufras, que quedes solo, que apren...-. Una voz la interrumpe.

-¡¡Ya para!!!-. Grita Jess y Deyna guarda silencio- ¿Qué daño te hicimos a ti?-. Pregunta con enojo- Que yo recuerde hicimos todo el trabajo sucio, cada cosa que pediste la hicimos y aún así nos quieres asesinar, eres igual y peor que tus hermanos-. Agrega Jess.

-Que coincidencia, hablando de hermanos no veo al tuyo-. Dice riendo- Sabes, nunca me interesaron ustedes, quería todo lo que me pertenecía de la fortuna Horstain, de hecho quería el proyecto miedo, pero ustedes eran eslabones sueltos de la cadena que tenía que quitar del camino, al igual que su familia y al parecer lo estoy logrando-. Comenta y sigue riendo mientras sigue apuntando a la niña.

-No hables de mi hermano-. Le escupe las palabras Jess.

-Si, es verdad, para que hablar si igual ya no está con vida-. Sigue largando las carcajadas.

Entonces esta comienza a caminar de un lado hacia otro mientras apunta uno por uno a nuestros familiares mientras hace eso clava sus ojos en nosotros con demasiada malicia.

-¿Por quién empiezo?-. Pregunta Deyna mientras camina- ¿Quién de ustedes quiere que lo destruya emocionalmente?-. Pregunta Deyna- Empecemos por él-. Entonces veo que apunta a mi hijo y una bronca aumenta en mi interior y tengo ganas de tomarla del cuello y arrancarle la cabeza del cuerpo.

-Te puedo asegurar que si le tocas un solo pelo, te arranco la cabeza, maldita loca-. La amenazo.

-Veo que puede destruirte por éste lado-. Dice mientras sigue apuntando a mi hijo, el cual comienza a llorar y siento que se ahoga.

-Estas acabada-. Digo cuando ya he bajado de la plataforma corriendo con velocidad hacia ella para matarla, entonces escucho tres disparos y sigo corriendo ya que creo que ha matado a mi hijo, pero escucho gritos alarmados hasta que caigo al suelo desplomado y me doy cuenta que los disparos han impactado en mi pecho y sé que es en mi pecho porque siento que el pecho me arde, me duele pero lo peor es el gusto a sangre de mi boca. Comienza a costarme respirar, no me puedo mover, todo me duele y de repente el dolor desaparece y solo estoy viendo el cielo nublado porque ni siquiera puedo moverme, sigo intentando respirar pero me cuesta demasiado ya no siento ingresar el aire y solo vuelvo a pensar en mi hijo, él es el único que roba mis pensamientos ya que me doy cuenta que le fallé, que no lo pude proteger que di mi vida en vano ya que aún sigue en sus manos, entonces comienza a funcionar mi oído aunque mis ojos ya están cerrándose, no los puedo mantener abiertos me pesan demasiado.

-Nadie se acerque, o vuelvo a disparar-. Escucho la voz de Deyna y luego otro disparo. Lo peor es que cuando escucho el ruido algo ingresa en mi pecho, y me hace mover el cuerpo de forma involuntaria y mis ojos se cierran. No puedo evitarlo, lo último que puedo pensar es: “Le fallé a mi hijo”.

Pero luego es como si escuchara a Martina unos segundos más en mi mente diciendo- No le fallaste, diste tu vida por él, y eso es lo que haría cualquier padre, Fede estará orgulloso de que sus dos padres fallecieron dando la vida por su hijo-. Y sin más me pierdo y se que ésta vez mis ojos se cerraron para siempre.