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A medianoche, Yuta se despertó de los efectos de los calmantes y también de su sueño, encontrándose con una pequeña lámpara de mesa alumbrando la habitación del hospital con una luz cálida. Por un lado estaban los monitores que informaban sus signos vitales y también las bolsas de suero fisiológico que conectaban a su brazo a través de una manguerilla.

Bueno, ese fue el primer lugar que vio de reojo, ya que seguía con el collar ortopédico puesto, pero sabía que, junto a la luz, a su derecha, Sooyoung le estaba mirando fijamente, de seguro porque ya había notado que había abierto los ojos. Recordó que Yong fue quién la llamó y supuso que llevaba bastante tiempo acompañándolo. A saber cómo lo había logrado para que no la echaran luego que terminó el horario de visitas. Quizá ese hospital era distinto.

- ¿Yuta-ssi? ¿Cómo te sientes? - Él por fin la vio. Tenía el ceño fruncido y se podía ver que estaba agotada por las ojeras debajo de sus ojos. No supo descifrar qué le querían decir sus ojos ya que, a contraluz, parecían dos profundos pozos sin fin, completamente oscuros, sin ningún reflejo de luz.

- Creo que he estado mejor... - Respondió él, moviendo el cuello todo lo que podía para poder verla mejor. ¿Era normal ver a alguien tan cansada y pensar que seguía viéndose preciosa? No quiso preguntarle a Sooyoung. - ¿Qué hora es?

- Las dos de la mañana - Respondió, seca. Se quedaron en silencio otro rato más. - ¿Yuta-ssi?

- ¿Sí?

- Dijiste que no tendrías más secretos conmigo, ¿Cierto? - Yuta asintió, aún un poco embobado con los analgésicos. - Sabes que me da lo mismo si tienes un montón de dinero o si no lo tienes mientras tengas un trabajo decente, ¿Cierto?

Yuta fue adivinando lo que ella le estaba intentando decir, pero no le gustaba nada el rumbo que estaba tomando el asunto. Algo le daba mala espina, aún así, volvió a asentir dentro de lo que le permitía el collar ortopédico. No quiso decir ninguna palabra hasta que ella terminase.

- Llamé a tus padres

- ¿Qué? ¡Agh! - Yuta intentó incorporarse en la camilla, pero se cayó de nuevo al sentir las punzadas en su costado, como agujas clavándose en sus costillas. Sooyoung sólo lo observaba con frialdad, visiblemente molesta. - ¿Pero cómo? Ellos no hablan coreano... Sooyoung, no necesito molestarlos con esto... Esto no es nada

- ¿Nada? Yuta, piensa de nuevo en lo que estás diciendo - Ella se levantó del asiento y comenzó a dar vueltas por la habitación. - Te reventaron dos costillas, ¡Sufriste un ataque xenófobo! ¿Y dices que no es nada?

Una enfermera que estaba por el pasillo entró a pedirles silencio, por lo que Sooyoung se disculpó y volvió a sentarse a su lado, suspirando. Pasaron varios minutos antes de que ella volvió a hablar. Minutos en los que Yuta intentó acariciar las manos de su novia como mejor lo dejaban sus heridas. Sooyoung no se negó a su toque, por lo que supuso que no le molestaba.

- Yuta-ssi, recuerda que sé defenderme con el japonés... - Yuta llevó la mano de la mujer a su boca, dándole un ligero beso en los nudillos como única respuesta. - Estaban bastante asustados cuando les conté, ¿Sabes? Y los escuché conversando sobre que sólo tu madre viajaría porque no tienen dinero para venir todos... Tu madre lloró mucho

El corazón de Yuta se encogió en su pecho, imaginándose a su mamá intentando retener las lágrimas cuando Sooyoung les contaba de las heridas que tenía. A su padre, quizás cansado de todos los problemas que su único hijo le daba incluso al otro lado del mar, contándole a sus hermanas de la paliza que le habían dado sólo por su nacionalidad. Por ser de otro país, por ser del país que había colonizado a Corea, por un resentimiento histórico...

Yuta quiso llorar, pero a cada sollozo le solían las costillas.

- De todos modos, hablé con Taeyong-ssi, él irá a buscar a tu mamá al aeropuerto - Sooyoung entrelazó sus dedos con los de él, intentando calmarlo al verlo tan afectado. - Me da lo mismo por qué tienes un Mercedes Benz cuando a tus padres no les alcanza el dinero para venir a verte, pero sí quiero que me digas si estás en algo turbio, ¿De dónde sacas todo ese dinero?

- No tiene importancia, Sooyoung...

- No. Sí que la tiene. Te veo y sé que toda tu vida has comido bien y dormido en una cama calentita, yo dormía vestida y con un cuchillo al lado por si alguien le hacía algo a mis hermanas o a mí. Si no cocinaba yo, no comía en varios días - Ella apretó sus labios, intentando buscar las próximas palabras que diría. Ella agachó la cabeza y luego la levantó, sólo para agacharla de nuevo. Fue sólo un segundo, pero él fue capaz de observar el leve brillo cristalino de las lágrimas asomándose en sus ojos. - Yuta-ssi, yo ya vengo de una familia turbia y quiero algo mejor para mí, para poder cuidar a mis hermanas... Si estás en algo ilegal, dímelo ahora, dime que lo dejarás... Dime la verdad, Yuta-ssi, porque si descubro que estás en un montón de mierda ilegal, no volverás a ver ni siquiera mi sombra

Yuta se lamió los labios, debatiéndose qué debía hacer en ese momento, pensando en Yangyang golpeando a Haesol hasta casi matarlo, peor que la paliza que él mismo había recibido y también en las pocas ganas que tenía de perder a su novia, así que en un impulso egoísta, le respondió con una mentira.

- No te preocupes, bebé, no necesitas preocuparte de eso conmigo

Los siguientes días fueron un tanto ajetreados. Su madre llegó en la madrugada, acompañada de Taeyong, quién no entendía nada de lo que ella le decía, pero que la ayudaba en silencio, ocultando cualquier cosa sospechosa de la que la señora pudiese sospechar y comprando todo lo que pudiese necesitar en el departamento de Yuta. Sólo por eso, Yuta le tocó traducir un montón de palabras de agradecimiento para Taeyong.

Su madre seguía insistiendo en realizar una demanda por un ataque xenófobo, pero en verdad, Yuta no estaba seguro de si ese crimen existía en Corea. También insistía en endeudarse para pagar por la semana que se tuvo que quedar en el hospital, por lo que fue bastante su sorpresa al descubrir que Taeyong ya había pagado por eso. Eso sólo subió su estima por su amigo, por lo que quedó invitado a pasar sus próximas vacaciones en Osaka, cortesía de los Nakamoto. Yuta entendió que eso significaba tener que viajar él también.

Sooyoung no se apareció en todo el resto de la semana, diciendo que el trabajo la tenía ocupada, pero Yuta estaba segura que estaba molesta, como mínimo. Y es que en verdad no dejaba de tener razón. Yuta sabía que estaba siendo egoísta, reteniendo a Sooyoung a pesar de que él estaba envuelto en el Neo Crime Technology, sabiendo que si lo descubría la policía, conectarían a Sooyoung con él y eso afectaría el juicio por la tuición de sus hermanas. Así, entre las revisiones de médicos y enfermeras, de su madre y de Yong, no dejaba de pensar en si debía comentarle a Sooyoung la verdad.

Pero él también era cobarde algunas veces.

Holaaaa, ¿Cómo están? 💖💖💖
Lo siento por demorarme tanto con actualizar las historias :c

Pero hoy llegué y de repente? Tenía? Más de 4000 lecturas?????

En serio les amo por eso 🥺💖💖💖 Gracias por darle tanto apoyo a mis historias, bbs

Hustler  ** NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora