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Esta vez, Yuta tuvo que estar en el Red Velvet con Doyoung y Jaemin, el último quejándose porque no pudo celebrar su graduación de la preparatoria. Yuta se estuvo riendo bastante de él, aunque con un pequeño límite. Antes de que comenzase la entrada de los clientes, las chicas se iban paseando, pidiendo ayuda y otras cosas. Por ejemplo, Yuta tuvo que ayudar buscando algunas botellas a la bodega. Vinos, soju, sake, tequila, vodka, ron, whisky, brandy, coñac. Licores caros que, si se le llegaba a quebrar una botella, seguro que Irene intentaba descuartizarlo.

Jaemin, en cambio, estaba siendo el foco de atención de las noonas del local, al parecer encontrándolo la cosita más tierna del planeta. Desde donde estaba podía escuchar a Jaemin alardeando de sus buenas notas y de lo "buen chico que es". Quiso reírse, pero prefirió llevárselo para ayudar a descargar. Doyoung, en cambio, estaba planificando un mejor sistema de seguridad con Amber e Irene para mejorar la calidad de las cámaras de seguridad en cada rincón del edificio, exceptuando los baños. 

A veces pensaba, ¿Por qué Irene había montado un negocio para hombres si ella los odiaba tanto? Podía verlo en sus ojos, cómo los miraba con repulsión cuando alguno le coqueteaba. Sólo había cariño en su mirada para los niños y para las mujeres...

Bueno, no era de su incumbencia tampoco. Dinero es dinero. Él lo tenía más que claro.

Jaemin le estaba ayudando con unas cajas cuando, en la lejanía, se escucharon unos disparos. A pesar de que era normal en esa zona del distrito, Yuta se apuró a dejar la caja de nuevo en el suelo y fue corriendo a la entrada del local, Jaemin pisándole los talones.

Esos disparos habían sido demasiado cercanos.

Irene y Amber también salieron de la oficina, mientras que Doyoung ayudaba a que las trabajadoras se ocultaran en un lugar seguro. Yuta maldijo para sí mismo cuando notó que no llevaba armas consigo ese día, y pensó en cómo Yangyang y Lucas siempre estaba preparado para esas situaciones. Amber llevaba consigo dos glock, mientras que Irene llevaba una. Jaemin, en cambio, sacó un revolver de quién sabe dónde. Y él, en cambio, tenía las manos vacías cuando los demás parecían no tener problemas para llenar de plomo a quien sea.

Fue cosa de un par de segundos para ver quiénes se acercaban disparando. 

Irene frunció el ceño mientras veían acercarse el auto de alta gama casi derrapar hasta la entrada del Club. Esperó pacientemente a que alguien bajase y, cuando por fin un tipo lo hizo, Irene apuntó directo a su cabeza. El recién llegado sonrió con sorna, levantando las manos en el aire con gesto burlesco.

  - ¡Eh! ¡Calma! ¿Qué maneras son esas de recibir a tu invitado de honor, perra?

Yuta escuchó claramente cómo Irene le quitaba el seguro a la glock, ya con el silenciador en su lugar. Dos tipos más salieron del automóvil, también con armas en sus manos. Amber también le pasó un arma a él. Joder, que él siempre fue pésimo con cualquier cosa que tuviese balas. 

   - Los perros callejeros no tienen lugar acá, Minhyuk - Irene seguía con el ceño fruncido, pero su expresión seguía siendo igual de hermosa. En vez de parecer una mortal, la mujer parecía un bloque de hielo tallado.- Da un paso más y te disparo...

Minhyuk sonrió con sorna.

   - Tenemos asuntos pendientes... Irene, ¿O ya no recuerdas a Hyukjae? 

Irene le disparó en la rodilla, y un fuerte alarido resonó en el aire. Rápidamente, los gorilas del tipo les apuntaron, pero Jaemin y Amber fueron más rápidos y dispararon a la cabeza de uno y a la mano derecha a otro. Supuso que Jaemin fue el que no tiró a matar.

  - ¡Estás loca! ¡Perra loca! 

Irene tiró su arma al suelo y entró de nuevo, sin antes dar unas instrucciones.

   - Entren a Minhyuk, ya que es nuestro querido "invitado de honor" - Amber y Yuta tomaron el cuerpo pesado de Minhyuk y lo arrastraron entre gemidos de dolor hasta la oficina de Irene.- Jaemin, acaba con el otro tipo y desaparece la evidencia. Llama a Taeyong y pídele ayuda

Yuta le echó un vistazo a Jaemin. 

Jaemin era un blandengue en muchos sentidos, por eso solía sufrir mucho. Así que, una vez que Amber e Irene se encerraron en la oficina, llamó a Doyoung. Jaemin seguía en el pórtico, sosteniendo el revólver, pero sin ser capaz de asesinar con un disparo y temblando de pies a cabeza mientras pedía disculpas. Yuta le ahorró el problema y se acercó al herido. Apoyó la glock en la frente del tipo (un completo desconocido) y jaló el gatillo. 

Luego sólo era un cuerpo tirado en el suelo, desangrándose después de la muerte.

Doyoung suspiró mientras entraba a Jaemin al Club cuando sintió que el chico estaba a punto de hiperventilar. Lo mejor sería que Jeno estuviese ahí, con él. Pero a falta de ello, alguna mujer tampoco estaba mal, ellas suelen ser más intuitivas con esos temas delicados. Cuando Doyoung volvió, Yuta ya había subido los dos cuerpos al auto, uno en el maletero y el otro en los asientos traseros.

   - Esto es un puto desastre, ¿Quieres que llame a los demás?

Yuta asintió.

   - Dudo que estos idiotas estén solos

Doyoung rozó el auto con sus dedos y chasqueó la lengua en un gesto de disgusto.

   - Es una pena que debamos quemar esta preciosura

Algo se sentía mal en su interior. Es decir, había matado a un hombre, a un humano justo como él, y no era la primera vez que lo hacía, ¿No debería sentirse culpable? ¿Sucio? ¿No debería estar sufriendo casi el mismo terror paralizante que sufre Jaemin? Pero sólo sentía un poco de fastidio, como si fuese más molesto tener que deshacerse de los cuerpos después del arrebato de furia de Irene. 

Doyoung llamó a Taeyong rápidamente y, viente minutos más tarde, Jeno corría al interior del Red Velvet para ver a Jaemin, Doyoung y Lucas se iban juntos en el auto lleno de cadáveres y Yangyang repartía armas de fuego para la seguridad del local. Al poco tiempo, comenzaron a llegar los clientes del Club y todos se repartían en distintos sectores. 

Perfecto, había tenido una semana tan tranquila, ¿Esta sería la mejor manera para terminarla?

Entró de nuevo al Club, sentándose en el bar, igual que muchos otros hombres. La diferencia estaba  que él no se estaba fijando en el baile que Yuri hacía en el escenario, sino que en los patrones de la madera de la barra. 

Hyejin le tendió un trago de color rojo intenso. Un Bloody Mary...

   - Un buen trago para la ocasión, ¿No? - Yuta la miró, notando que ella ya sabía lo que había ocurrido afuera del local.- Tranquilo, que no es sangre real y me queda delicioso... Invita la casa, guapo...

  - Gracias - Respondió por mera cortesía.- ¿Hace tiempo que trabajas de barista? 

  - Hace cuatro años ya, ¿Y quién lo diría, no? - Hyejin siguió preparando los cócteles y tragos que le pedían los clientes o las camareras.- Tengo un buen sueldo que me permite pagar la matrícula de una buena universidad

   - ¿Estudias en alguna universidad, Hyejin-ah? - Yuta por fin le dio un trago al Bloody Mary. Era picante.

  - No, mi hermana menor lo hace - Hyejin siguió preparando cócteles mientras Sunny le ayudaba a pulir copas.- Mi hermana es realmente inteligente y quería estudiar en la universidad, así que decidí ayudarla lo más posible...

  - Woah, así que nuestra Hwasa es realmente amable - Un cliente se entrometió en la conversación, y Yuta decidió que era mejor dejar la conversación hasta ahí. Se despidió de Hyejin con un gesto una vez que se terminó el trago y fue a revisar las cámaras de seguridad, cercano a la oficina de Irene.

Desde la oficina procedían gritos masculinos que, si no fuera por la música, seguramente se escucharían por todos lados. Decidió ignorarlo y vigilar las cámaras. 

Ese tal Minhyuk realmente hizo enojar a Irene, ¿uh?

Hustler  ** NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora