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Mientras guardaba sus cosas en su mochila al finalizar las clases del día, Taeyong se acercó a él. No solían acercarse el uno al otro en clases, pero sí en los cortos recesos entre clase y clase, compartiendo anécdotas. Yuta no se sorprendió cuando el chico se sentó en la mesa en cuanto su mesa estaba limpia.

- Jaemin me decía que lo ibas a ver cada vez menos

Yuta se tensó un poco. Sabía que el menor no lo había dicho con segundas intenciones, pero Taeyong solía ser buenísimo en ver aquello que parecía no existir.

- Sí, bueno. He estado ocupado porque me han dado bastantes turnos en el club - Dijo Yuta. - Prefiero cubrir los turnos de Nana cada vez que puedo...

- Él no ha querido hablar de eso conmigo. Lo que pasó ese día, me refiero - Taeyong se frotó la nuca mientras miraba directo a los ojos de su amigo. - Jeno me dijo que esa vez estaba realmente mal, ¿Por qué no querrá ir por ayuda a algún psicólogo o un psiquiatra?

- Yong, maté a una persona justo frente a él, es parte de una mierda ilegal y sabe que en cualquier momento nos agarran a todos - Yuta susurró cerca de él. El otro le miraba con los ojos de cachorrito que siempre tenía cuándo no quería intimidar. - ¿Crees que va a confiar en un puto médico para eso?

Taeyong agachó la cabeza.

- Yukkuri, esto se nos ha ido de las manos

- Es lo que queríamos al comienzo, ¿No? - Ambos salieron juntos del salón de clases. Yuta apretó la mandíbula cuando vio un grupo de compañeros susurrando mientras los veían pasar. Malditos chismosos. - Jamás les pusimos un arma en la cabeza para que entraran a NCT

- No, pero sí les mostramos que no podrían salir...

Ambos quedaron en silencio un rato. Caminaron hasta los estacionamientos, donde estaba el Mercedes del japonés. Ambos entraron a este y Yuta trabó las puertas. Era el único lugar donde podrían conversar más seguros. A la mierda los rumores de que eran gays. Como si eso fuera un puto pecado o algo condenable.

- Lo que le hicimos a Hansol no se volverá a repetir, Yong, eso es seguro - Yuta arrojó su mochila a los asientos traseros. - No es como si fuera capaz de verme haciendo algo así a Nana...

- Jeno también está cansado. Renjun y Jisung también.

- Pero aún lo necesitan

- No somos quienes deben decidir por ellos, Yuta

Yuta se volteó hacia su amigo con la mandíbula tensa y el ceño fruncido. Taeyong se veía nervioso, mucho más que antes. Antes, en el salón de clases, debía estar fingiendo su calma. Ahí, en la seguridad que brindaba el auto de Yuta, eso no era necesario y, además, podía ver los detalles que antes no eran importantes. Taeyong parecía a punto de largarse a llorar, sus ojos de cachorrito herido lo delataban.

 - Dime a qué viene esta mierda

- Doyoung me llamó esta mañana. Atacaron a Jeno y a Jaemin

- ... ¿Qué?

Yuta dejó caer su cabeza contra el volante, haciendo sonar el claxon con fuerza por unos segundos. Jeno y Jaemin, quienes habían sido pareja desde que tenían quince años, que habían sido echados de sus casas por amarse entre ellos, que era un pecado y una humillación para sus familias. Jaemin era increíblemente inseguro de sí mismo al recibir ese trato de odio por parte de su familia. Jeno lo llevaba con mucha más calma, pero Jaemin siempre se sobre exigía para cumplir las expectativas de los demás y lo siguieran queriendo. Porque debía contrarrestar el ser homosexual con alguna virtud.

Yuta apretó tan fuerte sus manos que se clavó las uñas en las palmas de las manos.

- ¿Quién fue? - Fue lo único capaz de decir.

Hustler  ** NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora