La música resonaba fuerte en el club, como la mayor parte de los días. No había nada que fuese diferente ahí: las mujeres bailaban por turnos en un escenario, mientras que otras llevaban tragos a las mesas de los diversos clientes o ayudaban con los tragos. Otras estaban haciendo bailes personales o simplemente descansando un rato. Amber daba vueltas por todo el Club, asegurándose que no ocurriese nada malo, así como él y Taeyong lo estaban haciendo. Renjun, en cambio, revisaba las cámaras de seguridad.
Nada debería sentirse fuera de lugar y, aun así, había algo que parecía estar fracturado ahí.
Bueno, aparte de que, luego de que Johnny, Mark y él corriesen el aviso de que la policía los estaba rondando y tuviesen que cambiar sus métodos en el Club. Había otra cosa, una tensión palpable sólo para Yuta. Y eso era que aún no lograba arreglar su situación con Joy. Llevaban alrededor de una semana en que la chica no le dirigía la palabra, ni siquiera un monosílabo.
Cuando la veía llegar o salir del departamento, cuando se encontraban en el edificio o en el Club, la chica lo esquivaba o le dirigía una mirada gélida. Un día la detuvo tomando su brazo, pero Joy sólo lo empujó, alejándose con pasos largos. A estas alturas, no sabía si había sido un berrinche o realmente algo serio, pero prefería no seguir presionándola. Después de todo, sí que tenía razón en algo: Yuta era un entrometido de primera que varias veces había terminado cagándola por presionar demasiado a Joy.
Hundió aún más su cabeza en la barra. Taeyeon, una mujer que le llevaba varios años por delante, le miró con sorna mientras entregaba sus últimos tragos.
- Cada vez que te sientas en la barra es porque tienes la mierda en tu vida - Comentó ella. - Él bufó. - Hwasa me lo comentó.
- ¿No existen secretos entre ustedes las mujeres? - Preguntó él. Taeyeon rió ante ese cuestionamiento del chico.
- Bueno, para algunas, seguimos siendo la única familia que tenemos - Respondió mientras recibía algunas copas y vasos sucios, entregándoselos a la chica que le había tocado el turno en el lavavajillas. - Por ejemplo, Irene ayudó a Yerim-ah todo lo que pudo y es ella su contacto en el hospital
- Vaya, parece que todas tienen una buena imagen de Irene-noona - Comentó él sólo por seguir un poco el hilo de la conversación.
- ¿Bromeas? Somos mujeres, la mayoría de los hombres nos ven como vaginas con piernas o como meros pedazos de mierda - La mujer siguió preparando cócteles y entregándoselos a las camareras que venían a por ellos. - Para ti puede ser sencillo, pero Irene es la única que nos ha dado realmente su respeto
- Es cierto - Otra chica se metió también a la conversación. Yuta recordó que era Seulgi, la chica que había acosado Seungri hace ya casi un año. - La mayoría de las bailarinas son golpeadas o abusadas en otros clubes... Acá estamos más seguras que en cualquier otro lado
Yuta suspiró, fijándose mejor en el escenario. Hwasa en ese momento estaba bailando y cantando para el público, quienes le lanzaban billetes para que ella se los colocase en el escote o en cualquier parte. Y vaya, sí que la chica tenía talento desperdiciándose entre la barra del bar y en ese Club. Recordó, irremediablemente, la primera vez que vio en ese escenario a Joy, bailando con un rostro angelical que llamaba a hacerla pecar. Aunque eso sonaba exagerado...
Mierda, la echaba de menos.
- Saldré un minuto afuera, ¿Sí? - Le informó a Taeyeon. - Si Irene-noona o Amber me buscan, estaré en la entrada...
- A sus órdenes, capitán - Bromeó Taeyeon, aún ocupada con sus nuevas órdenes de cócteles.
Yuta ignoró la broma y salió por fin.
El aire, como siempre, era frío y rancio en aquel lado de la ciudad debido a que mucha gente orinaba en la calle, pero de cierta forma ya se había terminado acostumbrando al olor y sólo sentía el frío golpeando sus mejillas, dejándole una sensación helada debido a que las noches primaverales eran realmente frescas.
De lejos, vio las luces de una ambulancia pasar rápidamente entre esas calles algo estrechas. Por otro, había un auto estacionado con dos personas adentro. Yuta los miró de reojo, intentando que no fuese obvio. Los tipos en el auto parecían estar discutiendo mientras miraban hacia todos lados, como los malditos polis paranoicos que eran. Yuta decidió encender un cigarrillo, pretendiendo a que esa era la razón por la que había salido del Club.
Parecía que realmente la policía los tenía a todos en la mira. Era eso o eran de los mismos tipos que habían hecho un desastre en el club un tiempo atrás. En ese momento se preguntó qué sería del tal Minhyuk. En algún momento, Irene debió soltarlo, ¿No? O por lo menos deshacerse del cadáver.
Joder, realmente odiaba el cigarrillo. Lo único que tenía de bueno el cigarro que siempre era una buena excusa para hacer algo. Por eso siempre llevaba una cajetilla pequeña con él.
Se dio cuenta que los tipos que estaban vigilando la entrada del bar no tenían nada que ver con la policía cuando uno de los tipos por fin retiró su mano de su cuello, dejándole ver la tinta que cubría todo su cuello..
Lanzó la colilla al suelo y la apagó con su zapato y entró rápidamente al club para avisarle a Irene de que, probablemente, tendrían problemas de nuevo. Aunque la música del club se escuchaba desde la calle, en cuanto estuvo dentro de las cuatro paredes sintió la música retumbando en sus oídos, cubriendo cualquier otro ruido. Atravesó el club y subió por la escalera hasta la segunda planta. Doyoung estaba monitoreando las cámaras de seguridad mientras Irene revisaba unos documentos.
- Irene-noona, parece que hay un problema afuera
- ¿Con las chicas? - Irene le observó con una mirada gélida. Mierda, que la mujer era un poco aterradora incluso cuando de seguro ni alcanzaba el metro sesenta.
- Creo que son una pandilla. Llevan un rato afuera vigilando
- ¿Y recién ahora vienes a decirlo? - Irene se levantó de su escritorio y caminó hasta donde Doyoung revisaba las cámaras. - Revisa las cámaras y comprobemos esto
El otro obedeció.
Ahí estaba, en las cámaras del exterior. El mismo auto llevaba estacionado ahí alrededor de dos horas, apenas moviéndose los ocupantes, viendo siempre quienes entraban al Club. Al japonés se le hizo familiar el rostro de uno de ellos en cuanto Doyoung hizo zoom en el video. Debía hacer memoria. El tipo parecía altísimo, tenía facciones definidas que resaltaban incluso en la imagen pixelada, así como sus grandes orejas. Orejas.
Park Chanyeol.
- Ese es Park Chanyeol - Soltó entre dientes, alejándose de los monitores. - Tiene algo que ver con Joy.
Irene asintió.
- Como sea. Que Amber vaya a buscar a Joy y le pregunte en qué anda el tipo. - Ella suspiró. - Doyoung, si ves que le hace algo a Joy, llama a la policía. Yuta, tú ve y avísale a Amber
- ¿Por qué no acompaño yo a Joy?
Irene le sonrió, destilando desprecio entre sus dientes blancos.
- ¿Y por qué lo harías? Sólo obedece y lárgate, chico
Demonios.
Yuta bajó a saltos la escalera y comenzó a buscar a Amber. Le dio las instrucciones que había entregado Irene y ella asintió, desapareciendo en la sala de descanso de las chicas, donde de seguro se encontraba su novia. Yuta apretó los puños, lleno de frustración. De todos modos, de querer ayudar a Joy, ella simplemente lo alejaría como a una cucaracha. Debían conversar, ambos. Pero, ¿Cuándo sería el mejor momento?

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Hustler ** NCT
Fiksi Penggemar"Somos una familia. Una maldita familia de bastardos sin honor, pero somos una familia. El que traicione a uno traiciona a todos" ADVERTENCIA: Capítulos cortos