-Febe eres más fría que los huevos de un pingüino.
-Ja! Al menos no parezco un Nerd con perforaciones. Disculpa señorito Harry Potter con piercings.
-¡Ya! ¡No te burles de mis lentes! No es mi culpa ser miope.
-Moriras solo JungKook.
-Voldemort se m...
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Febe no estaba del todo segura pero no recordaba que sus sábanas olieran a JungKook. Tampoco que no tuviera una cabecera detrás. Y definitivamente tampoco se sentía como su cama. Intentó abrir los ojos pero el dolor de cabeza que apareció la obligó a volver a cerrarlos.
—Mierda...
—¿Ya despertaste?
—¡¡¡AAAAAAAAAAAAAH!!!
—¡FEBE!
Febe había caído directo al suelo y JungKook gateó rápido hacia su lado de la cama observándola desde arriba.
—Auch. —Se quejó, podía sentir como el golpe había conseguido que despertara por completo. ¿Que había pasado? No recordaba haberse quedado dormida en la habitación del pelinegro.
JungKook se arrastró al suelo hasta quedar sentado a su lado y se estiró a la mesita de noche para alcanzar unas pastillas y el vaso con yogurt de fresa.
—¿Te sientes muy mal?
Febe negó tomando los medicamentos.
—Solo mi cabeza. ¿Que fue lo que ocurrió?
—Pues bebiste... un poco... demasiado. —Le dijo JungKook acariciando su cabello— y te escondí en mi habitación. Así como tu sueles hacerme.
Febe no pudo evitar sonreír para la realidad terminó golpeándola.
—Oh dios. ¿Que hora es? —Tanteó la cama oscura a su lado en busca de su teléfono. Y JungKook se lo extendió, lo había encontrado regado en su cocina.
—12:13 de la noche. —Le respondió— llevabas dormida hora y media.
—¿Qué? ¿y papá? ¿Y el resto?
—Ya todos los invitados se fueron. Les dije que te sentías mal y que pedías disculpas por no poder estar presente hasta el final. Y le dije a tu padre de llevarte a casa con Jimin, parece que leyó mis intenciones de querer que te quedaras. Hace un rato llamó a mi madre para decirle lo que te gusta desayunar.
—¿Me estas... queriendo decir, que papá... me dejó quedarme a pasar la noche... aquí?
—Sip, increíble pero cierto. Aunque me dejó un mensaje amenazante en mi teléfono.
—Oh. — Febe continuaba en shock
—Y pues... —JungKook se lavantó del suelo poniéndose en pie— no trajiste tu ropa obviamente. Así que tendrás que usar la mía —dijo con una sonrisa ampliada.
—Y eso te hace mucha ilusión ¿no? —Febe se levantó también y caminó hacia el armario de JungKook donde este estaba escogiendo prendas de vestir.
—Ufff —sonrió inconsciente— siempre he querido tener una novia que se ponga mi ropa para dormir.
Febe asintió levemente concentrada en toda la ropa frente a ella. Aunque consistían en prendas blancas, negras y grises. Optó por unos pantalones de chándal grises a juegos con un jersey del mismo color.
