-Febe eres más fría que los huevos de un pingüino.
-Ja! Al menos no parezco un Nerd con perforaciones. Disculpa señorito Harry Potter con piercings.
-¡Ya! ¡No te burles de mis lentes! No es mi culpa ser miope.
-Moriras solo JungKook.
-Voldemort se m...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La combinación del sabor a frutas haciendo fricción sobre sus labios era totalmente adictiva. Y a pesar de que al principio habían comenzando algo torpes debido a la poca familiaridad de sus besos, al cabo de algunos segundos se había convertido en un exquisto vaivén del que estaba siendo difícil separarse, aunque JungKook tuvo el atrevimiento de detenerse en algún punto. Dejó descansar su frente en el hombro de Febe y respiró sintiéndose agitado, podía sentir los hombros de Febe subir y bajar tomando bocanadas de aire.
—Eso fue...
—Intenso —completó JungKook.
—Si...
Febe levantó los brazos y rodeó la espalda de JungKook con ellos, el pelinegro se dedicó a dejar un pequeño beso sobre su cuello y sus rostros volvieron a quedar uno frente al otro.
—Ya nos recuperamos ¿no? —sugirió pícaro él.
—¡Hey hey hey! Hay un picnic esperando por nosotros.
—¿Un picnic con más besos?
—Oh vaya, alguien se ha vuelto adicto —continuó Febe brincando por encima de la cama para poder llegar a la puerta que estaba bloqueada por JungKook. No entendía porque se hacía la dura cuando a ella también le estaban siendo adictivos.
—Nada que contradecirte.
La comida ya estaba sobre la mesa y ambos también estaban sobre la mesa a piernas cruzadas, es que parecía que ninguno usaba el razonamiento común de sentarse en los bancos como las personas normales.
—Este sitio es precioso.
—Lo es, no ha cambiado nada, la única diferencia en las fotos que les he hecho a este lugar son las estaciones en que han sido tomadas.
JungKook alcanzó su teléfono y tomó algunas fotos del sitio, también por intermedios se habían colados algunas de Febe con la boca llena de sándwich, otra donde chupaba sus dedos y otra donde se daba cuenta que la fotografiaban y abría los ojos como búhos.
—¿En que momento comenzamos a tener sentimientos el uno por el otro?
JungKook sonrió, Febe a veces era tan transparente y ese tipo de preguntas era un claro ejemplo. Con respecto a la respuesta la verdad es que él no estaba muy seguro.
—¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? —Febe asintió— en la dirección, ambos castigados. ¿Crees que sino hubiéramos coincidido ahí no nos hubiéramos conocido?
—Mmm no lo creo, lo que debe ocurrir ocurre de cualquier forma. Tal vez nos hubiéramos conocido en el campamento. Vomité tus zapatos.
Ninguno pudo evitar reírse.
—Ese día comiste demasiado. Bueno... siempre.
—Hay que disfrutar la ventaja que me dio la vida de comer sin engordar.
