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—¡Chicos!

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—¡Chicos!

Febe y JungKook dieron un brinco en el lugar provocando que sus cabezas se golpearan.

—¡Ah!

—Mierda —se quejó el pelinegro.

—¡Hey! Nada de malas palabras en mi casa.

—¿Papá? — Febe acarició su cabeza y miró a su alrededor un poco aturdida.

—Puede entrar un ladrón y ni cuenta.

—Nos quedamos rendidos —explicó JungKook con una voz ronca de recién levantado y estiró uno de sus brazos al mismo tiempo que rascaba su ojo derecho con la otra mano.

Y era cierto que se habían quedado dormidos en el sofá viendo una película, el televisor frente a ellos estaba encendido y el sofá estaba lleno de palomitas por todos lados.

—¡Papá! —Febe se levantó con un sonrisa y caminó hacia su padre con los brazos abiertos —Dijiste que llegarías en la tarde ni siquiera me dio tiempo organizar un poco— dijo con la cabeza pegada el pecho de su padre mientras este acariciaba su cabeza.

—Tal vez si no hubieras dejado todo para última hora...

—Papá, acabas de llegar y ya me estás regañando —el hombre se encogió de hombros.

—No sería un buen padre si no lo hiciera.

—¿Tuvo un buen viaje señor Kim? —preguntó JungKook poniéndose en pie.

—Mmm algo aburrido pero bien.

—Me imagino que el trabajo no debe de ser divertido.

—Deja que comiencen a trabajar, querrán regresar a su época de estudiante —Febe negó rápidamente.

—Creo que me gustaría más poder ganar mi propio dinero en un trabajo que me guste—JungKook asintió dándole la razón.

—Tsk Tsk —el padre de Febe hizo un sonido con la boca y zafó un poco su corbata— Iré a darme un baño y les prepararé el desayuno.

—Oh no papá, descansa, JungKook y yo podemos.

—He extrañado demasiado cocinarles a ustedes dos, no creo que me vaya a negar.

JungKook y Febe lo ayudaron a llevar sus maletas arriba y JungKook sintió los nervios apoderarse de él cuando pasaron por frente de la habitación de Febe.

—Voy a cambiarme de ropa un momento— habló Febe dándose la vuelta para entrar a su habitación.

—¡No! Espera —JungKook la detuvo y Febe levantó una ceja al mismo tiempo que se cruzaba de brazos.

—Ahora que lo pienso, no me haz dejado entrar a mi habitación desde que llegué de las compras. Incluso he dormido con la misma ropa de ayer.

—Mmm —el pelinegro balbuceó algo bajito— n-no es nada, s-solo...

Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora