— Febe el timbre— gritó su padre desde el sofá mientras veía su drama preferido.
— Abre tú papá, bajo en unos minutos— gritó Febe de vuelta.
El hombre gruñó por tener que salir de su comodidad y se encaminó hacia la puerta para abrirla.
— Buenas noches, ¿Febe se encuentra?
Un JungKook nervioso con un holgado suéter negro, pantalones rasgados piercings adornando su rostro y sus redondos lentes se encontraba frente al padre de Febe mientras tragaba sonoramente saliva por su garganta.
— ¿Eres... su amigo?
— uh si señor mi nombre es JungKook— habló el trigueño extendiendo su mano.
— Y yo soy su padre— habló el hombre estrechando su mano con más fuerza de lo normal.
— Ya, ya lo noto.
— Pero pasa no seas tímido, ella está en su habitación. Te dejaría subir — observó al chico de pies a cabeza con una mirada amenazante — pero creo que mejor te quedas aquí conmigo.
— Cl-claro señor.
Se observó en el espejo sintiéndose inquieta. Mierda, necesitaba la opinión de una amiga pero por desgracia no tenía y cuando le preguntaba a su padre este solo asentía a favor de su atuendo, al no ser que la ropa que llevara enseñara mucha piel.
Se había puesto unos ajustados pantalones de mezclilla junto a una blusa negra de brillos que se perdía en el interior de los vaqueros, unos tacones negros cubrían sus pies y su cabello suelto caía cubriendo su espalda.
Bien, estaba bien.
Respiró nerviosa y le echó una ultima mirada a su maquillaje antes de tomar su bolso y salir de su habitación.
— ¡No!— gritó JungKook casi con desespero— No puede ser cierto.
— Sabía que se acostaba con la sirvienta— habló su padre en tono seguro.
— Pero... ¿y si mujer?— lloriqueó JungKook— la pobre está muriendo en el hospital— llevó sus manos a sus ojos mientras hacía un puchero.
— Si hijo lo sé— lloriqueó el padre de Febe a su lado.
— ¿Terminaron de llorar como bebés? — chilló Febe a sus espaldas.
Ambos dieron un brinco sobre el sofá y JungKook limpió rápidamente sus lágrimas con las mangas del suéter y colocó de vuelta sus lentes resbaladizos adoptando un semblante serio, mientras su padre carraspeaba disimulando y cambiaba el canal al de deportes.
— Oh hija, no te escuchamos bajar.
JungKook se puso en pie observando a la trigueña frente a él.
Mierda, ahora si estaba seguro de que quería que Febe fuera la madre de sus hijos.
— Chico ya comenzabas a caerme bien, pero si continuas mirando a mi hija como si fuera la última coca cola del desierto tendremos problemas.
— Si señor, digo, no lo haré señor.
Febe río divertida y dio una pequeña vuelta en el lugar.
— ¿Me veo bien?
Demasiado bien, pensó JungKook.
— Uff— el padre de Febe lo volvió a mirar, esta vez con una ceja levantada y JungKook sólo optó por levantar su pulgar con una sonrisa nerviosa— Genial.
— Pues andando. JiMin debe de estar maldiciendo en el auto de tanto que lo he hecho esperar— JungKook sólo sonrió mientras la observaba despedirse de su padre— Te quiero papi.
— La vas a cuidar bien ¿cierto JungKook? Nada de manitas sobre ella ¿mmm?
— Si señor.
El señor Kim volvió a dirigirse a su hija y le susurró bajito.
— Me agrada ese chico.
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Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ
Ficção Adolescente-Febe eres más fría que los huevos de un pingüino. -Ja! Al menos no parezco un Nerd con perforaciones. Disculpa señorito Harry Potter con piercings. -¡Ya! ¡No te burles de mis lentes! No es mi culpa ser miope. -Moriras solo JungKook. -Voldemort se m...