Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ

8

—Tío JungKook ¿por qué estamos volviendo a celebrar mi cumpleaños? —preguntó un pequeño niño de 6 años.

—Ni una palabra de esto a Jin, ¿me escuchas?

—¿Por qué no le puedo decir a papá?

—Porque no y punto pequeño engendro.

—Y tú narizón.

—Oh no me saques de mis casillas.

—JungKook.

—Febe. Ven sientate aquí conmigo. —Se hizo a un lado dándole espacio para que se sentara.

—No, Noona sientate conmigo —reprochó su sobrino, poniendo su mejor rostro de cachorrito perdido.

JungKook tuvo ganas de ahorcarlo con un espaguetis, pero se contuvo, él no era tan inmaduro como su sobrino.

—Me sentaré en medio —ambos sonrieron sintiéndose satisfechos y el pequeño engendro se bajó del asiento y una vez con sus pies sobre el suelo extendió sus bracitos al aire para que Febe lo cargara.

—Oh bebé ven aquí.

JungKook maldijo por lo bajo. Ese pequeño demonio conseguía todo lo que quería.

Un estruendo se escuchó en el segundo piso y JungKook quiso llorar presenciando que había sido una de las figuritas de acción en su habitación. Era en esos momentos que recordaba que no quería tener hijos. Imaginarse a alguien como él lo que en versión más pequeña le resultaba espeluznante, claro quitándole los piercings, y dejándole sus redondos lentes y tal vez unos ojitos grandes y cristalinos como los de Febe y definitivamente no quería que su hijo heredara su nariz, eso si que no, tal vez una nariz como la de Febe al igual que sus pequeños y rosados labios.

Espera ¿QUÉ?

JungKook ya no hay solución para ti. Acabas de describir a tu hijo con Febe.

Observó a los demás niños carretear de un lado a otro en su casa y sabía que luego le quedaban varias horas de limpieza y sacar los objetos rotos.

—Noona a que JungKook es narizón.

—Lo es.

—¿Es en serio?

—Shh calla —dijo Febe y el niño sobre sus regazos le mostró la lengua antes de bajarse al suelo y correr tras sus amigos—. Te quedan largas horas de limpieza.

—Shiii~~ ¿por qué no me cargas también y me consuelas un poco?

— ...

—¡Ah ah! Ok, ok de mis orejitas no.