Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ

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JungKook
No iré hoy a la escuela.
7:03
No te preocupes luego te explico.
7:03
Ten lindo día
7:03
Ah, Jimin te pasará a recoger a tu clase a la hora de almuerzo. Así que no me extrañes mucho ¿mmm? ( ˘ ³˘)♥
7:04

Febe
Pobre Park obligado a pasar tiempo conmigo ╥╥
7:04
Procura no andar metido en algún problema.
7:04
Lindo día JK~ (¬_¬)/

Tal y como había dicho JungKook, Jimin había pasado por su clase a la hora de almuerzo a por ella. Aunque sabía que en el fondo para Jimin no era una carga, Febe había continuado fingiendo su drama de que solo la buscaba cuando JungKook se lo pedía.

De todas formas daba igual con quien estuviera, un día sin JungKook nunca era completamente lleno, ese día se iba a casa con una sensación de vacío en el pecho.

El señor Kim tampoco estaba en casa a su regreso, ya hacía unos días que salia en las tardes fuera de su hora de trabajo. En 10 años jamás había ocurrido algo como eso.

Febe decidió esa tarde atragantarse con palomitas y chucherías en su sofá y ver un montón de películas malditamente clichés. Iba a caer rendida en medio de la maratón cuando el teléfono en el interior del bolsillo de su pijama empezó a sonar con bad guy, eso sólo indicada que se trataba de JungKook.

—Hey~ ¿Que tal tu misterioso día? Porque si, hoy definitivamente es el día del misterio, papá tampoco está aquí, se fue muy temprano sin darme explicación alguna. Tal vez no me tengas que deber una explicación, pero estuve preocupada gran parte del día y ni siquiera pude concentrarme en matemáticas. ¡Si repruebo será tu culpa Jeon!

Uffff, pero que bien se sentía sacar todo del pecho. Ahora estaba mucho más ligera.

—También te extrañé. —Hizo un leve silencio—. De hecho creo que no te dejé de pensar en todo el día.

—Oh pero no me llamast-

—Y.. —la interrumpió— ¿Quién dice que no te debo explicaciones? Tu me debes explicaciones de todo. Es más ¿que estás haciendo ahora? ¿que hiciste durante el día? ¿Jimin cuidó de ti?

—¿Por qué debo responderte cuando tu no me respondes a mi? —hizo un berrinche.

Tomó la manta y se cubrió un poco más con ella acurrucándose en el sofá.

—Quiero darte una sorpresa. No pude ir a la escuela hoy porque necesitaba amm... terminar de planear el resto. No te llamé porque sabía que podía delatarme justo como estoy haciendo ahora —se escuchó una risa nasal al otro lado de la línea—. Pero me era imposible no llamarte antes de dormir.

Febe podía sentir sus mejillas comenzar a calentarse.

—Uuh, ¿una sorpresa? —sonrió automáticamente— ¿A que se debe?

Escuchó a Jungkook toser levemente algo nervioso.

—Nuestra cita. ¿Recuerdas?

Febe asintió a pesar de que JungKook no la observaba.

—Por supuesto.

—Sabes que soy un meloso dios —rió— no puedo hacer algo normal como los demás. Yo tengo que salirme de lo normal —dijo burlándose de sí mismo.

—Eso es tan tú... y me agrada mucho —habló Febe cerrando los ojos, escuchar la voz de JungKook lograba relajarla y podía sentir como todo su cuerpo se dejaba caer más aun sobre el sofá—. Hoy en la clase de ciencias hicimos electricidad con limones. —Se dispuso a responder cada una de las preguntas que JungKook había echo antes.

—Oh dios, ¿con el profesor Lee? Recuerdo eso del año pasado.

—Ahora estaba haciendo una maratón de películas intentando distraerme de la falta que me hecen ustedes dos. Y si... Jimin se encargó de cuidarme en todo el día.

—Oh y-

—También —lo interrumpió— quiero besarte.

Se escuchó un estruendo al otro lado del teléfono y a un JungKook a los lejos diciendo improperios.

—Dios, mierda, lo siento, yo...

—¿Se te ha caído el teléfono?

—¿N-no? —preguntó más que afirmar.

El sonido de la llave abriendo el cerrojo de la puerta alertó a Febe y se incorporó sobre el sofá.

—Oh papá ¿donde haz estado?

—Pastelito —se acercó para darle un beso en la frente— fui a reunirme con algunos amigos. ¿Hablas con JungKook?

—Sip —Febe tocó la pantalla y puso el altavoz—. Jungkook papá puede escucharte.

—Hola señor Kim ¿cansado?

—Mmm algo, ¿ya lo tienes todo listo para mañana? —preguntó su padre y Febe abrió los ojos en grande, es que todos lo sabían menos ella, capaz y Jimin en la escuela también tenía una idea de lo que estaba sucediendo.

—¿Lo sabías?

—Claro, ¿quién crees que te daría el permiso?

—Ammm me perdí.

—¡Bueno demasiado spoiler por hoy! —se escuchó la voz de JungKook a través del teléfono.

—Bueno pues yo me iré a darme una ducha —y dicho esto fue escaleras arriba en camino a su habitación.

Febe quitó al altavoz y pegó el teléfono a su oreja.

—¿Qué harás mañana JK~? ¿Mmm~? —intentó sonar linda para convencerlo.

—Mmm pues empaca una maleta con lo básico para un fin de semana.

—¿Qué?

—Se acabaron las preguntas señorita Febe, mañana estaré a las 9 listo para recogerte.

—Okey~ —hizo un puchero.

—También me encargaré de besarte todo lo que me sea posible.

Y esta vez era Febe la que se había quedado sin habla. Su corazón pegó más fuerte contra sus costillas y su respiración se hizo irregular.

—Hasta mañana JungKook.

Y colgó.

No tenía que mirarse al espejo para saber que estaba roja como un tomate.