Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ

19

— ¡Febe!— escuchó los gritos de su padre desde la planta baja. Se removió en su cama y se estiró un poco con los puños cerrados. Puño que fue a parar directo en el rostro de alguien.

— ¡Aho!

Saltó en su cama debido al susto y casi se cae al ver a un JungKook a su lado frotándose la nariz.

— ¡Febe! No me hagas subir.

Volvió a escuchar.

Y JungKook abrió sus ojos aturdido observando a la trigueña frente a él.

Ambos se observaron y como si aquello hubiera sido suficiente todos los recuerdos de como habían terminado durmiendo juntos vinieron a sus mentes.

— ¡Febe!— gritó de nuevo su padre.

— Joder joder joder— se levantó rápidamente de su cama y JungKook la siguió con la mirada.

Si lo lanzaba por el balcón no le ocurriría nada ¿cierto?

— Estoy subiendo.

Sintió su sangre helarse y caminó hacia JungKook y lo jaló del brazo hasta meterlo en su armario. La cabeza de JungKook chocó contra la madera y un chillido se escapó de sus labios.

— ¡Ah!

¿Acaso JungKook por las mañanas solo sabía quejarse? ¿O aún estaba en estado de 'loading'?

Una vez hubo cerrado su armario pateó los zapatos de JungKook hasta bajo de su cama y alborotó su cabello más de lo que estaba lanzándose sobre la cama al mismo tiempo que cerraba sus ojos.

— ¿Blanca Nieves sigues durmiendo?

Bella Durmiente papá, Bella durmiente, quiso rectificarle pero no podía si se suponía que andaba en su quinto sueño.

Sintió un lado de la cama hundirse y giró su cabeza simulando un bostezo.

— mmh ¿papá?

— Pues quien más— Febe sonrió sentadose en la cama y estiró sus brazos al aire.

— ¿Ya te irás al trabajo?— su padre negó.

— Hoy es feriado.

A mierda. Cierto

— Voy a ir de pesca con el señor Min ¿quieres venir?— Febe negó con la cabeza rápidamente y su padre rió— Te dejé el desayuno echo. Así que levanta ese cuerpo perezoso de una vez y ve a desayunar.

— Si~~— le sonrió luciendo la niña mas obediente del mundo. Ella no tenía a ningún chico encerrado en su armario.

Su padre le dio un beso en la frente y caminó hacia la puerta para irse.

Un bostezo que provenía del armario hizo ecos en toda la habitación y el señor Kim se detuvo en medio camino.

— ¿Que ha sido eso?— su mirada viajó al armario y Febe se levantó rápidamente de su cama.

— ¿Que ha sido que?

— Ese sonido. ¿No lo escuchaste?

— Nop, no he escuchado nada.

Su padre miró el armario y luego a ella.

— ¿Desde cuando usas gafas?

¡Mierda!

Miró a sus espaldas encontrándose lo lentes de JungKook en su mesita de noche y se maldijo internamente. Debería haber lanzado a JungKook al armario con lentes y todo.

Y cuando ya estaba a punto de decirle a su padre que un chico se había colocado en su habitación, que había dormido con él y que ahora lo tenía escondido en su armario, el teléfono del señor Kim sonó avisándole de una llamada.

— Oh, Febe ya me tengo que ir— le volvió a dar otro beso en la frente y salió disparado de la habitación de su hija.

Sintió que respiraba y se dejó caer sobre su cama. Mierda, el sentimiento era horrible.

— ¿Ya puedo salir?

Vaya colleja que le iba a dar. ¿No podía bostezar silenciosamente?

Y abrió el armario observando a un JungKook con los ojos entrecerrados.

— ¿Por qué me miras así?— se apartó un poco dejándole espacio libre para salir.

— ¿En serio? ¿Será por el echo de que no veo nada?— preguntó sarcástico.

— ¿Nada de nada?— JungKook asintió.

— Bueno... claro que veo pero borroso.

— ¿Las cosas que están cerca de ti si las logras ver?— volvió a asentir— ¿Me ves?— Febe dio un paso cerca de él y JungKook negó— ¿y ahora?— dio otro más y el chicó continuó negando.

No entendía porque mentía si ya la veía perfectamente.

— y... ¿ahora?

Y mierda Febe estaba tan cerca que podía sentir su respiración.