Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏ

31

—Supongo que debo bajar por el balcón y tocar la puerta.

Febe no evitó carcajearse.

—Ya han pasado unos 15 minutos, puedes haber llegado en taxi así que no sospechará de nada.

—Mmm —asintió subiendo sus lentes que resbalaban por el puente de su nariz— nos vemos abajo entonces —le guiñó un ojo y Febe le guiñó de vuelta.

JungKook bajó por el balcón aguantándose de la tubería y el chico de las pizzas lo observaba atentamente desde abajo.

—Hey —le saludó JungKook una vez puso sus pies sobre el suelo— eso que acaba de ver no hay porque comentarlo ¿cierto?

—No señor.

—Eso, buen chico —se estiró para tocar el timbre de la puerta obviando que le habían dicho 'señor' y arregló un poco sus ropas y cabello hasta que el señor Kim estuvo frente a él.

—Hey, oh, llegaron al mismo tiempo.

—Pff, que casualidad  —JungKook palmeó la espalda del chico y quitó las pizzas de sus manos. Estaba nervioso, había que admitirlo.

—Eeh... la paga.

—Yo pago, no tengo problemas con eso —sacó un billete rápido antes de que el padre de Febe lo hiciera y se lo entregó al chico de las pizzas— Tenga cuidado.

—Mmm adiós —se despidió confuso, las cosas que tenía que ver en su trabajo.

—Hola muchacho pasa. ¿Como estás? —el señor Kim extendió su mano y JungKook la estrechó nervioso.

—Era para que me dieras las pizzas pero aprecio el apretón de manos. ¡Febe JungKook ya está aquí!

Se escucharon pasos en la escalera y Febe caminó hacia la puerta para recibir a JungKook, aprovechando que su padre había ido a la cocina.

—Mierda, estoy tan nervioso como si le fuera a pedir tu mano.

—Ya lo noto.

—No te burles. El chico de las pizzas por poco nos descubre.

Febe se rió.

—Eres lindo cuando estás nervioso.

—Vaya, ¿que día es hoy? Debo memorizar la fecha del día en que Febe me dijo 'lindo'.

—Vamos, si te lo he dicho muchas veces.

—Correción. Lo habrás pensado muchas veces.

Mierda, eso era muy cierto.

—Jin Oppa es más lindo —y sacó su lengua antes de correr a la cocina. Sabía que JungKook odiaba que le dijera oppa a otro chico y más si ese era su increíble y perfecto hermano.

...

—¿Está rica?

—Mmm —Febe asintió contenta y JungKook miró su pizza con una mueca. No entendía como a la trigueña le podía gustar la pizza hawaiana. Al menos la de él no lo era.

—Si —respondió luego de tragarse su porción.

—Bueno... ¿te preguntarás por qué te he invitado a cenar?

Volvió a asentir en silencio y Febe continuaba comiendo mientras los observaba a los dos.

—Mañana me iré a Seul —continuó el señor Kim— pero esta vez no será algo de ida y vuelta. Estaré fuera unos dos días.

Febe dejó de comer sorprendida. Aunque fueran solo dos días su padre nunca se demoraba tanto en sus viajes de trabajo.

—Debo hacerlo si quiero recibir un aumento —intentó explicarse— se que solo son dos días. Pero ¿podrías venir por el día y cuidar de mi hija mientras yo no estoy?