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—¡Febe! —gritó JungKook desde una esquina de la cafetería

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—¡Febe! —gritó JungKook desde una esquina de la cafetería. Ya llevaban 5 días cumpliendo su castigo y solo quedaban 2 para que la semana se cumpliera.

JungKook levantó con el pié la escoba del suelo y comenzó a bailar al ritmo de la música que escuchaba a través de su teléfono. Movió sus labios sin emitir sonido alguno dejando surgir la letra de la canción. Se subió encima de una de las tantas mesas y comenzó a hacer caras raras mientras simulaba cantar.

Febe no se contuvo y comenzó a reír ante la graciosa y vergonzosa escena que montaba el pelinegro. Trepó sobre varias mesas mientras continuaba con la escoba en su mano y llegó cerca de la trigueña.

—Tienes el honor de estar en primera fila —le guiñó un ojo y Febe le quitó la escoba para continuar barriendo pero JungKook no se detuvo y se paró frente a ella mientras esta vez comenzaba a cantar la letra de la canción aún haciendo expresiones exageradas con su rostro. Febe comenzó a reír y barrió sus pies para que se apartara.

—Joder, que me quiero casar.

—Vas a morir solo JungKook.

—¿En serio? Eres más fría que los huevos de un pingüino.

—Si ya, lo que tu digas

—Si ya, lo que tu digas

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Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora