46

1K 97 72
                                    

—¿Mierda, ¿cómo haces siempre para dar en el clavo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Mierda, ¿cómo haces siempre para dar en el clavo?

Preguntó Febe observando la caravana, es que no tenía nada del otro mundo y aún así era perfecta.

—Magia —contestó JungKook con una sonrisa mientras la ayudaba a cargar su maleta.

Febe fue la primera en entrar y observó el pequeño, no tan pequeño, espacio que compartirían. Una cama de sábanas negras descansaba junto a dos ventanas corredizas. Bajo la cama se podían observar algunas gavetas y a un lado una pequeña cocina, en las que se podía observar un fregadero y un microondas. Caminó algunos pasos más dando con un espacio rectangular y corrió la puerta negra para notar que era una pequeña ducha. Febe no entendía nada acerca de las caravanas y nunca había tenido la oportunidad de estar en una. Y para ella todo ahí dentro aunque le era conocido era como estar observando un minimuseo donde todo le causaba extrema curiosidad.

Sintió los brazos de JungKook cubrirla por la espalda y su respiración golpeaba la piel sensible de su cuello provocando que  la piel de su nuca se erizara levemente.

—¿Te gusta?

Febe levantó sus manos hacia los brazos de JungKook y se dejó arrecostar un poco en el pecho del pelinegro.

—Es perfecta. Podríamos vivir aquí —dijo en broma a pesar de que las palabras tenían un peso.

—Te gustaría vivir conmigo? —susurró JungKook debido a la cercanía.

—¿Me soportarías?

—Hasta el final.

—¿Hasta que terminemos? —volvió a preguntar.

JungKook hundió su rostro en el hueco entre su cuello y su hombro y sintió su leve olor a vainillas casi imperceptible, sabía que ella odiaba los perfumes y se rociaba muy poca cantidad.

—Solo... quédate conmigo hasta el final.

Febe acarició los brazos de JungKook que la cubrían y se dio la vuelta para quedar frente a él. Levantó una de sus manos a su rostro e hizo un recorrido con su índice sobre su nariz, luego sus labios e inclinándose un poco besó su nariz.

—¿Estuviste aquí ayer?

—Ayer falté a clases porque debía limpiar la caravana —Febe escuchó todo lo que decía con su cabeza pegada al pecho de JungKook, podía sentir como vibraba cada vez que hablaba—. Es de mamá, tendíamos a viajar mucho en ella cuando era más joven. Hace unos años ya que no la utilizábamos. También necesitaba ir a obtener es gas licuado.

—¿Y eso que es? —preguntó levantando la cabeza para observarlo.

—Mmm, pues con lo que funcionará la ducha y la cocina, también la calefacción pero estamos en verano.

Febe asintió comprendiendo.

—Y ¿lista?

—¿Para qué? —JungKook dejó de abrazarla y tomó su mano para llevarla con él hasta la parte delantera de la caravana donde conduciría. Y Febe lo seguía sin chistar.

Really? ᴶᵘⁿᵍᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora