Capítulo 5: Freddy the bear

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Bonnie

   —De acuerdo, justo ahora regresé de ir por otra cerveza a la galería de Baby. Parece que hoy Eddie y Roy hicieron un trato para traer las peores bebidas de la cuadra, quisiera que esa nevera estuviera repleta de aquellas preciadas joyas cuando llegué aquí. Pero, bueno, siento que estos últimos días no puede haber algo que haga que todo sea de color gris, ya que, de acuerdo con el aviso de Eddie antes de terminar su turno como guardia de noche, Freddy estará llegando mañana a primera hora; será depositado en el cuarto de partes y servicios. No puedo creer lo nervioso que me siento, y también me siento confundido de por qué me siento nervioso; o sea, yo he hecho con Freddy hasta lo último que alguien podría imaginarse en su sano juicio. Tal vez no tanto así, pero por lo menos más cerca del espacio vital sí. Tal vez esto se deba al supuesto código de limpieza que apliqué en él, se supone que aunque llegue aquí no sabrá quién soy; menos si me ve pintado de esta forma. Pienso que en esta ocasión podré volver a “conocer” a Freddy, ahora sin ningún pasado que involucre criaturas destructoras de fábricas o de relaciones amorosas. Será como si yo también renaciera y tuviera el privilegio de saber qué es lo que ahora piensa; posiblemente solo sepa seguir sus códigos de programación que el dueño elegirá eventualmente.

   »¡Dios! ¿¡En serio es posible que exista una cerveza tan asquerosa!? Bueno, como sea, supongo que ya me dormiré. Agradezco de nuevo a Eddie por haber olvidado su almohadilla en el cuarto de control, es como si le diera la oportunidad a mi cuello de permanecer recto y no hacerme empezar un mal día en las mañanas. ¿Por qué será tan torpe? A veces me pregunto si yo trabajaba de la misma forma cuando había llegado a Freddy’s; ahora no me siento con la cabeza para recordar eso, cada vez que trato de recordar todos esos momentos siento como si alguien pinchara con un alfiler el contorno de mi cabeza, lo cual no me deja dormir por las noches. Debo admitir que poco a poco esos recuerdos se pierden en el fondo de una densa neblina negra, se siente como si nunca hubiera sido yo el que estuvo ahí; sin embargo, creo que será imposible olvidar dos de los momentos que marcarán para siempre mi robótica vida; literalmente, ya que tengo cicatrices de ello. El primero es la aventura que Springtrap se enfocó por tener conmigo. La segunda es el regalo que Freddy me ofreció cuando nuestros miedos por fin habían perecido: su cuerpo. Me pregunto por qué será que Freddy vino a parar aquí, si me preguntaran diría que el dueño de Freddy’s hizo una mala jugada y mandó a la quiebra al restaurante, por lo que no podía pagar más por mantener a Freddy, Chica y Foxy trabajando ahí. O, en el peor de los casos, Foxy cometió otro accidente como aquel que acabó con Mike en esa horrible noche. ¡Oh Dios! ¡Otra vez ese dolor! —Coloqué mis manos en mi cabeza; se mancharon un poco por el maquillaje blanco. Cerré con fuerza mis ojos y apreté mis dientes—. Precisamente a esto me refiero cuando recuerdo todas esas cosas. Nadie debería saber lo que pasó conmigo, así que no creo que vuelva a escuchar estos audios. Trataré de pensar en el sabor de las primeras cervezas que probé para conciliar un poco el sueño.

   Detuve la grabación y me recosté en el mismo lugar de siempre tratando de no pensar en nada. De hecho, busqué en la grabadora un audio que grabé cuando Roy puso una buena canción en el cuarto de control. Cuando la música comenzó a sonar, dejé la grabadora al lado de mi rostro y me reacomodé. Al menos la música aún me ayuda a dejar de pensar en mi realidad.

*    *    *

Antes de que fueran las 8 A.M. en punto, me levanté y coloqué mi cabeza cerca de la puerta. No podía escuchar nada, ni siquiera algún camión llegar a las afueras del restaurante; no suelen hacer mucho ruido, pero las vibraciones que hace son tan intensas que los cables aquí adentro se sacuden bastante. En realidad me sentía más ansioso que otros días, sentía que podía tomar mis orejas y estirarlas hasta que llegasen al suelo. Decidí ponerme de pie enfrente de la puerta y pisar suavemente el suelo con mi pie derecho. Crucé mis brazos mientras pensaba, una vez más, en lo que fue de Freddy’s para que trajeran a Freddy hasta aquí.

   Finalmente había escuchado que alguien estaba usando el elevador; no escuché ningún camión antes. Apreté un poco más fuerte mis dientes, así como sentía que estaba al descubierto; es cierto, a pesar de que cuento con este maquillaje, yo siempre mantengo la puerta cerrada por cualquier cosa, pero ahora siento que cualquier persona que esté a menos de cien metros puede verme nervioso y emocionado a la vez. Tuve que esperar todo el recorrido que el trabajador tenía que hacer antes de que pudiera retirarse y dejar a Freddy en el restaurante; su recorrido debe ser tal cual como el mío cuando llegué: bajará del elevador, abrirá la rechinante puerta del cuarto de partes y servicios, dejará en el suelo a Freddy, ya sea de pie o recostado; y finalmente se irá de aquí dejando rastro de polvo blanco en el piso.

   Le tomó aproximadamente cinco minutos para hacer todo ese recorrido. Escuché que el elevador se detuvo en la superficie, así que ese sujeto ya debió haber salido de aquí. Sentía que debía esperar un poco más antes de salir, pero a esta hora todavía no hay personas en el restaurante, además de que Ballora no me hará nada si ya salgo. No pude contener mi emoción y salí del cuarto. Tomé la misma ruta para ir al cuarto de partes y servicios. Cuando llegué, efectivamente, pude ver el rastro de polvo blanco que dejó ese tipo; eran casi dos curvas que iban desde la puerta del elevador hasta este cuarto. Antes de abrir la puerta le eché un vistazo al stage de FunTime Foxy. Ella estaba ahí, quieta con la cabeza abajo como si la hubieran regañado. Tal vez fue demasiado castigo el mío de no querer volver a despertarla. Como sea, la dejé a un lado y abrí la puerta como si no quisiera que alguien me escuchara; era claro que eso era imposible a menos que desecharan esta puerta y trajeran una nueva. Por dentro estaba más oscuro de lo que recuerdo, pero dentro pude ver lo que no esperaba del todo. Ya era de color blanco y estaba mirando hacia el más allá de este cuarto, además de estar en una posición hablando por el micrófono y mostrando una marioneta azul en su mano. No quise poner un pie adentro hasta confirmar mi teoría especulada. Puedo decir que la forma de su espalda es casi la misma, salvo que parece ser un poco más robusto, como si no hubiese hecho ejercicio en mucho tiempo. Si se trata de Freddy no me importaría que ni siquiera pudiera hablar, ya su presencia son las puertas al cielo de robots.

   Después de dejar que el aire caliente de la galería de FunTime Foxy entrara al cuarto de partes y servicios, decidí dar mi primer paso adentro; hizo eco y pude sentir lo frío que era. Era como si tuviera en mis ojos un hilo amarrado a la cabeza de Freddy, ya que no importaba hacia donde me moviera o lo que hubiera a mi paso, mis ojos eran los únicos que no podían moverse. Su pelaje era muy brillante, tanto como el de los animatrónicos en este lugar. Conforme más veía su cuerpo sentía que respiraba más fuerte, así como mordía mis labios y resistía mis ganas de llorar a mares. Lo rodeaba mientras ahora veía de forma más clara su rostro y su pecho; en efecto, ¡no tiene su margarita! No, no quiero ilusionarme, sería tan ridículo que me emocione por alguien que no es quien creo que es. La marioneta estaba al otro lado de su cabeza desde mi punto de vista, pero tenía casi los mismos rasgos físicos que yo: era un conejo azul marino.

   Estaba casi justo enfrente de él contemplando su simpleza y su forma de estar apagado. ¿Por… Por qué no puedo sentirme bien? Quiero decir, ya hay demasiadas características que me señalan que él es mi gran y querido Freddy, pero… no sé, creo que en el fondo aún sé que él no será capaz de reconocer quién soy.

   En el momento en que acerqué mi mano para tocar su mandíbula, comencé a escuchar pequeños pitidos dentro de su cuerpo; esos sonidos eran muy comunes cuando estaba en la fábrica. Regresé rápidamente mi mano a mí. Sentí que mi cuerpo entero se congeló, así como también me sentía un poco intimidado y expuesto por semejante animatrónico. ¿Estará despertando? Después de algunos segundos con aquellos sonidos dentro de él, abrió sus ojos azules, así como fijó su mirada en mí.

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La margarita IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora