La margarita II

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*12 años*

Recuperando…

Nunca pensé que los papeles con los que debía trabajar al iniciar el verano serían tantos. Parecía como si el escritorio de la oficina estuviera hecho de papeles, carpetas y demás talacha de Godínez. Normalmente dejaba que el jefe y algunos trabajadores de la pizzería se encargaran de firmarlos y hacer lo que tuvieran que hacer con ellos, todo para tenerlos fuera de mi vista. Firmé un papel dedicado al mantenimiento mensual de los animatrónicos del lugar, porque por ningún motivo dejaría que no nos dieran nuestra limpieza con toallitas suaves y calientitas; me tardé mucho tiempo en concebir la idea de que un animatrónico, como yo, necesitaba de tratamientos especiales. Además, creía que en unos años necesitaría más que una toalla y una cubeta con agua con burbujas, ya que poco a poco el pelaje en mi pecho y en el resto de mi cuerpo se tornaba más grueso y más abundante, así que no sería fácil para ellos limpiar toda esta melena de oso.

   Dejé el papel sobre la pila de papeles blancos y salí por el pasillo a la derecha de mí. Al final de este, pude ver a FunTime Foxy colocando algunos platos sobre la mesa más cercana a la cocina; tenía puesto un delantal blanco con un nudo de moño en su espalda baja. Por alguna razón me comenzaba a atraer el mirar su cintura y… bueno… su trasero; sus piernas también se veían muy bonitas, o al menos pensaba eso de ella. Creía que si le decía algo acerca de ello no lo tomaría muy bien, aunque los cumplidos sí eran recíprocos: hacia mi pelaje o mi vestimenta de mesero sin pantalones ni playera. Cuando salí del pasillo se giró hacia mí y me sonrió como siempre lo hacía: pletórica de felicidad.

   —Hola, mi Freddy —dijo con un tono dulce—, justo estaba terminando de poner la mesa para nosotros.

   —¿Sí hiciste la pizza que me dijiste? —pregunté mientras miraba a mi alrededor en busca de la comida.

   —Sí, y creo que quedó deliciosa. —Caminó de vuelta a la cocina y volvió con una pizza de pepperoni mediana—. Si le dejo estas pizzas a los trabajadores muy seguramente la incluirán en el menú.

   FunTime Foxy siempre deseó que el jefe de la pizzería incluyera su receta en el menú, pero realmente nunca habían tenido esa chispa para que fuera anunciada entre las calles de la ciudad. El restaurante era más conocido por servir comida económica de todo tipo que por ofrecer pizza, a pesar de portar el nombre de pizzería. Qué tonto, ¿no?

   —Oye, ¿qué te parece si abrimos la caja antes de que comamos? Hasta podríamos invitarlo a él o a ella a comer con nosotros.

   —¿Cuál caja? —pregunté muy extrañado.

   —Freddy, recuerda que el último empleado dejó una caja con otro animatrónico —afirmó mientras caminaba hacia el backstage—, la dejaron antes de que cerrara.

   De tantos papeles que tenía que revisar, había olvidado a nuestro nuevo compañero. Me alegraba que FunTime Foxy esté aquí para ayudarme con esa clase de detalles.

   —Lo siento, es que otra vez, justo cuando empezó el verano, la oficina estaba repleta de papeles para firmar —dije mientras caminaba con ella.

   —No te preocupes —. Entonces me regaló la misma sonrisa.

   Cuando llegamos, pudimos ver que la caja era casi del mismo tamaño que nosotros; tal vez un poco más grande. FunTime Foxy tomó una bara de metal de la mesa del centro y la clavó en una esquina de la caja. Rápidamente yo la tomé con ella, y ambos tiramos hacia abajo para desprender la tapa. Era la primera vez que estaba haciendo esto; mi apoyo fue deplorable. Ahí dentro, encontramos a un animatrónico como nosotros, salvo que era amarillo, con un pico anaranjado y un babero que decía "Let's eat".