\ 5 - 4 /

323 32 13
                                    

[🌼] ------------------- |•| ------------------- [🌼]

Era la primera vez que me abrazaba después de que lo encontré en el cuarto de partes y servicios. Colocó su mano derecha en la parte trasera de mi cabeza, así como la empujaba con suavidad contra su pecho cálido. Con su otra mano se encargó de abrazar mi cintura. Yo no pude devolver el abrazo, sin embargo, me sentí más seguro que nunca entre sus brazos, como si los muros tras los que me escondo finalmente me aíslan del exterior y de las personas que quisieran hacerme daño. Sentía que aquel momento de hace pocos segundos con FunTime Foxy no tuvo ninguna importancia, sino que lo que en realidad es importante es lo que Freddy siente por verme destrozado. Cerré mis ojos mientras escuchaba su forma de respirar sobre mi nuca. Esto me recordó a aquel primer momento cuando trató de consolarme en Freddy’s; me había equivocado en uno de mis diálogos y él se levantó para atenderme. Esto no lo hace demasiado diferente, salvo que él es otro Freddy que sabe de mis pecados.

   Después de varios segundos en la misma posición en medio del cuarto, me atreví a abrazarlo de vuelta; se estremeció un poco como yo cuando apenas nos estábamos conociendo. Entiendo que esto puede ser muy rápido para él, pero cuando estoy cerca de él no siento mi fuerza de voluntad, me dejo guiar por lo que mi mente y mi corazón desean. Estiré mis brazos y coloqué mis manos en sus hombros por detrás como si estuviera enganchado a él. Sin hacer movimientos bruscos reacomodé mi cabeza en su pecho; estaba acostado sobre este. Siempre es tan tranquilizante y aliviador escuchar contra mi oído su respiración un poco acelerada. Estaba muy cálido su pelaje, no importaba que saliera a la superficie sin un abrigo, parecía ser un pecho que nunca se enfriaría. Entonces levanté mi cabeza y lo miré directo a los ojos. Él estaba mirándome también, pero en cuanto nuestras miradas se conectaron decidió mirar hacia los cables del lugar; había por todas partes, así que estaba mirando hacia cualquier lugar que no fuera yo. No pareció coincidir conmigo en este cálido momento, pero después de lo que había visto no iba a dejar las cosas hasta aquí, estaba dispuesto a dejar a un lado mis temores e ir adelante, al menos tan lejos como me fuera posible. Llevé mi mano derecha cerca de su rostro para poder acariciar su mejilla izquierda. Mis dedos pasaban a través de su pelaje blanco, así como levanté por accidente un poco más su hocico dejando ver sus dientes y colmillos. Él se mantuvo mirando a algo detrás de mí. No supe qué era, pues no quería desviar mi atención de una gran misión. Entonces alcé un poco más mi rostro para que mi hocico apuntara al suyo y, de esa forma, nuestros labios pudieran volver a conocerse como la última vez. Ahora su mirada estaba enfocada en mi hocico, pero su boca aún no entendía lo que estaba sucediendo. No encontré otras maneras para poder explicar lo que quería que sucediera con palabras o lenguaje corporal, así que solo pensé en hacer el último y más grande movimiento de todos: besarlo. Tan pronto como comencé a alzar un poco más mi cabeza para alcanzar sus labios, él quitó sus brazos de mí y se dio la vuelta. Comenzó a toser y a tallar su rostro con las palmas de ambas de sus manos. ¡Mierda! ¡Sabía que era demasiado y muy pronto! Si estuviera tan enamorado o tan confundido como lo estoy yo, no creo que hubiera habido un problema si continuábamos con el espectáculo, pero parece que me equivoqué.

   —Lo siento, lo siento —repitió sin poder mirarme aún—, no sé lo que… Es que esto es mucho. —Llegó a recargarse en la caja de control de las luces de todo el lugar; estaba recargado en una posición para vomitar.

   —Oye… l-lo siento mucho, no pensé que no fueras a…

   —Es que… O sea, esto es algo con lo que sí puedo lidiar, es solo que llevo tanto tiempo encerrado que… —Seguía en la misma posición.

   Estoy parado enfrente de dos puertas que me podrían decir la verdad de Freddy: la primera es para ver a un Freddy que no siente nada por mí y se sintió forzado a convivir conmigo todo el tiempo. Detrás de la segunda hay un Freddy que comenzó a sentirse confundido en cuanto a qué hacer por tener que recordar a la vez a su exnovia. No sé cuál es la solución para cada una de las puertas, pero por lo menos se me ocurrió una última solución para esto. Una de las maneras en que yo suelo relajarme con facilidad es cuando alguien coloca su cálida mano en mis brazos, o cuando alguien frota suavemente mi espalda. Esos pequeños detalles físicos me devuelven a la vida cuando siento que ya no vale la pena continuar. Noté que desde el momento que llegué a Freddy’s, Freddy no podía evitar palmear mi brazo, mi espalda o cualquier otra cosa de mi cuerpo, el punto es que disfrutaba de tener contacto físico conmigo. Por lo menos debo dejar de sudar y de temblar para que mis movimientos no se sientan como si su pelaje me estuviera quemando. Caminé con pasos cortos hasta donde estaba él, quien todavía se encontraba respirando de forma agitada mientras observaba el suelo. Espero que este no sea el peor error de mi vida.

La margarita IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora