La margarita II

Capítulo 8: Mangle es mi heroína

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Freddy

Permanecí por algunos segundos en el suelo mientras comprobaba que no hubiera algún humano cerca. No pareció haberlo, aunque hubiera sido más raro encontrar uno aquí, ya que este parece ser un cuarto que controla toda la electricidad del lugar; puedo notarlo por los estantes con cientos de cables a mi alrededor. Este tiene que ser el restaurante, no creería que las personas pagaron tanto por colocar un piso de ajedrez para un aburrido cuarto eléctrico. Me coloqué de rodillas y traté de levantarme, pero el dolor en mi cuerpo ya no me dejaba ponerme de pie, ahora que había logrado llegar a mi destino sentía que mis fuerzas habían desaparecido, solo podía arrastrarme un poco con mis brazos y la fuerza de mi espalda. De acuerdo con este mapa este es The Storyteller, pero me falta saber en dónde empezar a buscar para encontrar a Bonnie. El mapa solo me indicó este ducto y este pequeño cuarto, pero no veo a nadie por aquí, tal vez el que me lo haya dado no sabía que yo quería encontrarme con Bonnie; eso hubiera sido pedir mucho, supongo.

   Me acerqué a un pequeño estante con cables amarrados como moños. El lugar estaba repleto de polvo y colillas de cigarro. No soy experto en el tema, pero estaba seguro de que en el suelo había algo de maquillaje seco de hace varios días; era blanco y rosa. En un pequeño espacio entre algunos cables encontré una grabadora de voz manchada con el mismo maquillaje. Tal vez si escuchaba lo que tenía guardado me daría una pista del lugar en donde estoy.

   El primer audio que escuché fue de un señor que tuvo un trabajo y no lo logró hacer porque “el quinto” se le escapó. No pareció haber hablado acerca del restaurante, así que busqué alguno de los recientes. El audio estaba un poco cortado, pero aún era entendible para mí. Cuando escuché las primeras palabras no podía creer lo que estaba escuchando: era la voz de Bonnie.

   —Baby casi me saca una oreja porque había olvidado ponerme algo de maquillaje en esa parte. A veces olvido que hasta la mínima parte de mi cuerpo que no esté cubierta es la entrada para que estos locos terminen conmigo. Esta es la quinta cerveza que tomo en una semana, supongo que ya nadie podrá decir que el conejo Bonnie no sabe tomar cerveza. Si aquí estuviera Freddy le compartiría todo esto y más, aunque… tú sabes que no le importará porque no sabe quién es, pero a veces imagino escenarios donde los dos pudiéramos volver a tomarnos de las manos y pasar todos los días juntos. Claro, son pensamientos tontos que nunca se harán realidad, pero al menos me dan un espacio de paz y tranquilidad para superar los días aquí. —Entonces dejó de hablar y comenzó a sollozar—. Recuerdo lo preocupado que estaba cuando él estaba enfermo, solo estaba acostado en su cama sin decir nada, pero sentía que podía ver lo mucho que se esforzaba por salir de ello y estar con nosotros de nuevo. Sentí como si las puertas del cielo se hubiesen abierto cuando me volvió a mirar con esos bellos ojos inmóviles. —Comenzó a hacer ruidos de dolor—. Otra vez mi cabeza está doliendo, no es muy bueno que recuerde esas cosas. Freddy, espero que te encuentres bien y trabajes duro para ganarte todo lo que en realidad mereces. Eres un gran animatrónico y no podría imaginarte encerrado en una bóveda como lo pasé yo. Espero que tú sí seas feliz en Freddy’s. Cuida a Chica, a Foxy y a Frog si aún sigue en el restaurante contigo, sé que harás un estupendo trabajo, te estaré apoyando desde aquí y desde donde sea para siempre.

   —Oh, Bonnie —susurré para mí, después sentí un nudo en la garganta.

   No pude contenerme de escuchar algún otro audio de los más recientes, así que seleccioné uno de hace pocos días.

   —Ni siquiera sé si esto está encendido —decía con un tono alto y sin ritmo; sonaba como si le estuviera gritando a alguien—. Pero esta va a ser la última nota que voz que haga, ya que ya no puedo asegurar nada de lo que pase aquí. —Los momentos de silencio entre cada palabra eran prolongados—. Ese… Ese era Golden Freddy, nunca olvidaré esos ojos, ese espantoso ruido que sale de su sistema y esa fuerza. Ya no pude encontrar mi rostro o mi brazo, tal vez ya los tiraron.

   En ese momento comencé a imaginarme cientos de cosas que ese idiota le pudo haber hecho a Bonnie. Entonces el plan no solo era de Springtrap contra mí, sino que también Golden Freddy se encargó de acabar con Bonnie, ¿¡dónde está!? Sentía mi corazón latir en mi garganta.

   —Ya no sé cómo llegar a la galería de Baby, si golpeo a Ballora en el camino hacia afuera probablemente me lo va a regresar y estaré muerto.

   Me recosté en el espacio en el que estaba y dejé la grabadora al lado de mí. No la detuve, pero dejé de mirarla y lloré tanto como el dolor que sentía en mi pecho.

   —Aquí nadie viene, pero si llegan a hacerlo lo puedo reconocer por la vibración del piso. No sé si ya me vieron aquí, en caso de que ya lo hayan hecho de seguro han de pensar que ya no sirvo, que solo soy otro animatrónico abandonado. Pueden ver a través de mi rostro la muerte que lentamente se apodera de mí y no puedo hacer nada para cambiarlo. A nadie le desearía comer las porquerías que tiran al suelo, porque muchas veces ni siquiera es comida, solo son colillas de cigarro o envolturas de plástico.

   Entonces dejó de hablar. Se escuchó como si se hubiera tirado al suelo, así como el audio continuó con sollozos y quejidos leves. No pude aguantar escuchar esa parte, así que tomé la grabadora y la arrojé en el fondo de este cuarto. Nadie podría ser capaz de escuchar a alguien tan grandioso como él sufrir tanto.

   Su voz no sonaba del todo mal, tampoco la manera en que pronunciaba las palabras, así que tal vez aún esté por aquí. Él dijo que no era común que los humanos fueran al cuarto en el que él estaba, así que puede ser que esté en un cuarto de limpieza o de reparación como el que yo aparecí, o puede ser que incluso esté aquí mismo. Me levanté con la poca fuerza que me quedaba y comencé a caminar hacia el fondo del cuarto tratando de esquivar los cables amarrados. Había algunos platos en el suelo, así como más basura y cables. No parece ser que este sea el lugar, pero estoy seguro de que es uno donde esté escondido. Encontré la puerta de este cuarto, pero me sentía muy nervioso de abrirla, quién sabe qué encontraría en este lugar y a quiénes. A pesar de ser de noche y no escuchar a nadie afuera, no me atreví a abrirla, preferí explorar todo este cuarto antes de que tuviera que salir a conseguir algo de comida y agua. En general el cuarto lucía como si hubiera habido una especie de fiesta, ya que a pesar de que está lleno de cables y más aparatos eléctricos, se ve como si alguien hubiera tratado de hacer que el lugar luciera mejor, aunque puedo darme cuenta por el polvo que eso pasó hace días. De pronto en el suelo pude encontrar bastante maquillaje seco que formaba una curva de la puerta hasta otro punto del lugar, pero estaba detrás de varios estantes. Seguí aquella curva de maquillaje blanco y rosa secos; muchas pisadas blancas y negras estaban sobre este, pero no lo suficiente para desaparecer el rastro.

   Comenzaba a sentir que volví a respirar rápido, así como de pronto un dolor de cabeza llegaba a mí como cuando no podía dormir. El clima aquí adentro era cálido, pero sentía como si tuviera frío y mi cuerpo tuviera que temblar para crear un poco de calor. Moví varios de los cables que estaban ahí, entonces lo había encontrado, estaba sentado en el suelo contra la pared. Le faltaba su rostro y su brazo derecho.

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