Los Renegados de Illumia: El nuevo elemental del espacio

¿Esto es legal?

Me desperté al día siguiente sin saber qué hora era, pues no había relojes en mi cuarto. Caminé fuera de mi habitación y lo primero que vi fue a Épsilo frente a mi puerta, vestido de manera muy formal (y demasiado intelectual para mi gusto), con una cara más seria que de costumbre y una mirada letal. En cuanto me vió, suspiró y me tomó del brazo.

- ¡Eh! ¿A dónde me llevas?

- Ya vamos tarde, no hay tiempo de explicaciones.

- ¿No puedes contármelo telepáticamente mientras camina- No habíamos dado ni tres pasos cuando ya estábamos de nuevo frente al extraño elevador del día anterior- ¿Cómo diablos-

- No te esfuerces mucho, sólo me teletransporté y ya. Anda, métete rápido que de por sí vas con retraso.

- ¿Eh? ¿Para qué he de volver allí?

Épsilo resopló muy fuerte y siguió- Te recuerdo que sigues sin saber usar tus poderes, Galactic te debe enseñar y la única forma de que lo aprendas es hablando con él.

Intenté recordar cuándo me lo dijo, pero antes de darme cuenta ya estaba dentro del elevador con la cortina cerrada.

- ¡¿En qué momento?!

Sabía que no me escucharía, así que tras unos minutos de intentar recordar el método para llegar a aquel lugar, finalmente comenzó el viaje.

Esta vez fue más rápido llegar que la anterior vez, y para cuando lo hice, me encontré a Galactic tirado en el suelo, roncando tan fuerte que era casi imposible creer que pudiera seguir durmiendo. Lo moví un poco para despertarlo, y cuando me vio se asustó tanto que saltó.

- ¡NO ME ASUSTES ASÍ! ¡PENSÉ QUE ERAS UN ZOMBI O ALGO PARECIDO!

- ¿Me ves cara de zombi acaso?

- ¿Te has visto en el espejo si quiera? Bah, da igual, ¿a qué viniste tan temprano?

- Lo mismo me pregunto, pero me dijeron que viniera a que me enseñaras algo de usar mis poderes.

- Ah es cierto. En ese caso, deja me preparo.- Se levantó del suelo y abrió una galaxia en espiral, se metió y volvió en un instante, pero esta vez estaba vestido con una playera parecida a la de Aria, sólo que de un color marino y con algunos brillos. Llevaba también unos pantalones negros llenos de estrellas, agarrados con un cinturón decorado con hebillas del sistema solar.- Ahora sí, comencemos.

- ¿Qué clase de ridiculez es esa?

- ¿Esta ropa? Se supone que es el uniforme original, pero parece que ya nadie lo usa.

- ¿Y era necesario que te lo pusieras?

- No, pero hace que los movimientos y poderes que te voy a enseñar combinen a la perfección.

- ¿Ahora eres diseñador de moda? Déjate de estupideces y enséñame ya.

- ¡Tranquilo hombre! Bien, si tantas ganas tienes de aprender, empecemos por lo que ya sabes hacer- abrió de nuevo una galaxia y metió la mano dentro de ella, sacando después un meteorito gigantesco y levantándolo sobre su cabeza- ¡Perfecto!

- ¿Qué rayos pretendes hacer con eso?

- ¡Oh, yo creo que sabes bien qué!

"No me gusta el tono en el que sonó eso..."

Lanzó la roca con tanta facilidad que parecía que no pesaba nada. Cuando la tuve frente a mi cara, me cubrí la cara y grité. Cuando abrí los ojos, la roca había desaparecido, y en su lugar tenía una galaxia en mis brazos.

- ¿Es todo lo que sabes hacer?

- ¡MALDITO DEMENTE!

- ¡Venga ya! ¡Haz lo otro!

- ¿ME QUIERES MATAR ACASO?

- ¡SI ESE FUERA EL CASO YA LO HABRÍA HECHO!

- ¿¡QUÉ!?

- ¡TRÁELO ACÁ!

En cuanto lo dijo, mis brazos comenzaron a temblar y salieron despedidos hacia el frente, abriendo una galaxia arriba de Galactic y dejando caer el meteorito con fuerza. Antes de que tocara su cabeza, él juntó sus manos y creó un agujero negro de la nada, tragándose por completo al meteorito.

- ¿CÓMO-

- Es un buen comienzo, pero me falta demasiado por enseñarte. ¡Prepárate porque viene otro más grande!

- ¿ES LEGAL ESTE TIPO DE ENTRENAMIENTO?

- El mundo de los espíritus es libre de reglas, amigo mío.

- Yo sólo quería ver estrellas...

- ¡Pues las vas a ver si no rompes el siguiente! 

- Para ser un fantasma eres bastante agresivo.