La última línea defensiva

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Grayson estaba en cuclillas, con los ojos cerrados y agarrándose fuertemente del techo de la escuela. 

- Señor Rockridge, torre de emergencia por favor.

Una columna de piedra caliza se elevó por el techo y levantó a Grayson con ella, dejándolo por completo expuesto. Y cuando estuvo arriba... comprendí el porqué era la última línea defensiva de la escuela.

En cuanto la columna se detuvo, de la espalda de Grayson surgieron lanzacohetes, metralletas, bazookas y escopetas, las cuales se acumularon unas encima de otras, y al abrir sus ojos, todas las armas comenzaron a disparar sin piedad en todas direcciones y con una velocidad impresionante.

Del cielo comenzaron a caer dragones, sombras y otras criaturas voladoras que estaban suspendidas en el cielo alrededor de la escuela. Lo único que sonaba eran las armas disparando sin parar al ritmo de la música que podía sentirse retumbar en mi cuerpo.

No dejó de disparar hasta que empezó a echar humo, y cuando lo hizo, todas las armas se guardaron en su espalda y Grayson cayó desde lo más alto de la torre, cuestión que Névora salvó de la tragedia con un colchón de nieve debajo de él.

Se formó un silencio, pues hasta la música dejó de sonar cuando una abertura negra en el cielo, a unos metros de nosotros, comenzó a abrirse.

Y de él salió Darkenmon, en carne propia, acompañado del sujeto misterioso con máscara de búho que vi la vez pasada. Portaba un chaleco negro con cadenas colgantes, además de una franja en diagonal llena de cosas fluorescentes, que apenas y tapaban todo su torso descubierto. Llevaba también un short rasgado gris, mostrando sus piernas llenas de cicatrices negras y sus pies descalzos.

Se quedaron flotando en el aire un rato, hasta que la abertura se cerró. Entonces comenzó a hablar.

- Pero bueno, ¡menudo desastre que han hecho! ¿Alguien piensa limpiar?- su voz era joven y agresiva, llena de sarcasmo y disfrazada con una sonrisa desviada hacia un lado.

Nadie contestó, y el silencio permaneció un rato, hasta que volvió a hablar, dirigiéndose al tipo de la máscara.

- Bueno, bueno. Vaya aguafiestas que son aquí, ¡pensé que darían una fiesta de bienvenida más animada!- se rió fuertemente, agitando las cadenas con ganchos que le colgaban del chaleco- Amigo mío, ¿serías tan amable de limpiar esto? No me gustan las fiestas que no dan espectáculo.

El tipo sacó del pecho un báculo enorme, con dos relojes en los extremos. Lo giró repetidas veces, y miles de relojes holográficos comenzaron a surgir del suelo, elevándose hasta donde estaban ellos. Entonces, pronunció con una voz apagada y sombría:

- Para que tengan su perdón, deberán de hacer bien el listón, ¡vuelvan al tiempo antes de fallar la misión!

Los relojes giraron sus manecillas e imágenes holográficas de momentos antes de que las criaturas voladoras murieran volvieron a aparecer, hasta que todo el ejército del cielo estuvo al lado de ellos, vivos nuevamente. Tras hacer esto, los relojes se detuvieron por completo y desaparecieron.

- ¡Muchísimas gracias! Ahora sí que tenemos una fiesta de bienvenida completa. ¿Porqué esperar más tiempo? ¡Comiencen a entretenerme!

Las tropas avanzaron con rapidez hacia el techo, dejándonos a Névora y a mí completamente expuestos. Estaba tan cansado que no podía hacer un escudo de galaxia, o mucho menos hacer un contraataque. Decidí cubrirme con los brazos y tirarme al suelo, esperando a que lo que sea que pasase, sucediera rápido.

Podía escuchar a Raymond gritar, pero los truenos dejaron de sonar. Los tosidos de Ashton eran más frecuentes y las llamaradas dejaron de retumbar. Y por último, la barrera de agua terminó por desplomarse, igual que Marina. Comenzaba a escuchar el aleteo de los dragones casi en mi oído, y pensé en sutilmente arrastrarme y tirarme del techo. 

Pero antes de poder hacer nada, unos pasos veloces se escucharon detrás de mí y dos ágiles pies se alzaron por encima de mi cabeza, impidiendo que pudiera acercarme a la orilla del techo ante tal movimiento. Cuando levanté la mirada, quedé atónito.


Los Renegados de Illumia: El nuevo elemental del espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora