Un entrenamiento letal y nuevas noticias

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Después de repetir ese innecesario y extremadamente peligroso método de entrenamiento un par de veces más, Galactic se pasó el brazo por la frente, diciéndome:

- Creo que ya vas dominando más la técnica del escudo, pero nuestro poder no sólo reside en la defensa: también debes de atacar.

- ¿Y cómo se supone que lo haga?

- Frena el carro, antes de aprender a atacar debes de saber que cada vez que lo hagas tendrás que ceder parte de tu energía interna.

- ¿El qué?

- Tu energía interna, nutrientes o como le quieras llamar. Cada vez que ataques te sentirás más y más cansado, y tus poderes tendrán menos potencia que los primeros.

- Vaya porquería.

- Pero para eso estoy aquí, para enseñarte a drenar la energía de otros a la vez que causas daño.

- ¿Es posible eso? ¿No es peligroso?

- A lo mucho los harás desmayarse, pero no irás más allá de eso. Observa- Galactic hizo aparecer una galaxia en la palma de su mano, y de ella salió una diminuta estrella. Hizo un movimiento rápido y la lanzó con gran velocidad hacia mí.

Intenté cubrirme de nuevo con el escudo, abriendo los ojos por primera vez. Sin embargo, apenas tuve la estrella enfrente se transformó en una espiral de estrellas, la cual empezó a dar vueltas muy rápidamente. De la nada, comencé a sentirme cansado y no pude mantenerme mucho más de pie. Cuando recuperé el aliento, volteé hacia el frente y vi a Galactic aún más enérgico.

- ¿Cómo hiciste eso?

- ¿A que es genial? Pero ven, que lo vas a aprender de manera experimental, de nada te sirve que te lo explique.

Me acerqué a su lado y comenzó la práctica.

- Empecemos por lo primero: modificar el tamaño de tus galaxias.

- Eso sonó mal.

- ¿Eh? ¿Qué tiene de malo?

- Olvídalo.

- Como sea, haz un escudo.

Crucé mis brazos y me concentré en crear el escudo. Una vez salió, proseguimos.

- Bien, ahora inhala y exhala.

- Siento que estoy en un simulador de partos.

- ¿Qué? Concéntrate y hazlo.

Lo hice, y de alguna manera sentí un extraño flujo de energía dentro de mí.

- Lo sentiste, ¿cierto? Ahora combina la sensación de crear el escudo con inhalar y exhalar.

- ¿Qué?

- Cuando inhales, imagina que achicas el escudo. Cuando exhales, imagina lo contario.

Traté de hacerlo, y funcionó.

- ¡Wow! Sí que sirve.

- Ahora, achica el escudo y parpadea.

Una vez más, lo hice y sentí otro extraño impulso de energía, sólo que esta vez se sentía como si quisiera salir.

- De nuevo lo sentiste, perfecto. Ahora combina el exhalar con parpadear.

De la nada, sentí como de mi mano extendida salía disparado algo, y para cuando abrí los ojos, un brillo veloz recorría una clara línea recta hacia el frente.

- ¡Bien! ¡Extiende la mano rápido!

El brillo se detuvo, y por alguna razón dejé de escuchar a Galactic y supe lo que tenía que hacer. Con mi mano hice un círculo, e inmediatamente la eché hacia atrás como si jalase una cuerda. La estrella cambió de forma a una espiral, y comenzó a girar con gran velocidad. Sentí como si de verdad estuviera absorbiendo algo. Aún así, me cansé casi de inmediato y el efecto duró poco, pero fue lo suficiente para dejarnos a ambos satisfechos.

- ¡ESTUPENDO! Cada vez lo vas dominando más, ¿eh? Ahora sólo es cuestión de practicar. Vuelve mañana para explicarte un par de cositas más. Pero que sea más tarde, no me dejaste dormir y- bostezó por casi medio minuto- y eso, necesitamos dormir mucho para rendir mucho.

- Fue divertido, gracias.

- Ah, si cuando- se cayó de la nada y casi de inmediato comenzó a roncar.

- Vaya flojo- pensé, antes de bostezar y casi volverme a dormir, de no ser por una fuerte sacudida de hombros.

- ¡AH! ¡AH! ¿QUÉ SUCEDE?- abrí repentinamente los ojos y vi una silueta blanca- ¡UN ZOMBI!

- Sí que son idénticos ¿eh?- Épsilo estaba algo molesto- Párate ya, Aria nos pidió que fuéramos a la cafetería.

Estaba lloviendo muy fuerte, e incluso algunos truenos podían escucharse a la distancia.

- ¿Esos son naturales o-?

- No son aquellos dos, es una tormenta normal. Por aquí suele llover mucho. Anda, vamos.

Me ayudó a levantarme y caminamos de regreso hacia la cafetería. Al llegar, toda la clase estaba reunida, menos el director y Deerick.

- ¡Bien! ¡Llegaron al fin!- Aria parecía algo emocionada. Se aclaró la garganta y dijo:

- ¡OK! Los he traído hoy porque por fin he- volteó a ver a Gaia y a Grayson- hemos, acabado el proyecto que tanto anhelaban.

- ¿Desde cuándo trabajas en el laboratorio?- Marina preguntó- Pensé que no tenías neuronas suficientes para entrar ahí.

- ¿Desde cuándo te importa? Déjame acabar. ¡Entonces! Hoy les traemos los nuevos uniformes de la escuela. ¡Totalmente diseñados y hechos por muá!

- Nosotros los hicimos, tú solo escogiste las telas- corrigió Gaia.

- Y-yo r-reco-gí los mate-teriales- dijo Névora, temblorosa por todos lados dentro de la manta.

- Sí, sí, lo que digan.

- ¿Sólo por eso? ¿Uniformes escolares? ¿En serio?- Ashton volteó los ojos en blanco.

- Nonono, no son uniformes cualquiera, Flemas. Personalmente fui a cada dormitorio e hice cada uno a las medidas y *terribles* gustos de cada uno.- se volteó hacia Épsilo-  Ah, fue todo un gusto revisar tus cajones Phsy, y descuida, tu secreto está a salvo conmigo.

"¿Secreto? ¿De qué rayos está hablando?"


Los Renegados de Illumia: El nuevo elemental del espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora