EPÍOLOGO DEDICADO A : EmiSamy06
Un Epíologo Corto.
𝑵arración por:
𝑴𝒆𝒍𝒊𝒔𝒔𝒂 𝑫𝒆 𝑳𝒂 𝑹𝒐𝒔𝒂 𝑪𝒓𝒖𝒛Ya ha pasado un año desde que me case con Ernesto, en el hospital. ¿Como olvidar que en plena seremonia me agarro el trabajo de parto? Y la sorpresa cuando nos dimos cuenta que no sólo era un bebé ¡Si no dos!. Aquel día me sentí la persona más afortunada del mundo, tenía a la persona a quien siempre amaré a mi lado y a dos pequeñas personas que dan Fé de aquel amor. Veo a mi marido sentado en su escritorio con el teléfono celular en la mano, discutiendo con quien ahora tomo mi puesto como recepcionista, en donde yo fue la recepcionista por mucho tiempo.
Debido a mi fruto de trabajo me ascendieron de puesto a lo que pase hacer la gerente general, para la firma de abogados para ma cual aun trabajo. Sin ayuda de Ernesto, y sin ayuda del apellido que ahora llevo. Recuerdo cuando lo conocí.
Recuerdo:
Entre a la oficina del hotel, tenía una semana que acababa de entrar a trabajar. El hotel De Los De La Rosa, un enorme edificio reconocido por los Hoteleros y Empresarios más ricos. Entre a la oficina después de tocar la puerta y allí estaba el, con aquella mirada fría y calculadora de un empresario. Levantó la vista al verme entrar y nos quedamos viendo por unos instantes.
-¿Y tu eres?. - me pregunto después de que volvió su mirada a las hojas frente al escritorio.
- Yo Soy, Melissa Cruz. - le respondí. - Su nueva recepcionista.
-Siéntate. - me pidió en aquel tono frío y neutral.
Y así pasaron los días, yo le pasaba información de los nuevos huéspedes y de los que ya eran clientes ya del hotel. Pero en realidad no sabía el porqué le tenía que dar inforcion al gerente general del hotel, pero ¿quién era yo para definir quién era él, o pedirle información de su edentidad? Pero el casi no estaba en el hotel, para que fuera el gerente general de la industria hotelera de la familia De La Rosa. Pasaron los días y así nuestros encuentros, donde cada vez eran más reuniones o simplemente le mandaba la información por correo electrónico. Hasta que comenzó a buscarme, me iba a visitar a mi lugar en el escritorio de la recepción. Y yo comenzaba sentir algo por él, pero me encargue de esconder aquellos sentimientos hasta que me se hicieron un poco a genos a mi.
Lo veía entrar con mujeres al hotel lo que a mi me hacía que me diera una leve punzada en el corazón, pero para hacer honesta nunca le hice caso en realidad.
FIN DEL RECUERDO :
Salí de la oficina que ahora tenía él en la mansión que él mismo había comprado hace casi medio año. Baje las escaleras de azulejo fino, que más que piso parecía un espejo de color crema con blanco y rosa. Terminé de bajar las escaleras para llegar a la planta baja. La nana de mis hijos se encontraba jugando con ellos junto con Príncipe, quien también los cuidada como si fuesen sus cachorros. Una sonrisa se escapó de mis labios al ver la hermosa escena, le di un beso a mis hijos en su mejilla y seguí mi camino bajo la mirada atenta de mi nana. Llegué a la cocina donde ya se encontraban mi ama de llaves preparando la comida.
- No se hubiera preocupado. - le dije a Rosaura, mi ama de llaves.
- Señora De La Rosa, es mi trabajo atenderlos. - me dijo Rosaura.
Le sonreí a Rosaura, quien me miró con dulcura. El mayordomo entró a la cocina.
- Señora De La Rosa, los padres del Señor ah llegado. - Me dijo Rodrigo, el mayordomo.
-Muchas gracias Rodrigo, pero ya te lo eh dicho varias veces, a los dos, soy Melissa. - les dije caminando con una sonrisa a la puerta principal.
Cuando llegue mis hijos ya se encontraban esperando la llegada de sus abuelos a que entr, la puerta se abrió y mis suegros entraron. La Señora Adriana me abrazo al igual que el Señor Gerardo.
-Adelante por favor. - les pedí a mis suegros llevándolos a la sala, seguida por mis dos hermosos hijos corriendo junto con el gato.
- Disculpen voy a la cocina. - le informe a mis suegros.
Entre de nuevo en la cocina para poder ayudar a Rosaura, aunque ella ya se encontraban avanzada en la comida.
- No se preocupe Señora. Yo lo puedo hacer. - Me dijo, Rosaura.
- Muchas gracias, Rous. - le agradecí con una sonrisa.
Salí de la cocina para poder volver con mis suegros, Ernesto ya se encontraban charlando con sus padres de una forma animada. Ernesto había perdonado a su madre, la familia había vuelto a hacer unida. La que antes fue mi casa se le quedó a mi madre, lo que no se me hizo difícil tomar aquella decisión. Paulina había vuelto a Francia junto con Gustavo por unos días, quien se encontraba con pocos meses de embarazo. Y Teresa bueno ella se encontraba trabajando para mi en la oficina, mientras que Guillermo trabajaba para Ernesto en el hotel.
- Señora, la comida está lista. - Me dijo Rosaura.
-Muchas gracias, Rous, ya puedes servir. - le dije con una sonrisa.
Ella se retiro a la cocina para poder servir la comida, mis suegros se pusieron de pie junto conmigo y caminamos hasta el comedor. Nos sentamos y el mayordomo sirvió el vino. Minutos después la comida fue servida, nos encontramos hablando entre risas y chistes como una familia de verdad. Ernesto se veía feliz ahora que tenía a sus padres juntos, su madre había vuelto a hacer aquella madre amoroso y maravillosa que él recordaba. Al igual que una buen abuela. La comida llegó a su fin dejandonos solos a los cuatro, nos sentamos a ver una de las películas de "Jim Carrey" "Si Señor" una película cómica.
Donde el protagonista se ve envuelto en una zelta, donde decir no, no está permitido. Cuando la película terminó me di cuenta que mis pequeños se habían quedado dormidos. Ernesto cargo a uno y yo a otro para poder llevarlos a su habitación.
-Ya me voy, Señores De La Rosa, que pasen una buena tarde. - me dijo
-Claro Marina, que pases buena tarde. - le dije y ella salió.
Ernesto y yo subimos la escaleras para llevar a los niños a su habitación, Príncipe venía siguiendo nos al ver que llevábamos a los bebés a su habitación. Llegamos a la habitación de mis gemelos, los acostamos en su cama, Ernesto y yo los acostamos en su cama. Pará después salir de su cuarto. Caminamos a nuestro habitación, una vez que Ernesto cerró la puerta me beso. Sentí sus labios muy cerca de los míos, su calor, como su el frío de mi alma se encendiera con su toque. Me acosté en la cama, y el junto con migo me abrazo por detrás en forma de cucharita. Me sentí protegida en los brazos del hombre que amo.
Me quedé dormida, aunque aún era por la tarde. Me jalo el sueño a los brazos de morfeo junto con Ernesto el amor de mi vida. Por fin nuestros "felices para siempre" un felices para siempre que sin duda nos merecíamos.
Al siguiente día nos despertamos con el sonido de la alarma, me metía a bañar para poder apresurar para irme al trabajo. Justo cuando me estaba bañando Ernesto entró desnudo, me quito la barra de jabón y me la paso por el cuerpo. Me tallaba el cuerpo de una forma delicada, mientras que el jabón provocaba la espuma. Cuando terminamos de bañarnos después de unos minutos, no salimos de la bañera, para poder prepararnos para una nueva mañana al lado de los amores de mi vida.
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El Maullido Que Me Trajo A Ti© (En Corrección)
RomanceMelissa Cruz no quiere volver a enamorarse, después de haber perdido a su esposo. Años después conoce a Ernesto de la Rosa, quien se encarga de voltear su vida en un giro inesperado de 360 grados (radical) (Cambio Completo) . Juntos enfrentarán obst...