🐾Capítulo 24🐾

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Elena se sentó después de que Sergio le pidió que lo hiciera, dos de los hombres de Sergio habían entrado con él lo que no le molestaba en absoluto a Elena

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Elena se sentó después de que Sergio le pidió que lo hiciera, dos de los hombres de Sergio habían entrado con él lo que no le molestaba en absoluto a Elena.

-Lo que me pides es complicado, quiero por lo menos más de lo que me ofreces. - le dijo Sergio poniéndose de pie.

El chico tenía un pelo color cobrizo, cortado en forma de punk, tenía piecing en sus orejas, y el la nariz, sus ojos de un color almendrado eran cubiertos por unos pupilentes de color rojo sangre, con una línea como si fuera pupila de gato. Era delgado y tenía su cuerpo trabajado, vestía con pantalones negros de cuero con cadenas colgando, una camisa con calaveras de diferentes tamaños, y un chaleco de motocicleta también de cuero negro con estampados de figuras de pentagramas.

Se puso frente a Elena.

-Aunque si me dieras un buen sexo, lo haría sin pensar-- le dijo Sergio.

Elena lo ignoró, pero Sergio la puso de pie de un jalón. Le levantó la barbilla y la beso. Elena ni siquiera se retiro, ni se opuso a que la besara. Sergio le mordió el labio, provocándole un gemido saliera de la boca de Elena. Sergio se retiro y agarro la bolsa que le había dado Elena, con una sonrisa ella salió de la casa de Sergio. Para que Ernesto le perteneciera a ella solamente, tenía que hacer a un lado a Melissa para siempre y hasta a hora sus planes habían fallado en totalidad.

Elena salió del callejón y volvió a meterse al metro.

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NARRA PRÍNCIPE: 🐈🐾🐈🐾🐈🐾

Corría por toda la casa bajo la mirada atenta de mi mamá humana, el cascabel de mi pelota sonaba debajo de los muebles, metía mi garita para intentar sacar la pelota. Cuando por fin lo logré, comencé a correr detrás de mi pelota sin pensarlo salte sobre la mesa con la pelota en mi trompita, corrí tirando todo lo que encontré en mi paso. Baje de la mesa y seguí corriendo, me frene ya que al levantar mi vista frente a mi estaba ella, mi humana. Ohh no, creo que estoy en un problema.

-¿Que has hecho Príncipe? - preguntó mi humana.

Ay no, corrí para poder escapar estaba en problemas. Los platos y los vasos estaban hecho pedazos, ya que al tirarlos se rompieron. Corrí hasta llegar a la cocina y me metí de abajo de un mueble, la escuché venir por la escoba venía arrastrando los pies. Después de un momento la escuché salir de la cocina, me azome por razones obvias. Lo único que se veía eran mis bigotes, mire para los dos lados y no, no estaba salí con mucho cuidado de no hacer ruido, aunque para un gatito, tan hermoso como yo no era ningún problema. Salí del mueble cuando decidí que no había "ratones en el hoyo" o "Moros en la costa" cómo dirían los humanos.

Subí las escaleras y me acosté en la cama, aún olía a él, su aroma estaba aún presente lo extrañaba. Extrañaba mucho al humano, igual que ella, igual que mi mamá humana.

El Maullido Que Me Trajo A Ti© (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora