🐾Capítulo 10🐾

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Ernesto de camino al aeropuerto resive una llamada de Gustavo, él sonaba muy asustado y desesperado, cuando menciona el nombre de Melissa

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Ernesto de camino al aeropuerto resive una llamada de Gustavo, él sonaba muy asustado y desesperado, cuando menciona el nombre de Melissa. Ernesto sintió como si su corazón se fuera a detener, Melissa se había intentado suicidar. Se sentía muy culpable, quería verla, estar con ella, sin pensarlo dos veces le ordenó a su chofer que lo llevara a la dirección que Gustavo le había dado durante la llamada. Gustavo caminaba de un lado a otro después de haber llamado a Ernesto, al principio no había querido hacerlo, aunque sabía que él tenía más derecho de estar aquí que él mismo, así que lo había llamado. Gustavo se había enterado por la madre de Melissa cuando lo vio como único contacto y como si quisiera que Melissa se acordara, le había mandado un mensaje diciendo:

*"Por la razón que sea, a la hora que sea, estaré para ti"*

La madre de Melissa no dudó en avisarle que iban de camino al hospital, en cuanto llegó al hospital exigió un informe completo. Gustavo sintió que su corazón se partía en dos pedazos cuando el médico le dijo que era poco probable que ella despertara, así que desesperado exigió un traslado donde su familia hacía donaciones, un buen hospital. 

— ¡Son unos ineptos! — les había gritado Gustavo. 

Cuando llegaron al hospital, la madre de Melissa explicó todo. Gustavo vio como la ingresaban para poder intervenir antes de que fuera demasiado tarde, ahora sólo estaban en espera de que la chica despertara después de que ya había pasado el peligro. 

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Melissa se encontraba en el hospital, la madre de Melissa había llegado a tiempo. La señora Viviana se encontraba esperando a que su hija despertara, ya que aún dormía por los efectos de la anestesia. Había estado tan cerca de perder a su hija que aún los recuerdos estaban frescos en su mente, le dolían. 

Había llegado con la intención de sorprender a su hija, ya que últimamente la notaba muy triste, hizo espaguetis. Cuando llegó a la casa de su hija, abrió la puerta con mucho cuidado, aunque al no escuchar ruido pensó que se había quedado dormida, dejó el toper en la cocina y subió a buscarla. La Señora Viviana abrió la puerta de la habitación de su hija y la vio acostada en su cama, caminó hasta ella para poder despertarla, la Señora Viviana se asustó cuando por más que movía a Melissa ella no despertaba. 

— ¡Por favor mi niña, abre los ojos! — comenzó a suplicar la madre de Melissa. 

La Señora vio el frasco vacío para dormir, al verlo, fue como si la hubieran traspasado con mil cuchillos. 

—¡MELISSA! —gritó la madre de Melissa de una manera desgarradora. 

Comenzó a llorar, se incó a buscar señales de vida en su hija, el palpitar de Melissa era débil pero no iba a esperar a que su corazón se detuviera por completo. La Señora Viviana llamó a la ambulancia, buscó entre las cosas de Melissa, vio el celular, revisó en sus contactos y vio que solo había uno agregado, sin querer, abrió el mensaje, tomó el teléfono de su hija y llamó a Gustavo. 

El Maullido Que Me Trajo A Ti© (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora