🐾Capítulo 29🐾

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Ernesto, salió en silencio del hospital después de haberle exigido a su madre estar a solas con su padre, lo que los había llevado a un acuerdo

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Ernesto, salió en silencio del hospital después de haberle exigido a su madre estar a solas con su padre, lo que los había llevado a un acuerdo. Ernesto accedió sin dudar pero ahora se odiaba así mismo, las lágrimas caían mientras que seguía con las manos al volante. Estacionó el carro frente al hotel, salió de carro, una vez adentro entró al ascensor. Llegó a la habitación del hotel, cerró la puerta. Se sentó en el sillón se sirvió una copa de vodkar. De su habitación salió la silueta de una mujer, sabía que era Elena, lo sabía se puso de pie.

-Hola, Elena. Buenas noches. - le saludo Ernesto.

Elena, no se sorprendió de que Ernesto supiera quien era ella. Elena se sentó frente a él, con un sobre en la mano se lo puse en la mesa.

-Adelante Ernesto, ve las fotos. - le dijo Elena con una sonrisa.

Ernesto sentía que su corazón se rompía en dos, por un lado su padre está vivo y por el otro, Melissa se encontraba en peligro. Tomo el sobre de la mesa bajo la miraba atenta de Elena, la sonrisa con la que lo miraba le hacía sentir a Ernesto escalofríos. Como si estuviera contenta con algo.

-¿Que haz hecho, Elena?. - le preguntó, Ernesto.

-Ya sabes, una cosa por aquí, otra por allá. - le dijo como si fuera una respuesta.

-¡Dime chingada madre!.- le grito Ernesto de repente.

Elena sonrió.

-Ve las fotos, Ernesto. - le dijo, Elena.

Ernesto, tomó el sobre sus manos le temblaban al tenerlo en sus manos.

-Cásate conmigo, Ernesto. - le soltó Elena. - Casate conmigo y la dejó libre.

Ernesto la miró a los ojos, no se esperaba que Elena le dijera aquello. Aunque no eran tan estúpido como para confiar en ella, aunque le podría dar algo de tiempo. Pará que Paulina pudiera seguir buscando a Melissa. Una vez que Ernesto le entrego el anillo, anillo que su madre le había entregado para dárselo a Elena, mucho antes de que viviera con Melissa. Ella se fue.

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Melissa, se encontraba en una celda oscura. Lo había puesto allí después de haberla llevado a aquella casa, se encontraba golpeada. Se puso la mano en una de las cosillas, marcas de sangre seca cuando estuvo a punto de perder a su bebé, después de la visita de Elena. Las lágrimas calleron de las mejillas sin que ella pudiera evitarlo, se encontraba sentado en una orilla moviéndose de enfrente, atrás, de enfrente, atrás. Mientras que continuaba llorando.

La cámara enfocaban a Melissa, Elena acababa de llegar y la estaba observando, salió de las cámaras y entró a la celda donde estaba Melissa, quien nisiquiera levantó la cabeza para ver quién entraba. Elena, se quedó por un momento en silencio observando a Melissa, camino hasta ponerse frente a ella se puso de rodillas para quedar a su nivel. Levantó su mano hasta la barbilla de Melissa, y levantó el rostro de Melissa, se quedaron viendo por unos instantes.

El Maullido Que Me Trajo A Ti© (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora