T2/25

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-¿Necesitas algo más?- Preguntó Luis mientras dejaba una manta sobre la cama.

-No, gracias por todo.

-No es nada, sabes que siempre estaré para ti.

-Luis yo estoy...

-Casada, lo sé, pero nunca pierdo la esperanza.

-Basta Luis, no es correcto que sigas con esto y...- No dije más porque me besó.

Un beso el cual no duró ni tres segundos porque lo alejé de mí.

-¿Por que haces eso?

-Me gustas desde hace mucho tiempo _____.

-Basta, basta Luis, te quiero, pero solo te puedo brindar mi amistad, sabes perfectamente que el único hombre en mi vida es Finn Wolfhard y...

-Pero puede cambiar...

-NO! Siempre será él, entiéndelo, siento que te haya pasado esto conmigo, pero yo jamás te di un motivo para enamorarte de mí, entiendo que no es cosa nuestra, nuestro corazón manda, pero no puedes seguir sintiendo eso por mí. No soy mujer para ti, jamás voy a serlo, agradezco todo lo que haces por mí, pero yo jamás te voy a corresponder de esa manera, soy propiedad de otra hombre y lo amo tanto que jamas me pasará por la mente dejarlo o simplemente engañarlo.

Sabía que había lastimado cada una de sus esperanzas y por dentro me alegraba porque yo nunca iba a darle lo que él quería, jamás sería más que su amiga y aunque me sentía tan cruel por decirle todo eso, era lo más correcto, ya era hora de arrebatarle esa nube, él se merece a alguien que le ofrezca lo que yo no podré.

-Lo lamento, Luis.

-No, yo lo lamento, te hice sentir incómoda durante mucho tiempo y no quería reconocer que eras totalmente prohibida para mí.

-Olvidemos todo, descansa Luis.

-Igualmente _____.- Dijo por último y me dejó sola en la habitación.

Había pasado una semana desde que me salí de mi casa, Finn no me había hablado y yo tampoco a él. Luis prometió no volver a incomodar y lo ha cumplido. Hemos estado buscando a Eric sin tener éxito, no he recibido alguna llamada o aviso y eso me estaba matando, no sabía si mi hijo estaba bien o no, tenía mucho miedo de que algo más le pudiera pasar y no sabía absolutamente nada.

Necesitaba a Finn a mi lado, pero el orgullo nos impide hablarnos, sé que no me va a perdonar por arriesgar a Eric y lo tengo muy bien merecido, no debí salir sin él, pero todo sucedió tan rápido y no pude hacer nada para protegerle.

Y ahí caí en cuenta, recordé cada palabra que me había dicho aquel hombre, mientras Luis estuviera conmigo Eric corría gran peligro.

Soy una completa estúpida, tomé mis cosas y salí de la casa, sabía que me estaban vigilando, tomé un taxi y fui directamente a mi casa, no tarde mucho en llegar, me pareció extraño no ver el auto de Finn pues a esta hora ya se encontraba en casa. Abrí la puerta y subí a la habitación para dejar mis cosas.

Tomé mi celular y le llamé a Finn pero este no respondía. Intente nuevamente y nada, le llame a Noah para saber si estaba con él y no tardó mucho en responder.

-Hola _____.

-Hola, oye Noah, ¿Finn está contigo?

-No, no le he visto hace días, imaginé que estaba enfermo o que buscaba a Eric, pero le he llamado y tampoco me atiende, ¿no está en su casa?

-Estoy aquí y no está ni él ni su auto, ¿sabes donde podría estar?

-La verdad que no, me parece muy extraño, Finn no desaparece así porque sí, algo debe estar ocurriendo.

-Estoy empezando a preocuparme.

-Tranquila, debe estar buscando Eric o algo, intentaré localizarlo, te llamo para avisarte.

-Gracias.

Colgué la llamada y intenté llamarle unas veces más a Finn, le dejé algunos mensajes y no. El sueño se empezó a apoderar y caí rendida en el sillón. El sonido de una llamada entrante me despertó de golpe, miré el reloj y ya habían pasado casi cinco horas desde que me quedé dormida.

Tomé rápidamente el celular, era Finn, suspiré con alivio y contesté.

-Diablos Finn, ¿dónde estás? ¿te encuentras bien?

-Sí preciosa, él se encuentra bien.

-¿Quien habla?- Dije casi susurrando temiendo lo peor.

-Tardaste mucho en alejarte de ese intento de policía.

-No.- Susurré.- ¿Donde está Finn? ¿qué le han hecho?

-Ya te dije que él está bien, al igual que tu hijo.

-Por favor, no les hagan nada, dime que mierda quieres para liberarlos, ¿cuanto quieres?

-No es dinero lo que él quiere, quiere hacerte sufrir tanto como tú lo hiciste con él.

-No sé de que me estás hablando, ¿quién es esa persona?

-Pronto lo sabrás, mientras tanto, mantente alejada de la policía, tal vez vuelvas a ver a tu familia.- Dijo por último y me cortó.

-NO!

Marqué nuevamente el número pero no respondía nadie.

Se habían llevado a Finn por mi jodida culpa, no debí regresar, no debí, ellos estaban bien sin mí, no corrían peligro, llegué a arruinarles la vida.

Tenía que hacer algo inmediatamente. 

Mi celular vibró indicando la llegada de nuevos mensajes, lo tomé con la esperanza de que fueran esas personas pero no, era Luis.
Él era el único que podía ayudarme, no me quedaría de brazos cruzados esperando a que mataran a mi familia, le mande mensaje a Luis diciéndole todo lo que había sucedido, le dije que necesitaba su ayuda y que no era buena idea que nos viéramos.

Haríamos un plan para rescatarlos, esperábamos a que me llamaran nuevamente para rastrear la llamada, pero no lo hicieron en dos días.

Estaba desesperada, perdía la cabeza cada minuto que pasaba, temía perder a las personas que más amo en esta vida, pero no me rendiría, haría todo lo posible para recuperarlos, así tenga que morir yo, ellos volverían a casa sí o sí .

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