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-No te haré nada, tranquila.- Dijo y bajó su mano para tocar mi trasero pero antes de que lo hiciera me solté.

-¿Qué te pasa idiota?.

-Tú me estabas siguiendo.

-¿Que? claro que no, ¿Por qué te seguiría? Es estúpido.

-Tal vez porque te gusto, y la que me quiere acosar eres tú.- Dijo con su grande y estúpida sonrisa.

-Claro que no, sólo me dirigía a mi casa pero noté que un imbécil iba adelante de mí, así que preferí quedarme aquí.

-Mmm... No me digas.

-¿Quítate?.

-¿Por qué te pones nerviosa?.- Dijo pegándose más a mí, tomo mi barbilla y subió mi rostro.

Lo miré fijamente. Ah! esos ojos, esas hermosas pecas, esos lindos rulos, pude apreciarlos a la perfección. Finn me tomó con una mano de la cintura para perder un poco más el espacio entre nosotros y por instinto fuimos juntando nuestros rostros lentamente hasta quitar el poco espacio que había entre nosotros y juntar nuestros labios, sus labios rosados se movían al compás, sentí como con su lengua pidió permiso para entrar a mi boca a lo que yo acepté.

El beso fue subiendo más de nivel, con mi mano tomé su cuello para acercarlo más a mí, esto se volvía una necesidad sentía que si no me alejaba sus besos serían una verdadera necesidad, cada vez que lo viera me tiraría como loca hacia él para besarlo, así que me separé.

-¿Que te pasa?.- Dije "molesta".

-¿Que? tú me besaste.

-Ahg! cállate idiota, los dos sabemos que tú fuiste el que me beso a mí.

-Si, tal vez te bese yo, ¿Y? Se nota que te gustó.

-¿Que? No, fue lo peor.

-Si no te gustó, ¿Para qué me seguías el beso? Para qué me acercaste más? debiste haberme alejado.- Mi enojo aumento más, sabía que era verdad, en parte lo disfruté y no tengo ni una maldita idea de por qué lo hice.

-Porque, porque, mmm... cállate y adiós me tengo que ir, mi mamá ya debe estar preocupada.- Iba a caminar pero Finn me tomó de la mano.

-Espera, te llevaré a tu casa.

-No, está bien, me puedo ir sola, no necesito que me lleves.

-No, yo te llevaré.

-Que no, conozco el camino.

-Insisto, te llevaré y punto.

-Bien.- Dije de mala gana y nos fuimos rumbo a mi casa ya que Finn, era mi vecino, me tendría que acostumbrar.

Mientras caminábamos recordé ese beso fue el mejor de mi maldita vida, ¿qué? ¿qué estoy diciendo?, no, no, no, Dios! a quien engaño, este chico es maravilloso, llegamos a mi casa y me despedí de Finn. Ante todo no tenía que ser tan grosera.

-Gracias por acompañarme, adiós acosador.- Al ver mi casa puso cara de sorpresa y confusión con un poco de ¿felicidad?, no pude descifrar bien esa expresión.

-No puedo creerlo.- Dijo con una amplia sonrisa.- Por eso venías escondiéndote, no querías que supiera que eres mi vecina.

-Te detesto.- Soltó una carcajada.

-Sabes, es estúpido que intentarás ocultarlo, tu madre ya es una buena amiga de mamá, nos ha visitado un par de veces.

-No me jodas.- Susurré.

-Te veo en mi casa princesa.- Dijo y me  robó un beso, se dio la vuelta rápido y se fue a su casa dejándome ahí parada como idiota, asimilando lo que acababa de pasar, volví a la realidad y entre a mi casa.

-¿Ese era el guapo vecino?, ¿es tu novio?, ¿cómo te lo pidió?, ¿cuando es la boda?, ay mi niña ya creció.

-Mamá, ¿me estabas espiando?.- Dije y entrecerre mis ojos.

-¿Que? No, como crees, que te pasa hija, sabes que no me gusta ser chismosa, además no me cambies el tema jovencita.

-Sí, era el vecino, no es mi novio.- Dije haciendo comillas.- Y no habrá boda, ¿bien? no sé... por qué se le ocurrió besarme.

-Lo que digas, ya verás que terminarán siendo pareja, ya verás.- Dijo por último para irse a la cocina.

Amo, amo millones a mi mamá, es la mejor, me entiende más que nadie es mi mejor amiga. Preferí no comentarle nada de lo que me dijo el pecoso. Subí a mi habitación para tomar un baño y prepararme ya que tenía que ir a la casa del acosador.

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Voten y comenten.

Las amo 💗

Acosador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora